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Colombia: la internacionalización de la paz
Guerra contrainsurgente, política fronteriza y los Estados Unidos
Freddy Ordóñez / Jueves 17 de abril de 2008
 

Como ya se sabe el 1 de marzo de este año, en horas de la madrugada, en una operación militar realizada por el Ejército colombiano con colaboración de Fuerzas Militares Estadounidenses [1], en territorio ecuatoriano, fue atacado un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo, FARC – EP, en los hechos fueron asesinados 17 personas [2], entre ellos el integrante del secretariado de dicha organización y responsable de la comisión internacional, Raúl Reyes.

El Ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, a nombre del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, manifestó en un primer comunicado que los guerrilleros colombianos atacaron a los efectivos nacionales desde territorio ecuatoriano, razón por la cual se procedió a asaltar a los insurgentes y a incursionar en el territorio del vecino país [3], posteriormente ante la evidencia de la violación de la soberanía ecuatoriana y la indefensión de los guerrilleros durante los hechos, el Ministerio de Relaciones Exteriores sostuvo que “Colombia no violó soberanía sino que actuó de acuerdo con el principio de legítima defensa” [4], mismo argumento esgrimido por el gobierno Bush para actuar a nivel internacional contra países como Afganistán, Irak y los calificados como “aliados del terrorismo”.

Los engaños y la forma de proceder del gobierno colombiano hicieron que el gobierno de Ecuador rompiera relaciones diplomáticas con Colombia, y que Venezuela, como principal frontera con nuestro país, cuyo gobierno es cercano política e ideológicamente al de Rafael Correa en Ecuador y diametralmente opuesto al de EEUU, rompiera relaciones diplomáticas con Colombia. Los dos gobiernos, ecuatoriano y venezolano, militarizaron las fronteras, y la incursión de tropas colombianas en el vecino país fue cuestionada en general por diferentes gobiernos en Latinoamérica, entre otros por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba [5]. Solamente el gobierno de los Estados Unidos fue quien estuvo de acuerdo con el accionar de las tropas colombianas, lo que devela una real posibilidad de la participación norteamericana en el operativo.

Los EEUU y Latinoamérica: Los inicios de la intervención


Los inicios de la intervención norteamericana en los asuntos latinoamericanos se remontan al gobierno de T. Roosevelt, con la política abiertamente imperialista conocida como Big Stick, después, W. Wilson usó el término “diplomacia misionera”, como una nueva forma de llamar al intervencionismo, con el cual se pretendía promocionar la democracia electoral norteamericana en la región. Ya en 1947 se adopta en el marco de la Conferencia de Río Janeiro el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca, subordinación militar de la región al país del norte [6], de igual manera la continuidad de las relaciones EEUU – Latinoamérica fueron enfocadas en impedir la influencia del Bloque Soviético en la región, así como de evitar y tumbar a gobiernos populistas o líderes populistas no adeptos a Norteamérica, para señalar solo un caso: el magnicidio del caudillo Jorge Eliécer Gaitán a manos de la CIA, al tiempo que en Bogotá, se consolidaba la OEA durante la 9° Conferencia Panamericana. Posteriormente en los 90 se enfocó la intervención norteamericana en Colombia, así como en el área andina en la “lucha contra las drogas”, época recordada principalmente por la Cumbre de Cartagena, a la cual asistieron los delegados de los gobiernos de EEUU, Colombia, Perú y Bolivia, y cuyas principales conclusiones fueron la militarización del tema de control de la producción de coca, en el área andina, la subordinación de las tropas de los países suramericanos a los designios de la Casa Blanca y los “subsidios” y apoyos gringos a los países andinos como contraprestación por la guerra antidrogas. La intervención estadounidense continuó con el Plan Colombia y los posteriores planes “antidrogas” cuyo fondo era realmente antisubversivos.

