El cinismo de un gobierno de la fuerza pública no tiene límites, pues hablan de la seguridad de la comunidad cuando buscan por diversas formas acabarnos, nos hacen montajes judiciales, nos calumnian, nos amenazan, el paramilitarismo actúa abiertamente con la fuerza pública, la inversión social como arma para dividirnos. Durante años hemos dejado constancia y la realidad sigue igual las bases paramilitares con el ejército y la policía son los que imponen el "orden" del terror.
Ante este descaro seguimos firmes en nuestras convicciones en forma testadura por la vida, por la tierra, por acciones civiles y en búsqueda de una paz real, con una realidad de justicia y verdad. Por ello nos mantenemos en firmeza ante nuestros principios de neutralidad con los actores armados, en la consolidación de los retornos y en no cederle ni un espacio a los asesinos a los sembradores de la muerte por ello es que no nos podemos reunir con ellos, es una convicción ética y una exigencia universal, pues aceptar la injusticia de los victimarios es negar la posibilidad de dignidad de las víctimas.