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Cultura en el Bicentenario
"Bolívar, títere de la libertad", del Grupo La Pepa del Mamoncillo
Mónica Orjuela / Sábado 29 de mayo de 2010
 

El 27 de mayo en el teatro Acto Latino de Bogotá se presentó la obra de títeres "Bolívar, títere de la libertad", una adaptación del texto de Alberto López de Mesa, con una ingeniosa puesta en escena, de títeres y escenografía basada en proyecciones y sombras del director Héctor Lobo Guerrero.

Este grupo de artistas que trabaja desde 1997 desarrollando su labor teatral en el lenguaje de los títeres y el clown, logró divertir al público, a la vez que enseñar e ilustrar la vida de Bolívar.

Como ellos mismos lo expresan a partir de:

“La altivez que lució desde niño, el altruismo que demostró al gastar su fortuna a favor de sus ideales y de su lucha, lo visionario de su noción de Patria, su astucia e intrepidez militar, su valentía, su arrojo, sus avatares amorosos, su estampa e incluso la soledad trágica a la hora de confrontarse consigo mismo y, por supuesto, la trascendencia de su obra libertadora, todo esto lo hace un héroe a la vez simbólico y carnal.

Esta obra, además de la excelente actuación de los títeres y los titiriteros, contiene buen sentido del humor agridulce, utiliza técnicas de animación de sombras y proyección que ambientan la historia de manera gráfica, simple e impecable, con música en vivo; de guitarras, cuatro, batería eléctrica y otros instrumentos; que nos introducen a las regiones donde Bolívar alzó su espada de libertad, desde ritmos llaneros, pasando por el torbellino, el bambuco y la música andina, es una perfecta mezcla de música y dramatización que se desarrolla a lo largo de la obra.

En esta narración que trascurre diacrónicamente desde la niñez del Libertador hasta el día de su muerte, nos traslada a momentos e ideales; nos presenta un recorrido desde sus viajes a Europa donde conoció los procesos e ideas de la Revolución Francesa, hasta Ecuador cuando se encontró con la libertadora del Libertador Manuelita Saenz, pasando por la traición de Santander al Libertador y a la Patria. Y así en medio del desconcierto por la ambición de quienes se declararan patriotas, se siente como un títere de la libertad.

El mundo será mejor el día que no se requieran las guerras sino las palabras para la libertad”.