Como se observa la influencia gringa en la política internacional latinoamericana obedece sin duda a la configuración de los intereses del país del norte sobre la región, esto ha llevado a ser asumida por los países andinos más allegados al Imperio la concepción realista [7] de las relaciones internacionales, éste es el caso de Colombia.

El conflicto colombiano ha tenido una especial importancia para Washington, desde muchos años atrás, en el marco de los intereses de seguridad para ese país [8], adecuando la confrontación Gobierno – Insurgencia a los temas especiales de la agenda internacional de los EEUU para Latinoamérica, tal como lo describe el investigador Adrián Bonilla:

Los intereses de seguridad nacional estadounidenses concebidos en términos realistas para prevenir la presencia soviética en el Hemisferio, que condicionaban el conjunto de la agenda, dejan paso a temas más allegados a los valores y a la sociedad civil. Sin embargo, la inercia de la racionalidad de la seguridad nacional sigue pesando en la construcción de termas especiales como el narcotráfico, el terrorismo o la delincuencia internacional. En estas circunstancias […] para la mayoría de Estados latinoamericanos el procesamiento de la política exterior estadounidense es reactivo, y éste ha sido el caso de los países andinos. Es decir, la agenda normalmente se construye alrededor de los intereses, las iniciativas y las políticas de la parte más fuerte de la relación [el gobierno norteamericano], quedando como estrategias locales la posibilidad de vincular temas que permitan ganar espacios en ámbitos distintos de interés latinoamericano [9].

Es así como Estados Unidos pone sobre la mesa los temas de primer orden en sus intereses nacionales, tal como son su Seguridad Nacional y la de sus aliados, su prosperidad económica y la seguridad de sus ciudadanos tanto fuera como dentro del país. A estos intereses y sus respectivas metas es funcional la diplomacia latinoamericana, teniéndose que en materia de seguridad los rumbos dados en las relaciones con el país del norte han sido de lucha anticomunista y antisubversiva a lucha antinarcóticos y de ésta a lucha antiterrorista; e igualmente en materia económica han ido de apertura neoliberal, flexibilización de mercados, liberalización de la economía, a Tratados Promoción y Protección de Inversión Extranjera (TPPI), de éstos a acuerdos regionales de libre comercio (NAFTA, ALCA, CAFTA) y de estos últimos a TLC’s, siempre buscando la ventaja y favorabilidad para el gobierno norteamericano.

Colombia, guerra contrainsurgente, política fronteriza y los Estados Unidos

Los diferentes gobiernos colombianos han enfrentado a los grupos insurgentes en el territorio nacional (mediante confrontación militar, inteligencia, golpes a sus finanzas, etc), limitando el escenario internacional al “lobby político”, a la búsqueda de recursos económicos, y al restar espacios a las diferentes estructuras que realizan trabajo de “cancillería” para las FARC – EP y el ELN. Durante el gobierno Uribe, esa estrategia en el escenario internacional ha cambiado, realizándose también operaciones militares en los países fronterizos, como el ataque al campamento de Raúl Reyes, y la captura del canciller de las FARC, Rodrigo Granda en la República Bolivariana de Venezuela.

La confrontación entre guerrillas y FFMM durante el actual gobierno se ha incrementado, en el marco de la “política de seguridad democrática”, lo que ha hecho que las guerrillas, especialmente las FARC, se replieguen en retaguardias estratégicas ubicadas en zonas de fronteras al sur del país. La asesoría y apoyo norteamericano (e israelí) ha sido clave para el gobierno colombiano, pues han logrado que en ciertas zonas del país la guerrilla no tenga la iniciativa militar, aunque recientemente este grupo subversivo ha declarado el “despliegue estratégico de su fuerza militar”.

Para algunos autores los atentados contra el World Trade Center y el pentágono, el 11 de septiembre de 2001, afirmaron la política internacional realista norteamericana, entendiendo las redes transnacionales del terrorismo como las generadoras en el mundo moderno de los “peligros de la anarquía”, que atentan contra la paz [10]. En este sentido las FARC – EP, al ser catalogados como terroristas por el gobierno gringo, serian parte de ese peligro contra la paz que amenaza los intereses norteamericanos y de sus aliados.

