San Pablazo: Sublevación contra Policía y paramilitares en el Sur de Bolívar

por Camilo Rueda y César Jerez
Agencia Prensa Rural

San Pablo y Bogotá, 21 de abril de 2005

Ilustración de Matiz para Prensa Rural.

A esta hora, 7:30 pm, más de 500 manifestantes mantienen enfrentamientos con la Policía, los uniformados se han encerrado en el cuartel y lanzan gases, balas de goma y balines contra los alterados habitantes de San Pablo.

El levantamiento se produjo desde el mediodía de hoy, 21 de abril, durante el funeral de un muchacho asesinado el día de ayer a las 2:00 pm por sicarios paramilitares en pleno casco urbano del pueblo, donde hace presencia la Policía.

Se trata del comerciante Jesús Pinzón, conocido popularmente como el 'Chiqui', de 27 años de edad. El asesinato se presentó a dos cuadras del puerto fluvial sobre el río Magdalena y a escasos metros del cuartel de Policía.

Los enfurecidos manifestantes, entre quienes se encuentran personas que llegaron al sepelio desde Santa Rosa y Simití, gritan consignas que relacionan a la Policía con los paramilitares en hechos delictivos.

El alcalde recién electo, Cristóbal Vanegas, viajó el día de hoy a Alemania. El secretario de Gobierno ha asumido el cargo. En un improvisado consejo de seguridad se ha decidido decretar el toque de queda y la ley seca desde las 5:00 pm. La alcaldía se encuentra rodeada por policías que recibieron 100 refuerzos desde la ciudad de Barrancabermeja.

Una tanqueta de la Policía persigue a los sublevados por todo el pueblo. La gente continúa protestando de manera desorganizada. Se siente un sentimiento de indignación general. Hombres y mujeres levantan barricadas en las esquinas.

No se ha podido precisar el número de heridos, a causa principalmente de balas de goma, de cápsulas de gas y de balines disparados a quemarropa por la Policía hacia los pobladores. Entre la población circula la versión no confirmada aún del fallecimiento de una niña a causa de los gases.

Los hechos de hoy recuerdan el San Pablazo del día 8 de marzo del 2004. Luego de conocerse el crimen del conocido comerciante Fidel Peña, la población se sublevó quemando 12 vehículos, 12 motos de uso de los paramilitares, asi como cinco viviendas que tenían en arrendamiento y utilizaban como sus cuarteles.

Luego la población enardecida procedió a apedrear e intentó el incendio del puesto de Policía del municipio y de la sede de la alcaldía municipal. En esa oportunidad los pobladores denunciaron el vínculo estrecho entre el Ejército, la Policía y paramilitares del Bloque Central Bolívar.

El alcalde de entonces tuvo que ser sacado de debajo de la cama y evacuado junto con los policías hacia Barrancabermeja, para evitar un linchamiento.

 
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