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Científicos rusos hallan el agua más antigua de la Tierra
Logran llegar al lago Vostok, en las profundidades de la Antártida, que oculta seres aislados desde hace millones de años como termófilos y extremófilos
Agencia Prensa Rural / Martes 7 de febrero de 2012
 

Científicos rusos han alcanzado después de más de tres décadas de trabajos de perforación en la Antártida el lago Vostok, que se encuentra a unos 3.760 metros bajo el hielo y acoge el agua más pura y antigua del planeta.

"Al fin hemos superado la capa de hielo que cubre el lago", aseguró hoy un portavoz del Instituto de Investigaciones Árticas y Antárticas, con sede en San Petersburgo.

Los científicos rusos habían reanudado hace más de un mes la perforación del hielo, a razón de entre 1 y 4 metros diarios, que cubre el Vostok, lago que ha estado sellado durante millones de años.

"Probablemente se trate del agua más pura y antigua del planeta. No tenemos pruebas directas, pero sí datos de que la superficie será estéril, aunque en el fondo del lago habrá formas de vida como termófilos y extremófilos (microorganismos que viven en condiciones extremas)", asegura Valeri Lukín, el jefe de la expedición rusa.

Resultados fundamentales

Según Lukín, los resultados de la exploración del lago antártico serán fundamentales para el estudio del cambio climático en la Tierra durante los próximos siglos, ya que el Vostok es una especie de termostato aislado del resto de la atmósfera y de la superficie de la biosfera durante millones de años.

"En el fondo del lago habrá formas de vida como termófilos y extremófilos"
Además, subrayó que los expedicionarios "saben a ciencia cierta que el Vostok alberga agua desde que alcanzaron la profundidad de 3.583 metros, ya que a partir de ahí el hielo se forma no a partir de la nieve, sino de la evaporación del agua".

Con cerca de 300 kilómetros de largo, 50 de ancho y casi 1.000 metros de profundidad en algunas zonas, el Vostok es una masa de agua dulce en estado líquido que se encuentra en el epicentro del sexto continente, como se conoce la Antártida.

Tiene una superficie de 15.690 kilómetros cuadrados, similar a la del siberiano Baikal, la reserva de agua dulce más grande del mundo, y es el lago subterráneo de mayor tamaño entre los más de cien que se encuentran bajo el hielo antártico.

Descubierto en 1957 por científicos soviéticos, ha sido incluido en la lista de los hallazgos geográficos más importantes del siglo XX.

Los exploradores estuvieron incomunicados desde
el 28 de Enero

La expedición que buscaba alcanzar las aguas inexploradas del lago Vostok
estuvo sin reportarse más de una semana, no se sabía nada de ellos. En concreto, la última comunicación con la base Vostok se produjo el 28 de enero. Para empeorar las cosas, su plan inicial de trabajo requería acabar la faena antes de esta semana, cuando despegaría el último avión que les rescataría del final del verano antártico.

El grupo del Instituto de Investigación Ártica y Antártica de San Petersburgo llevaba desde noviembre perforando la kilométrica capa de hielo que mantiene aislado desde hace unos 15 millones de años el lago Vostok. Allí pretenden encontrar vida microscópica que ha evolucionado ajena al resto del planeta durante eras, parecida a la que se cree que habrá en Europa, la luna helada de Júpiter. Y estaban muy cerca, apenas a unos metros. "Puedo asegurar que están muy, muy cerca de penetrar en el lago esta vez", explica a este diario el profesor de la Universidad de Montana, John Priscu, uno de los mayores expertos en estos lagos antárticos ignotos. Priscu es una de las pocas personas que estaba en contacto con el grupo ruso durante sus trabajos. Hasta hace una semana.

Desde entonces, confirma Priscu, nadie responde al otro lado de la radio. Sin embargo, este investigador no cree que haya que temer por ellos. "La falta de comunicación con el mundo exterior no es tan extraña. En alguna ocasión he llegado a quedarme yo mismo sin comunicación a través de radio durante dos semanas mientras realizaba trabajo de campo", explica. "Los rusos son muy competentes y yo no me preocuparía por su bienestar", tranquiliza Priscu.

El investigador recuerda las duras condiciones que se viven en la base de Vostok, el lugar más frío del planeta Tierra, donde se ha llegado a registrar -89,2º centígrados, el récord absoluto. "Los rusos han estado trabajando contrarreloj en el desierto más alto, más seco y más frío de la Tierra y están muy ocupados tratando de alcanzar sus objetivos", puntualiza.

Hace dos semanas, los científicos rusos realizaron una parada en su trabajo de perforación del hielo para realizar mediciones de presión que eviten sustos. Esas mediciones han podido ralentizar su progreso, que hasta ese momento avanzaba a un ritmo de 1,7 metros diarios hacia su objetivo. Pero el verano antártico llega a su fin, lo que les obligaría a aplazar la llegada a la meta otro año más, como les ocurrió en febrero de 2011. "No estoy seguro de cuándo regresarán. Lo normal sería que el campo se preparase estos días para el invierno. Dada la magnitud de trabajo de esta temporada, puede que retrasen la salida".