Colombia ha sido considerado por los EEUU el aliado estratégico en Suramérica, razón por la cual este país ha sido su mayor apoyo en la lucha contra la insurgencia (especialmente desde los atentados cometidos por la red de Osama Bin Laden), cuando el país del norte inició su cruzada mundial contra el terrorismo, que se vio reflejada en la política interna colombiana, en el desconocimiento del conflicto interno y el calificativo de “terroristas” a los grupos irregulares, terroristas, que según el gobierno “atentan contra la democracia”, en lo que no es sino un eco emanado desde la Casa de Nariño, en Bogotá, de lo expresado desde la Casa Blanca, en Washington.

Se tiene entonces que el discurso de la diplomacia colombiana, encabezada, y prácticamente personificada (pues es visible la ausencia del cuerpo diplomático y del canciller), por el presidente Uribe ha sido el de “la lucha contra el terrorismo”, “diplomacia” calificada por la profesora Arlen Tickner como monotemática y con un evidente desprecio por las reglas internacionales [11].

La guerra en Colombia, tal como lo expresara César Jerez en el artículo recientemente publicado en esta página, evidentemente dejó de ser interna, debido esto principal y fundamentalmente a la intromisión de los EEUU, que “ha convertido al país en epicentro de una guerra de baja intensidad cada vez más internacionalizada” [12], gobierno que además muestra un gran interés por fortalecer la capacidad militar del Estado colombiano.

Lo anterior permite pronosticar que el futuro de la región andina pasa por los lazos colombo-estadounidenses los que estarán condicionados por los balances de poder y las estrategias de acción, es por esto que

el horizonte no se vislumbra muy promisorio. El efecto combinado de las políticas de Washington hacia Bogotá y de la situación colombiana y andina sobre el sistema interamericano es notorio: un futuro con creciente guerra y abundantes drogas sólo ocasionará más violación de los derechos humanos, más desplazados, más militarización, más degradación ambiental, más corrupción y más narcotráfico, así como menos inversión, menos estabilidad, menos gobernabilidad, menos seguridad y menos crecimiento en Sudamérica [13].

De lo anterior se puede decir que el Estado colombiano se recoge dentro de los planteamientos del gobierno norteamericano, en cuanto a política y relaciones internacionales se refiere además, de por la clara y evidente intromisión norteamericana en el devenir político del país, también se debe considerar que el Estado colombiano se pliega a los Estados Unidos por la falta de avances significativos teóricos y conceptuales en el área de las relaciones internacionales [14] y por un marcado interés en priorizar los buenos oficios diplomáticos con Washington y no con los países de Latinoamérica, en lo que se califica como la disponibilidad de ser el referente norteamericano del neocolonialismo en Latinoamérica y no el impulsor de la unidad, dignidad y soberanía latinoamericana. El gobierno colombiano actualmente en cabeza de Álvaro Uribe Vélez ideológicamente definido como de derecha se identifica marcadamente con el gobierno más conservador, de derecha, antipopular y cuestionado actualmente en el mundo: el del Republicano George W Bush.

La tensión actual entre Colombia y Ecuador tiene como base principal el Conflicto interno colombiano y el manejo que de éste hace el Estado colombiano, siguiendo los lineamientos de Washington, quien quedó como único aliado colombiano en los escenarios internacionales americanos. Las manifestaciones de rechazo de la mayoría de países contra el accionar de Colombia y el no señalamiento a Ecuador y Venezuela como “aliados del terrorismo” (principal pretensión colombiana) así lo demuestran:

Son motivo de profunda preocupación para toda la región los acontecimientos que tuvieron lugar el primero de marzo de 2008 cuando fuerzas militares y efectivos de la policía de Colombia incursionaron en territorio de Ecuador , en la provincia de Sucumbíos, sin consentimiento expreso del Gobierno de Ecuador para realizar un operativo en contra de miembros de un grupo irregular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que se encontraba clandestinamente acampando en el sector fronterizo ecuatoriano. […] las plenas disculpas que el Presidente Álvaro Uribe ofreció al Gobierno y al pueblo de Ecuador, por la violación del territorio y la soberanía […] Registramos también el compromiso del presidente Álvaro Uribe en nombre de su país de que estos hechos no se repetirán en el futuro bajo ninguna circunstancia [15].

