Una vez más los campesinos del sur de Bolívar se ven expuestos a los rigores de la guerra por las imprudencias de la Fuerza Pública, imprudencias que en el marco del conflicto político, social y armado que vive el país se convierten en claras violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH). El hecho al que hacemos referencia es a la utilización de las viviendas de los civiles como lugar de refugio por parte de los militares.

El pasado miércoles 6 de febrero tropas del Batallón Nueva Granada en la vereda Alto Cañabraval del municipio de San Pablo, sur de Bolívar, en horas de la noche después de que los campesinos terminan su día y se disponen a descansar en sus casas, los soldados aprovechando que no hay quien les reproche su proceder, acamparon en la casa de la familia de Erasmo González Olivella, miembro de la ACVC ya fallecido. Quienes viven allí al salir de sus habitaciones se encuentran con que la sala de su casa se ha convertido en campamento militar por parte de los soldados del Batallón Nueva Granada.

Le recordamos a los miembros de las Fuerzas Militares que dado el conflicto armado que enfrenta el país y en especial zonas como el sur de Bolívar, su proceder se constituyen en una clara violación al DIH y en específico al principio de distinción, pues al ser utilizados los bienes civiles por alguna de las partes en conflicto, éstos se ven expuestos a ser atacados por el contrincante, poniendo así en riesgo la vida de los civiles que habitan allí.

La presencia del Ejército en la zona hace parte del inicio de la erradicación manual que se pretende adelantar en las próximas semanas en el sur de Bolívar, con lo cual se aumentan los operativos militares e infortunadamente los atropellos contra los civiles: los retenes de control han aumentado impidiendo que los campesinos lleven a sus casas la gasolina necesaria para el funcionamiento de algunas herramientas de trabajo y los motores que proporcionan luz eléctrica en las veredas de la región, bajo el argumento de estar controlando la entrada de insumos para el procesamiento de la coca. Así mismo, han puesto a circular rumores sobre próximos bloqueos alimentarios y sanitarios por parte de la Fuerza Pública. En las reuniones comunitarias en las que participa la ACVC, la comunidad comenta que los militares mencionan que el bloqueo aumentará y que próximamente se impedirá el paso de víveres y medicamentos, lo que ha generado temor en la población por la posibilidad de ver restringido su acceso a bienes esenciales para su subsistencia, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores. Vemos aquí otra herramienta de guerra para crear terror en la población campesina: el rumor.

La Asociación Campesina del Valle del Cimitarra le exige una vez más a las Fuerza Pública el respeto al DIH, y espera que el inicio de la erradicación de cultivos de uso ilícito no se convierta en la excusa para continuar violando los derechos humanos y el Derecho internacional Humanitario de las comunidades campesinas.