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Noruega, la renta petrolera y la paz
Agencia Prensa Rural / Sábado 8 de septiembre de 2012
 

Noruega es un reino de 385 155 KM cuadrados, con una población de cinco millones de habitantes, cuenta con una economía próspera y rica, combinando una actividad de mercado libre con intervención estatal dando como lugar a que su población viva en un estado de bienestar, con bajos niveles de desigualdad y de corrupción. El gobierno controla áreas claves, tales como el vital sector del petróleo (a través de empresas estatales de gran escala). El país se encuentra ampliamente provisto de recursos naturales - petróleo, energía hidráulica, pescado, bosques y minerales - y es altamente dependiente de su producción de petróleo y los precios internacionales del mismo; en 1999, el petróleo y gasolina constituían el 35% de las exportaciones. Sólo Arabia Saudita y Rusia exportan más petróleo que Noruega, la cual se encuentra fuera de la OPEP.

Noruega optó por permanecer fuera de la Unión Europea durante un referéndum en 1972 y nuevamente en 1994. Sin embargo, Noruega, junto con Islandia y Liechtenstein, participan en el mercado único de la UE a través del acuerdo del Área Económica Europea. Las principales razones por las que la población noruega rechaza entrar en la UE son el gran nivel de vida del que gozan, debido a los grandes ingresos por producción del petróleo, el país escandinavo en la UE tendría un papel de donación de recursos económicos a los países más débiles. Por otra parte, su caza masiva de ballenas, es algo que no está bien visto por la Unión Europea.

El crecimiento económico mejoró en 2000 hasta el 2,7%, comparado con el mucho más pobre 0,8% de 1999, pero volvió a caer a 1,3% en 2001. El gobierno avanzó hacia la privatización en 2000, vendiendo un tercio de la empresa de petróleo Statoil, hasta ese entonces 100% estatal. Aunque posiblemente con la calidad de vida más alta del mundo, los noruegos comienzan a preocuparse, ya que se estima que dentro de las dos próximas décadas el petróleo comience a escasear. En consecuencia Noruega ha estado guardando su superávit presupuestario impulsado por el petróleo en un fondo estatal del petróleo, el cual es invertido en el exterior y es evaluado (hacia 2011) en unos 613 000 millones de dólares estadounidenses, este fondo se invierte en deuda soberana de otros países y en empresas de todo el mundo salvo aquellas dedicadas a la producción de material bélico.

Noruega en el contexto internacional

Aunque tradicionalmente ha sido una potencia mundial en exportación de crudo, Noruega dispone de una economía modelo basada en la sociedad del bienestar y convenientemente diversificada en distintos ámbitos. Por ello, se aúnan sectores más tradicionales como la construcción naval, la metalurgia o la minería, con otros campos más punteros desde el punto de vista tecnológico, como la química o la informática. No en vano, el PIB de Noruega ha crecido más de un 100% en la última década. Según el Banco Mundial, Noruega es el segundo país del mundo en renta per cápita -sólo superado por Luxemburgo-, el segundo país en esperanza de vida para hombres -sólo superado por Islandia-, el segundo país con más médicos en activo por habitante -sólo por detrás de Bélgica-, y el cuarto país del mundo con mayor penetración de Internet entre su población. La conjunción de todos los indicadores macroeconómicos, así como su puntuación en el índice de desarrollo humano, convierten probablemente a Noruega en la nación del mundo con las mejores condiciones sociales para vivir (siempre desde un punto de vista global).

La renta petrolera y su función social

Hasta 1970, Noruega no tenía industria petrolera alguna. Fue a partir de esa década que el estado desarrolló a Statoil como la empresa petrolera estatal. Hoy en día el gobierno sigue en control del sector en todos los niveles, pero en una forma mucho más regulatoria que en los 70s, cuando era mucho más dominante la intervención directa.

