Una visión desde la economía política y la geopolítica
Globalización o imperialismo

El mundo se enfrenta actualmente al uso ilimitado del poder militar por parte de los EEUU y al ataque del imperialismo contra todas las reacciones y resistencias sociopolíticas a la expansión de las multinacionales

César Jerez - Prensa Rural

La globalización es un proceso económico, la globalización hace que cada vez haya más países que intercambien una cantidad cada vez mayor de bienes y de servicios. La "lógica" de la globalización impone la eliminación de todo lo que puede frenar los intercambios comerciales: aranceles aduaneros, tasas, leyes y reglamentos proteccionistas del mercado interno, etc. Esto acarrea el desmantelamiento del sector económico controlado por el Estado en los países empobrecidos del sur. La globalización es sinónimo de privatización de todo lo que generalmente controla el Estado (electricidad, teléfonos, agua, energía, ferrocarriles, autopistas, compañías aéreas, educación, salud, recursos naturales, minerales, biodiversidad, etc.).

La globalización es un proceso de especulación financiera. Lo que más circula en el mundo, sin ningún tipo de trabas, son los capitales. Aproximadamente 2 billones de dólares cada día. Hay que saber que la economía real, la que crea empleos y produce bienes, representa sólo 4 billones de dólares diarios. Es decir que equivale apenas a dos días de actividad económica mundial, la cual durante 363 días al año es puramente financiera (Ignacio Ramonet, 2002).

Lo que más se compra y se vende no son los bienes y servicios, sino las divisas: el dólar, el franco suizo, el yen y el euro. Lo que da lugar a una especulación de grandes proporciones. Que enriquece a aquellos que tienen capitales para participar en esta especulación. De tal forma los ricos son cada día menos numerosos pero más ricos, y los pobres cada vez más numerosos y mucho más pobres. En la era de la globalización, la terrible realidad social de nuestro planeta es que hay apenas unos 500 millones de personas que viven dignamente, mientras que los que se encuentran en la pobreza son 5.500 millones de personas.

Con la globalización, los únicos países en posición de determinar las reglas son aquellos que controlan las organizaciones de comercio mundiales y las instituciones financieras internacionales (FMI, Banco Mundial, OMC, BID). Aquellos que están arriba establecen las reglas para aquellos otros que están debajo. La aplicación desigual de las reglas comerciales es resultado de la naturaleza imperialista de la globalización capitalista.

Globalización o prosperidad imperial y recolonización del Tercer Mundo

Los EEUU han mantenido durante casi una década un crecimiento sin precedentes; sus corporaciones multinacionales -CM- representan cerca del 46% de las 500 corporaciones más importantes del mundo, y las CM estadounidenses están expandiendo su poder por medio de adquisiciones. Las CM de EEUU han incrementado parte de sus ganancias en el mundo, del 36% al 43% en menos de una década. Once de las 13 casas financieras de inversión están controladas por banqueros inversionistas de EEUU. Los EEUU y Europa Occidental se han expandido, mientras el resto del mundo se ha sumido en una crisis. Esos dos hechos están interconectados. Los inversionistas y gobiernos de Europa y EEUU han presionado al resto del mundo para que desregulen sus economías, abran sus sistemas financieros y privaticen empresas lucrativas públicas. Estas políticas han llevado a un pánico especulativo, a una sobreproducción y a una crisis económica, mientras los inversionistas de EEUU y de Europa aseguraban ganancias, compraban activos nacionales de un modo barato y, lo que es más importante, cambiaban fundamentalmente la estructura de toma de decisiones en las economías acosadas por la crisis. La crisis ha llevado a una recolonización. Deberíamos hablar de una "crisis nacional" en el Tercer Mundo, la cual resulta ser la prosperidad imperialista del Primer Mundo (James Petras, 2002).

