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Estudiantes rechazan nominación de Uribe como profesor en Francia
En circunstancias similares, en el 2010, Alvaro Uribe fue objeto de polémicas en la Universidad de Georgetown, donde 80 profesores de Estados Unidos firmaron una carta de rechazo por su presencia allí, como en otras instituciones educativas
Association TEJE / Domingo 6 de marzo de 2011
 

Nosotros, miembros de la Asociación TEJE, compuesta principalmente por estudiantes colombianos y egresados de instituciones de educación superior en Francia, expresamos nuestra indignación frente a la nominación reciente de Alvaro Uribe Vélez como profesor en la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz (ENIM).

Personaje controversial en la historia reciente de Colombia, Presidente de la República de 2002 a 2010, Alvaro Uribe ha estado implicado en numerosos casos de violación de Derechos Humanos, principalmente por haber ingresado al panorama político gracias a las maniobras perpertradas en contubernio con narcotraficantes y líderes de los ejércitos paramilitares, los cuales ayudó a fundar desde los años 80.

Decenas de parlamentarios de su partido y de partidos aliados, algunos de sus colaboradores más cercanos y miembros de su familia – entre los cuales se encuentra su primo y aliado político Mario Uribe, condenado el 20 de febrero de este año – están siendo juzgados y están hoy en la cárcel por haber sido instigadores y cómplices de crímenes, cometidos en connivencia con los narco-paramilitares.

Además, Alvaro Uribe espió, por medio de los servicios secretos del estado (DAS), a opositores, periodistas, defensores de derechos humanos e incluso a algunos miemrbos del Parlamento Europeo, operando una campaña para desacreditarlos. Sus declaraciones públicas han puesto en peligro la vida de todo opositor a su gobierno y algunos han tenido que exiliarse.

Más grave para nosotros, la juventud colombiana ha sido la principal víctima del señor Uribe. Instauró políticas de recompensas de doble filo. Por un lado, prometió a los soldados primas e incentivos por cada guerrillero caído en combate lo que desencadenó uno de los fenómenos más macabros de la última década: los « falsos positivos ». Se trata cerca de 3.000 personas, según las estimaciones, de los cuales muchos eran jóvenes de barrios, asesinados a sangre fría y presentados como guerrilleros muertos en combate.

Esta misma política de recompensas ha obrado al interior de las universidades y de los liceos. Nuestos jóvenes han sido incitados a participar en el conflicto armado. Alvaro Uribe, aprovechando su vulnerabilidad financiera, les ofreció un sueldo a cambio de denunciar a sos condiscípulos de quienes sospecharan tener nexos con las guerrillas. Esta puesta en práctica de una política vergonzosa de cazarrecompensas es ampliamente reprochable desde un punto de vista ético.

En la misma medida, por encima de la libertad y la autonomía de las universidades, la policía y el ejército colombianos han ingresado en las instituciones escolares, utilizando balas reales y ocasionando víctimas mortales entre los estudiantes, como son los casos de Jaime Acosta en Bucaramanga, Nicolas Neira en Bogotá, Jhonny Silva en Cali, entre otros.

En circunstancias similares, en el 2010, Alvaro Uribe fue objeto de polémicas en la Universidad de Georgetown, donde 80 profesores de Estados Unidos firmaron una carta de rechazo por su presencia allí, como en otras instituciones educativas. La universidad entendió la amplitud y el peso de las protestas y dió fin a su misión.

Según un comunidado de l’ENIM, « La Escuela Nacional de Ingenieros de Metz no podía pretender tener mejor embajador. No se tiene todos los días al antiguo presidente de un país como profesor ». Ciertamente, esto no se produce muy seguido y es por esta razón que la Escuela debería escoger mejor a sus invitados. Resulta inexcusable, por los tiempos que corren, legitimar a personajes que generan controversia e incluso sanciones por parte de su propio pueblo, víctima de las derivas de su poder. La caída de los dictadores en el mundo árabe, quienes fueron antes recibidos en pompa por el gobierno francés, nos lo prueba.

En nombre de los millones de víctimas de las masacres, los desplazamientos por la fuerza (l’ACNUR habla de 3,4 millones), los ataques contra la libertad de expresión, ejercemos nuestro deber de ciudadanos haciendo oir nuestra voz y la de las colombianas y colombianos que han sido y que continúan siendo víctimas de la guerra absurda que se libra en nuestro país. Una guerra exarcebada durante los ocho años de Alvaro Uribe en el poder.

TEJE es una red de Asociaciones en Francia, compuesta principalmente por jóvenes colombianos, latinoamericanos y franceses que desarrollan actividades de solidaridad con America Latina.