El narcotráfico, los persistentes bajos precios internacionales y la apreciación de la moneda local alimentan la crisis cafetera de Colombia. Sólo en el municipio de Pereira, en el centro de la principal región de cultivos del grano, la producción cayó en los últimos 12 años de 17 mil a ocho mil hectáreas.
A pesar de la merma en la producción, este país mantiene la calidad en su café. "Después de Brasil y Vietnam está Colombia", afirmó a IPS Omar Acevedo, secretario ejecutivo de la Federación Nacional de Cafeteros, regional Risaralda.
En todo el país se calcula que los cultivos de café cubren hoy 900 mil hectáreas, 90% de ellas en manos de productores de pequeña escala, que en promedio trabajan cinco hectáreas, según datos oficiales. Este grano ocupa el tercer lugar entre las exportaciones colombianas, con 7% del total, después del petróleo y el carbón.
La crisis del sector afecta a unas 550 mil familias en este país con 44,5 millones de habitantes.
Escribe Helda Martínez.