La expansión del capital y la crisis del Tercer Mundo no pueden ser explicadas con la teoría de la globalización y de las naciones interdependientes unidas por las multinacionales. No existe una interdependencia equitativa, porque un conjunto de ventajas para un país es un conjunto de pérdidas para otra región, existe un desarrollo desigual. Las estructuras de decisión están concentradas en manos de multinacionales y de Estados arraigados en algunas naciones poderosas. Más del 80% de las decisiones de base de las CM referentes a investigaciones de inversión y al desarrollo están tomadas en las oficinas del país al que pertenecen. La concentración de decisiones afecta a los flujos de capital, a ganancias, rentas, intereses y a las condiciones de estrategias de comercio. La teoría que explica la prosperidad de las economías de los EEUU y de Europa y la crisis del Tercer Mundo, está en la teoría del imperialismo que define al "estado-nación" imperial como centro del poder y de la toma de decisiones, así como en relaciones desiguales en beneficio de los países centrales (James Petras, 2002).

De tal forma, la globalización no es más que la maduración y profundización del proceso de internacionalización del capital. Se trata, sin embargo, de un hecho predecible. Marx y Engels, en el Manifiesto del Partido Comunista de 1848, formularon estas consideraciones, la gran industria de principios del capitalismo creó el mercado mundial, imprimió un gran impulso al comercio y a las comunicaciones, y dio a la producción y al consumo un entorno mundial que destruyó las industrias nacionales y las sustituyó por otras que utilizaban materias primas de países lejanos y cuyos productos se vendían en todas partes del mundo; de esta manera el mercado nacional había sido sustituido por una red de comercio internacional que unía a todas las naciones por vínculos de interdependencia.

Las condiciones concretas en que se dio la globalización posibilitaron el fortalecimiento del capital financiero transnacional y el afianzamiento de su dominio económico y político sobre las demás clases y sectores sociales al interior de las potencias imperialistas, y la aparición de una fase neocolonial de subordinación, de expoliación y saqueo de éstas sobre los demás países del mundo.

¿El final del neoliberalismo?

La crisis actual del Tercer Mundo es observada por algunos analistas como el "final del neoliberalismo", teniendo en cuenta el colapso de los mercados financieros, la recesión económica y la dolarización. No obstante, la realidad es diferente: la persistencia de los regímenes neoliberales y la introducción de medidas neoliberales novedosas y más radicales han acelerado la privatización y la desnacionalización de las economías, y han propiciado el proceso de despidos masivos de los trabajadores del sector público y del privado. La crisis del capitalismo se ha convertido en una oportunidad, para los regímenes neoliberales, de reconcentrar el poder en manos de los empresarios. Los despidos son masivos y es intensa la presión para que la producción sea mayor con menos trabajadores que ganan salarios más bajos. El capitalismo muestra algunos signos de recuperación, mientras la crisis se profundiza en el desempleo, los ingresos bajos y la desaparición de los servicios sociales. Las "innovadoras" medidas neoliberales y las privatizaciones hacen "progresar" los indicadores macroeconómicos a expensas de los trabajadores asalariados. El "final de la crisis económica" significa la precarización del trabajo y la pauperización del nivel de vida en general y la eliminación de servicios públicos sociales para los obreros y el campesinado.

La globalización capitalista en América Latina durante las últimas dos décadas han sido un período de prosperidad sin precedentes de los bancos y de las multinacionales de EEUU, así como de un poder político y militar avasallante. La dinámica del desarrollo del capitalismo en América Latina se determina a partir de la intervención imperialista.

Hay una creciente evidencia de la hegemonía de Estados Unidos sobre el proceso global de acumulación capitalista. “A lo largo de los noventa el capital estadounidense y su estado imperial han incrementado su peso y posición en la economía global. 224 de las 500 CM más importantes son ahora norteamericanas (contra 222 de hace sólo un año); y de las 100 más grandes CM en el mundo, 60 son gringas. En lo que respecta a América latina, 10 de las 20 más importantes son propiedad norteamericana”.

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