Presionado por una marcha de miles de barranquilleros realizada el pasado seis de abril que fue organizada por el Frente Amplio Cívico por el Rescate de Barranquilla que reclama soluciones a más de ochenta conflictos sociales que caldean el ambiente en la capital del Atlántico, el alcalde Alejandro Char se ha venido pronunciando sobre algunos de ellos, dándole la razón, en el fondo, a las justificadas críticas a muchas de sus ejecutorias.

El pasado domingo 10 de abril, cuatro días después de la marcha de protesta, el periódico El Heraldo publicó una crónica sobre la situación de la salud pública en Barranquilla, en la cual Luis Alexander Moscoso, alto consejero para la inversión social del distrito y ex secretario de salud, afirmó que después de liquidar la red pública hospitalaria (Redhospitales) en vez de constituir una Empresa Social del Estado se optó por un operador distinto del distrito “para no caer en el mismo problema” de tener una planta propia, es decir, era mejor un intermediario que contratara a través de cooperativas de trabajo o bolsas de empleo, así se violaran los derechos de asociación y de contratación colectiva.

Para lograr ese propósito el distrito decidió contratar a Caprecom (IPS y a la vez EPS) con unas determinadas condiciones económicas, entre otras el pago de un arrendamiento al distrito de 5.600 millones de pesos este año y que además le va a generar una rentabilidad del 50% de lo que produce. En esencia la administración Char convirtió la salud, de ser un derecho fundamental, en un negocio para un intermediario que le debe entregar la mitad de las ganancias al distrito, cumpliéndose el móvil del lucro de la ley 100 de 1993.

El alcalde Alejandro Char afirma en la misma crónica que en la anterior red hospitalaria distrital “teníamos 1.500 empleados y ahora tres mil” o sea que se pasó de los despidos masivos de casi 1.500 trabajadores de su administración en la mayor masacre laboral en la historia de Barranquilla a tres mil trabajadores contratados por las nefastas cooperativas de trabajo y bolsas de empleo temporal. Y agrega que recibió a Redhospitales con un déficit de 150.000 millones de pesos y que el gobierno nacional prácticamente le regalaron 60.000 millones de pesos para subsanar el faltante y están a punto de condonarles otras 50.000 millones de pesos; pero hay que decir que estos dineros no son regalos del gobierno sino recursos de todos los colombianos y que el condicionante es que se entregue la red pública hospitalaria a los intermediarios para la obtención de jugosas ganancias.

Es obvio que para lograr grandes rentabilidades y entregarle el 50% al distrito, el operador (Caprecom) tiene que sacarlas de la facturación al régimen subsidiado, a costa de limitar los servicios de salud a la comunidad en los llamados Pasos y Caminos (construidos con dineros públicos), que es la nueva estructura de la red hospitalaria en Barranquilla, como también pagar a la barata la mano de obra contratada a través de las cooperativas.

El Frente Amplio Cívico por el Rescate de Barranquilla como ya lo aprobó en la reunión del balance de la marcha, va consolidar esta nueva forma de organización de la ciudadanía y a profundizar en los diferentes temas, como el de la salud, para que la mayoría de la población con justificadas y poderos razones exija el rescate de sus derechos y derrote las políticas neoliberales y privatizadoras.