La crisis humanitaria del Nordeste Antiqueño se agudiza. Desde abril del año pasado, el Sistema de Alertas Tempranas emitió informe de riesgo N° 002-12A.I. para los municipios de Zaragoza, Remedios y Segovia, en el cual se alertó sobre la situación de alto riesgo en la cual se encuentra la población debido a la dinámica de confrontación armada entre estructuras paramilitares que se disputan el control del territorio, a saber los Urabeños y los Rastrojos, motivada por intereses económicos sobre la región que se concentran en el control de la explotación minera aurífera y el uso de la zona como corredor estratégico, y facilitada por los altos niveles de abandono estatal y pobreza que predominan en la región manteniendo a sus pobladores rurales en situación de confinamiento.

Este informe emitió una serie de recomendaciones que debían ser adoptadas por las entidades del orden nacional, regional y local para mitigar el escenario de riesgo y brindar garantías para la protección de los derechos humanos de las comunidades rurales y urbanas de los tres municipios, con énfasis en poblaciones identificadas en alto riesgo como los mineros artesanales. Al día de hoy la violación a derechos humanos y las Infracciones al Derecho Internacional Humanitario en la región del Nordeste Antioqueño continúan, sin adoptar medidas eficaces para dar cumplimiento a las recomendaciones emitidas.

A los hechos violentos producto del accionar de las estructuras paramilitares presentes en la zona, se suma los empadronamientos ilegales, la estigmatización y los señalamientos a campesinos y líderes sociales por parte de la fuerza pública, específicamente las tropas adscritas al Batallón Calibío del Ejército Nacional, de la Décima Cuarta Brigada. Estos hechos se pudieron constatar el pasado 24 de julio a las 5 pm, cuando por el punto llamado Base del Pollo, donde se encuentra la brigada del Ejército Nacional y donde constantemente llevan a cabo retenes militares, fueron hostigados los líderes sociales Melkin Castrillón Y Ramiro Ortega de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra -ACVC junto con el líder campesino, Carlos Morales de la corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño , CAHUCOPANA, quienes se dirigían a la vereda Plaza Nueva.

CAHUCOPANA alerta sobre la grave situación humanitaria que atraviesa el nordeste antioqueño, denuncia la estigmatización y el hacinamiento real, en el que se encuentran los campesinos como resultado de los atropellos que comete el Ejército Nacional, y que dan cuenta del decomiso de mercados, enceres y medicamentos de uso de la población rural.

Responsabilizamos al Estado colombiano en cabeza del señor Juan Manuel Santos, por la ausencia de garantías para la protección de la vida, la libertad e integridad personal y el acceso a los derechos fundamentales de los pobladores urbanos y rurales del nordeste antioqueño.