La erradicación de cultivos ilícitos sin la implementación de proyectos agrícolas que les permita a los campesinos del Catatumbo subsistir y la habilitación de zonas de reservas campesinas, son dos de los siete puntos que consignaron más de 3.200 habitantes de esa zona en un documento que entregaron al gobernador Edgar Díaz Contreras, en medio de protestas y enfrentamientos de la comunidad con la fuerza pública en la madrugada de ayer.

La visita del viernes del ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán Heredia, quien presidió un foro agrario en Ocaña y además tenía prevista en Cúcuta una reunión con una comisión de la Asociación de Campesinos del Catatumbo (Ascamcat), que al final no se consolidó por fallas en el avión del titular de esa cartera y de Ocaña se desplazó a Bogotá, caldeó los ánimos de la comunidad.

Pese a este hecho, el gobernador Díaz Contreras se reunió con el alcalde de Tibú,Gustavo León Becerra, además de concejales y líderes de Ascamcat. “Escuchamos las peticiones y muchas de ellas no dependen del departamento sino del Gobierno Nacional”.

El argumento de la comunidad es que erradicar por erradicar no lleva a nada y antes deben brindarse oportunidades a las familias campesinas para aprovechar de otra manera sus terrenos.

“Estamos convencidos de que el Estado debe contribuir para que no se rompa la cadena productiva y garantizar que los campesinos vendan las cosechas. Si no hay estabilidad económica de nada sirve erradicar”, argumentó Díaz Contreras.

La petición que hizo el departamento al Ministerio de Defensa por medio de un oficio fechado del 14 de junio, para tratar de controlar el orden público, es la congelación por dos meses de la erradicación de cultivos ilícitos y en ese tiempo buscar una solución concertada con la comunidad.

En dicho documento se reseña la gravedad de los hechos registrados en Tibú, las lesiones de civiles y policías, los daños materiales en viviendas incluida la Alcaldía y la casa del alcalde León Becerra. Además de la destrucción de los archivos de la Fiscalía General de la Nación.

Las peticiones

Ascamcat, en siete puntos, consignó las exigencias que hace el Gobierno Nacional.

 Convocar a una mesa de interlocución entre los campesinos y el Gobierno Nacional en la que participen los alcaldes y personeros de los siete municipios del Catatumbo, el gobernador Díaz Contreras, los ministros de Agricultura, Interior, Minas, Defensa y Ambiente. Además del Incoder, organizaciones defensoras de derechos humanos y la Defensoría del Pueblo, entre otros.

 La declaración de una zona de reserva campesina en el marco de las obligaciones que tiene el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) de acuerdo con la Ley 160 de 1994 y el Decreto 1777 de 1996.

 Establecer la ruta de financiación de proyectos priorizados en el plan de desarrollo de la zona de reserva campesina.

 La suspensión de la erradicación de cultivos ilícitos y la implementación de un programa de sustitución gradual y concertado con la comunidad.

 La mitigación de la crisis alimentaria como consecuencia de la erradicación de cultivos de coca otorgando un subsidio de $1,5 millones mensuales a las familias afectadas. Para ello se establecería un diagnóstico que arroje a los beneficiarios.

 Suspender los proyectos de minería y respetar el derecho de la comunidad a participar en las decisiones que les afecten.

 En aras del respeto a los derechos humanos la Presidencia debe reconocer el carácter civil de quienes pertenecen a Ascamcat. Impulsar investigaciones judiciales por la violación de derechos humanos y crear una comisión de verificación que se desplace a la zona.

Disturbios en La Cuatro

“Eran como las 6:30 de la mañana cuando escuchamos unas explosiones. Por la ventana vi mucho humo blanco y se entró al a casa afectándome la visión. De repente la a gente empezó a correr de un lado y gritaban: “se nos metieron…se nos metieron”.

Ese fue el relato de uno de los habitantes del sector La Cuatro, sitio donde ayer en la madrugada se produjeron enfrentamientos entre miembros del escuadrón antidisturbios y los campesinos.

Ese caserío es uno de los puntos de concentración más grandes de las protestas, en las que participan más de 3.200 campesinos, según lo manifestado por José del Carmen Abril, fiscal de Ascamcat.

“Se espera que se sumen más campesinos de la parte alta de Convención, San Calixto, Teorama y el Carmen”, dijo.

Fuentes consultadas por La Opinión dan cuenta que solo de La Gabarra se desplazaron desde hace varios días más de 2.000 personas para unirse a las protestas en Tibú. Por esa razón en el corregimiento solo permanecen la Policía, el Ejército y unas cuantas mujeres y niños en las casas.

“Tras los gritos y la confusión que se armó en La Cuatro, vinieron los gases lacrimógenos y los campesinos le respondieron a la fuerza pública con piedras y mechones. Unos corrían a refugiarse en el sector conocido como La Aduana y otros para Tibú. En medio de ese desorden se quemó la casa de don Teodoro y como pudimos se apagó”, dijo un habitante.

De acuerdo con la comunidad de esa zona, los que no pudieron salir del caserío fueron incitados por el Esmad para que salieran a las cales y le dieron patadas a las puertas. “Sobre el medio día se calmó la situación y quedó el rastro de una batalla campal y el olor a gases en el ambiente”.

Reacción de Ascamcat y Movice

Los campesinos que protestaron ayer en Tibú impidieron el ingreso de cualquier persona al municipio y la prensa no podía acercarse ni a 10 metros del punto de concentración.

La situación se presentó porque el Esmad buscaba recuperar la vía Cúcuta-Tibú, la cual estaba bloqueada desde el lunes por la noche.

Jackson Acevedo, integrante del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), denunció que en la misión de la fuerza pública de recuperar el control de la vía, se quemaron tres viviendas y varias parcelas de los campesinos.

José del Carmen Abril, representante de Ascamcat, manifestó que cuatro personas resultaron heridas y dijo que los actos de agresión de la fuerza pública son expresiones de terrorismo contra los civiles.

“No es justo que luego de tener una reunión con el gobernador hasta la medianoche del viernes buscando una salida negociada, en la madrugada del sábado el Esmad arremete contra la comunidad”, dijo.