El modelo noruego se encuentra en un punto medio entre la nacionalización completa y un enfoque de libre mercado. La alta fortaleza del estado, ser de los países menos corruptos del mundo y la eficiencia de su burocracia ha permitido que la industria también goce de condiciones envidiables que difícilmente se pueden dar en otros países.

A través de la propiedad estratégica de Statoil, instituciones profesionales y fuertes y el mejoramiento de las capacidades tecnológicas, Noruega ha sido capaz de asegurar que casi toda la renta petrolera vaya al estado, y por ende al sostenimiento del estado de bienestar.

Considerando que es un estado de bienestar donde la seguridad social de la población verdaderamente es lo más importante, es aún más notable el hecho de que no han despilfarrado los excedentes petroleros, sino que los han colocado en el fondo petrolero noruego para su uso en el futuro pos-petróleo.

Es el fondo de pensiones más grande del mundo, aunque no es en sí un fondo de pensiones tradicional ya que tiene su respaldo financiero en las ganancias petroleras. Cuenta con 613 mil millones de dólares, lo que equivale al 1% de los mercados globales de capital. Considerando que sólo hay 5 millones de noruegos, sorprende aún más pensar que una población tan pequeña goce de un fondo tan enorme.

Noruega y la ONU

Noruega ha sido miembro de las Naciones Unidas desde la fundación de la organización en 1945. De hecho, el primer secretario general, Trygve Lie, fue un noruego. La ONU siempre ha sido uno de los pilares de la participación de Noruega en la comunidad internacional. Este país da prioridad a los esfuerzos por hacer de la ONU una organización fuerte y eficaz que sea la piedra angular del orden jurídico internacional y de un sistema mundial de seguridad, cada vez más importantes durante los últimos quince años.

.Los intereses de Noruega son un orden mundial dirigido por la ONU. Necesitamos una ONU que funcione en un ámbito global, que establezca normas y con poder ejecutivo. Todos los países miembros deben ser escuchados independientemente de su tamaño y su poder. Pero para que funcione como debe, la ONU debe trabajar de manera efectiva, tener credibilidad y suficientes recursos para desarrollar sus funciones y mantener un control adecuado de sus fondos. Por ello, Noruega apoya los esfuerzos que se están realizando para reformar la ONU.

Una ONU más eficaz

En los años 90, Noruega y los demás países nórdicos crearon el “Proyecto Nórdico de Reforma de la ONU”, que se centraba principalmente en cómo hacer la ONU más eficaz en el ámbito social y económico. Muchas de las propuestas que resultaron del proyecto se incluyeron en el paquete de reforma del secretario general. Noruega aporta las reformas y ha destacado repetidamente la falta de correspondencia entre la magnitud de las tareas que se le exige llevar a cabo a la ONU y los insuficientes recursos humanos y económicos que los países miembros proporcionan para dichas labores. Noruega ha señalado la necesidad de que los informes incluyan una mejor coordinación, tanto entre los distintos organismos especializados de la ONU como entre la ONU y el Fondo Monetario Internacional, los bancos regionales de desarrollo y el Banco Mundial.

El desarrollo social y la reducción de la pobreza

Noruega considera que los programas y organismos especializados de la ONU son instrumentos importantes para promover el desarrollo económico y social de los países más pobres. En septiembre de 2000 los líderes mundiales adoptaron la declaración del Milenio que incluía los Objetivos de desarrollo para el milenio. Estos objetivos, que incluyen la reducción a la mitad de la proporción de personas que viven en la extrema pobreza, se deben alcanzar en el año 2015, y son los principios que guían los programas de desarrollo de todo el sistema de la ONU. Desde el año 2000, otros países y organizaciones también han centrado sus esfuerzos de desarrollo en estos objetivos. Son la parte fundamental del propio Plan noruego de acción contra la pobreza y son el principio en el que se basa toda nuestra cooperación para el desarrollo.

