En abril de 2003 se inauguró en Quimilí la primera radio comunitaria del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), instalada con la ayuda de los fundadores de la FM porteña La Tribu. Ernesto Lamas –uno de ellos– lo va a recordar rumbo a Las Lomitas: “Hace ocho años llegó a La Tribu un documento del Mocase en el que hacían una feroz autocrítica por no saber cómo comunicar lo que hacían, y una alternativa era armar una radio”. A principios de 2000 miembros del Mocase se reunieron con directivos de La Tribu, y después de superar algunas desconfianzas (llegaron a preguntarnos: “¿Pero ustedes no nos quieren usar, no?”, dice Lamas), el proyecto –que consiguió financiación de municipalidades andaluzas– derivó en la instalación de cinco radios. Tres ya están funcionando y son operadas, en algunos casos, por campesinos que aprendieron a leer y escribir empujados por las ganas de salir al aire. Entre ellas está la flamante Paj Sachama, allí donde la electricidad no llega pero el sol sí: es la primera radio comunitaria a energía solar en la Argentina.