Persecución militar y paramilitar contra el campesinado del Catatumbo

por Marcos E. Rodríguez
Colectivo Brecha

29 de noviembre de 2005


El ministro de In-Justicia, Sabas Pretelt, y el delegado de la OEA Sergio Caramagna, en el espectáculo público de "desmovilización" del Bloque Catatumbo, donde Salvatore Mancuso pidió perdón... a los Estados Unidos.

Gracias al despliegue mediático dado por los medios masivos de comunicación, todos los colombianos recordamos aquella imagen de Salvatore Mancuso, el 10 de diciembre de 2004, dando la mano al Comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo en el corregimiento de Campo Dos, municipio de Tibú (Norte de Santander), en lo que fue la "desmovilización" y regreso a la "vida civil" del líder paramilitar. En esa ocasión, junto a Mancuso y a alías 'Camilo', otros 1.400 hombres del Bloque Catatumbo de las AUC se desmovilizaron, y en ese entonces se pensó que el sueño de paz, aquel del poeta Tirso Vélez, por fin se haría realidad. ¡Qué lejos este ideal de la triste realidad del Catatumbo!

Lo que trajo la supuesta "desmovilización" fue la continuidad de la zozobra y el miedo para los habitantes de los 12 municipios que conforman la región del Catatumbo, pues inmediatamente se generó toda una estrategia de copamiento tanto militar como paramilitar de las áreas de influencia de este grupo, siendo las únicas perjudicadas las comunidades campesinas.

Las Águilas Negras

Varias ONG han denunciado que estructuras paramilitares se han movilizado desde el sur del Cesar hasta el alto y medio Catatumbo para ocupar los territorios dejados por el antiguo Bloque Catatumbo. Tal es el caso de los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra y Teorama, donde los paramilitares han cometido asesinatos, retenciones, robos y masacres. Una de estas últimas ocurrió en el corregimiento de Santa Inés (El Carmen), en el pasado diciembre, ejecutada por hombres del Bloque Norte, al mando de alias 'Jorge 40' [Rodrigo Tovar Pupo, nota de Prensa Rural], de la cual la mayor preocupación que generó en las autoridades civiles y militares fue el hecho de que se señalara a miembros desmovilizados, lo cual salieron a desmentir inmediatamente, atacando a las ONG denunciantes, pasando totalmente a un segundo plano las seis personas asesinadas.

Igualmente ya se presentan señalamientos por parte de la comunidad de la presencia en la zona del grupo paramilitar Las Águilas Negras, el cual dicen los pobladores es conformado por antiguos desmovilizados que: "como el gobierno no les cumplió lo pactado en Campo Dos, (...) volvieron a delinquir, conformando (...) Las Águilas Negras, nuevo grupo que ya está operando en el Catatumbo y a quienes el ejército promueve y respalda".

Son numerosos los señalamientos y denuncias hechas por los campesinos sobre la promoción y respaldo a este grupo dado por el ejército, es así como existen reiterados testimonios de habitantes de la vereda El Suspiro sobre militares indicando que entre la tropa que ejecuta la operación Fortaleza II se encuentran miembros de este grupo armado, y cómo éste entraría a las poblaciones una vez se vaya la tropa.

Respecto al accionar paramilitar en el Catatumbo el Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez, en el marco del Foro Nacional por la Vida del Nororiente indicó: "los paramilitares se hacen llamar Las Águilas Negras y son los que han empezado a asesinar a los desmovilizados y tienden a hacer presencia desde el municipio de El Zulia, pasando por Tibú y hasta el municipio de El Tarra".

Asimismo, hoy 29 de noviembre en Bogotá, durante el lanzamiento de la publicación sobre derechos humanos en Cúcuta, "Paz, te han vestido de negro", Wilfredo Cañizares, integrante de la Fundación Progresar, indicó que: "El grupo paramilitar Las Águilas Negras, además de estar conformado por antiguos desmovilizados, cuenta en sus estructuras con integrantes del Bloque Central Bolívar y del Bloque Norte de las AUC" y además: "se puede decir que Las Águilas Negras han pasado a la historia, pues estas estructuras (Bloque Central Bolívar y Bloque Norte) han empezado a operar en la zona, variando su accionar para no hacerse evidentes, por ejemplo, no efectuando retenes en las carreteras, ni teniendo un contacto constante con la población civil en zonas urbanas". Ante esto vale la pena preguntarse si la finalidad de las desmovilizaciones es el cese del accionar paramilitar o simplemente desmantelar las estructuras más visibles, continuando con el control de las zonas.

La operación militar Fortaleza II y la persecución contra el campesinado

La operación militar Fortaleza II dio inicio en la región el 29 de agosto de 2005 y está orientada a contrarrestar el accionar de los grupos insurgentes, aunque quienes se han visto golpeados por esta operación son los líderes comunitarios y las comunidades campesinas. "Fortaleza II comienza con bombardeos y ametrallamientos aéreos indiscriminados en veredas como Río Chiquito, Caño Negro, Morro Frío, Barranca, El Brandy, y El Suspiro", dicen los habitantes del Catatumbo, además manifiestan que: "El 9 de septiembre tropas del ejército detienen cerca de la finca La Vaquera al joven Édgar Enrique Abril, de 23 años, natural de Aguachica (César) quien finalmente es asesinado por el mismo ejército. A Édgar le colocaron una pistola y un radio de comunicaciones, haciéndolo pasar por comandante de la guerrilla".

También denuncian las comunidades que han sido asesinados desconociendo los móviles y los autores, entre otros N. León y su hijo, en el mes de septiembre, y Germán Contreras, el 1 de noviembre, quien se desempeñaba como agricultor.

Igualmente el diario La Opinión, en su edición del pasado jueves 24 de noviembre de 2005 indicaba el asesinato del campesino Ahyesser Contreras Mora, de 28 años, en el corregimiento El Aserrío (Teorama). Contreras Mora fue sacado por hombres armados de la finca en que laboraba, quienes posteriormente le propinaron varios disparos.

Por otra parte, el pasado 21 de noviembre hombres del ejército nacional detuvieron ilegal y arbitrariamente, en el casco urbano del municipio de El Tarra a Ángel Amariles Mejía, integrante de la Asociación Comunal de La Trinidad (Convención). Don Ángel se dirigió a El Tarra a participar de un evento sobre bienestar social en la región, desde hace 15 años es líder en la zona y se desempeña como secretario de la junta comunal de La Trinidad. Actualmente está detenido en las instalaciones del Grupo Mecanizado No. 5 Maza, en Cúcuta, sindicado de rebelión, aunque en su contra no existe orden de captura, lo que representa una violación a los artículos 28 y 29 de la constitución política de Colombia, por lo cual exigimos sea puesto en libertad.

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