Esfuerzos por la paz

Noruega apoya de forma activa los esfuerzos por fortalecer la capacidad de la ONU para prevenir conflictos y gestionar crisis, así como el papel de la organización en los distintos procesos de paz ya en marcha. Noruega es una de las fuerzas motoras en los esfuerzos de construcción de paz de la ONU, y fue uno de los primeros países elegidos para formar parte de la Comisión de Paz de la ONU que se estableció en 2006. Noruega contribuye en gran medida en las operaciones de paz de la ONU, un instrumento clave para la promoción internacional de la paz y la seguridad. Noruega hace hincapié en la importancia de una buena coordinación de elementos civiles y militares en las operaciones de paz de la ONU. Lo cual quiere decir que los esfuerzos militares, humanitarios y de desarrollo deben verse en un contexto mutuo y deben ser parte de una estrategia global para asegurar una paz duradera. Noruega desea asegurar la situación y las necesidades de las mujeres y se centra en la planificación y puesta en marcha de operaciones de paz y que las mujeres participen en los procesos de construcción y mantenimiento de esta. Noruega juega un papel de facilitador de resolución de conflictos en casi todas las regiones de mundo. Cuentra con centros especializados en resolución de conflictos y un grupo considerable de funcionarios con un alto nivel de formación en resolución de conflictos, diplomacia por la paz y facilitación.

Democracia y derechos humanos

El desarrollo democrático y el respeto por los derechos humanos están entre los objetivos principales de la política exterior y desarrollo de Noruega, que trabaja activamente para fortalecer el papel de la ONU en estas áreas. En concreto, Noruega hace hincapié en la protección de los civiles durante los conflictos violentos, la protección de los defensores de los derechos humanos y la protección de los derechos de las mujeres, los niños y los pueblos indígenas.

Las aportaciones de Noruega a la ONU

Las aportaciones de Noruega suman un 0,68 por ciento del presupuesto habitual de la ONU y los presupuestos de las fuerzas de paz de la ONU. No obstante, estas aportaciones regulares son muy pequeñas si las comparamos con las aportaciones que realiza voluntariamente. En 2004 las contribuciones regulares de Noruega sumaron poco menos de 130 millones de coronas (NOK) . Sus aportaciones voluntarias al sistema de la ONU (fondos, programas y organismos especializados, a excepción del Banco Mundial y los fondos de desarrollo regional) ascendían a casi 4,5 billones de coronas (NOK) en 2004. Según los propios cálculos de la ONU, Noruega es el séptimo país que más contribuye con la ONU desde el punto de vista financiero.

Noruega se encuentra también entre los mayores contribuyentes de los fondos y programas de la ONU, que son los órganos ejecutivos principales del sistema de la ONU. Noruega es uno de los mayores contribuyentes, por ejemplo, del PNUD, que coordina las actividades de los fondos y programas de la ONU en el ámbito nacional y con el que Noruega colabora muy de cerca. Noruega también está representada en los consejos ejecutivos de los fondos y programas.

Una serie de noruegos han ocupado puestos importantes en la ONU desde su fundación. Trygve Lie fue el primer secretario general, Gro Harlem Brundtland, una ex primer ministro , ha sido Director General de la Organización Mundial de la Salud, el ex ministro de asuntos exteriores, Thorvald Stoltenberg ha sido alto comisario de las Naciones Unidas para los refugiados, Jan Egeland es Subsecretario General de Asuntos Humanitarios (OCHA) y coordinador de Ayuda de Emergencia, el ex Primer Ministro Kjell Magne Bondevik es el Enviado Especial del Secretario General para la Asistencia Humanitaria en el Cuerno de África, Terje Rød-Larsen ha sido enviado especial del secretario general en Oriente Medio y ahora es el Enviado Especial para la implementación de la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad, y Geir O. Pedersen es el Representante Personal en el Sur del Líbano del Secretario General.

En la actualidad Noruega está financiando de cincuenta a sesenta jóvenes profesionales en prácticas en distintas agencias de las Naciones Unidas y cada año se nombran alrededor de quince a veinte nuevos.

* Con información del Gobierno Noruego