El año 2008 estubo marcado en su inicio por la liberación de los rehenes colombianos. Gracias a la mediación del presidente Hugo Chávez, dos mujeres retenidas durante varios años fueron liberadas. La primera, Clara Rojas, pudo luego encontrarse con su hijo, nacido en cautiverio de padre guerrillero. La segunda, la parlamentaria Consuelo de González, trajo mensajes y regalos de parte de los otros retenidos que no tuvieron la suerte de ser liberados.

Una lectura somera de la realidad colombiana podría hacernos pensar que existe en este país una democracia que debe hacer frente a la agresión terrorista. En realidad, el conflicto social y armado que vive este país es consecuencia de la injusticia social; tanto el estado como la gran burguesía local cuentan con el apoya de los Estados Unidos y todos ellos se benefician de la guerra. No desean poner fin a la guerra porque ella les da poder y les permite enriquecerse.

Los medios masivos de comunicación, por ejemplo, ocultan que cada año, en el mundo, de diez sindicalistas que son asesinados, nueve son colombianos. Que el conflicto ha desplazado a 3,9 millones de personas, que hay cuatro millones de exiliados, 30 mil secuestrados, de los cuales menos de 1/3 por las FARC y 30 mil víctimas de desapariciones forzadas esencialmente por acción de los grupos paramilitares: que tanto el ejército como los paramilitares practican el terrorismo contra la población.

La guerra contra el terrorismo y la droga en Colombia, dirigida por los Estados Unidos, se lleva a cabo contra la oposición y en favor de los aliados de los Estados Unidos y del gobierno de Uribe.

Acuerdo humanitario para el intercambio de prisioneros

La sociedad colombiana, así como los familiares de los retenidos y de los prisioneros, aspiran a un acuerdo entre el gobierno y la guerrilla para que sean liberados todos quienes se encuentran privados de la libertad a causa del sangriento conflicto.

Lo que se juega en el conflicto armado en Colombia y el intercambio humanitario sobrepasa las fronteras y compromete un continente en pleno auge democrático.

Maurice Lemoine, francés periodista y jefe de redacción de Le Monde Diplomatique, escritor y viajero comprometido, especialista de la situación política en América Latina, sobre todo, de Colombia y Venezuela.

Alberto Pinzón Sánchez, colombiano, antropólogo, cirujano, fue también miembro de la Comisión de notables durante las negociaciones del fallido proceso de paz (1999-2002) entre la guerrilla FARC-EP y el gobierno colombiano.

IHECS

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¡Una noche de información imprescindible!

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