Si bien en la reunión del Grupo de Río, no se hizo una moción o una condena directa contra el Gobierno colombiano, se dejó claro en la declaración que el Estado colombiano violó la soberanía y el territorio ecuatoriano, debido a esto el presidente Uribe tuvo que reconocer la situación y pedir disculpas al vecino país, rechazándose de tajo la tesis colombiana de la “defensa preventiva”, argumento con el que se pretendía validar la acción. Igualmente importante en la declaración fue el señalar que las FARC se encontraban clandestinamente en el vecino país, pues Uribe y la cúpula militar pretendían demostrar que Ecuador conocía y facilitaba la presencia guerrillera allí.

La internacionalización de la paz

Por otra parte la República Bolivariana de Venezuela, ha experimentado un proceso revolucionario desde la llegada al poder de Hugo Chávez Frías, proceso que no ha sido visto con buenos ojos por los norteamericanos, que ven en Chávez y su revolución un proceso de desestabilización regional. En ese sentido el gobierno norteamericano ha estado vinculado a la oposición en Venezuela, siendo señalado por Chávez, de financiar y promover el derrocamiento del Presidente. Al interior de Venezuela las tensiones entre oficialismo y oposición se mantienen, alimentadas en una gran parte por quienes desde el extranjero (EEUU principalmente) buscan la inestabilidad del país y el derrocamiento presidencial, esto ha hecho que el presidente venezolano tenga entre sus principales fines la seguridad nacional, previendo un posible ataque estadounidense, motivo por el cual ha ampliado su poder bélico, siendo junto con Colombia los países con mayor armamento en la región. También es de resaltar el apoyo y la solidaridad dados por Venezuela a los demás países latinoamericanos construyéndose la República Bolivariana de Venezuela hoy en Latinoamérica en el eje articulador de un proceso unificador de los países del sur del continente. Uno de esos apoyos brindado a los países de la región es la búsqueda de la solución política y negociada al conflicto interno colombiano. Gracias a la participación del presidente Chávez es que las FARC han liberado unilateralmente a 5 de los detenidos políticos que están en sus manos.

En Ecuador se intenta consolidar la estabilidad interna después de un final de siglo XX enmarcado en la inestabilidad de sus gobiernos. El conflicto colombiano ha repercutido en este país, donde se presentan una gran cantidad de refugiados, los impactos de las aspersiones aéreas de cultivos de uso ilícito en la frontera común, la realización de operaciones paramilitares en suelo ecuatoriano (denunciadas por los ecuatorianos) y la presencia pasiva e irregular de las FARC (acorde a la política de fronteras de dicha organización, que indica el no realizar acciones bélicas en territorios de otros países). El desborde del conflicto colombiano hacia el Ecuador hizo que el Presidente Correa buscara la forma de tener acercamientos con las FARC, para disminuir los impactos del conflicto en el vecino país, es así como empieza desde Ecuador ha hablarse también de la necesidad de una solución política y negociada al conflicto interno en Colombia y de la liberación de los detenidos por las partes, en el marco del Intercambio Humanitario.

A estos esfuerzos se suman los de otros países, especialmente Francia, que ven necesario e inminente el Intercambio Humanitario, el reconocimiento del conflicto interno colombiano por parte del gobierno Uribe, y el remover el calificativo de terroristas a las FARC y darles un reconocimiento político a la organización subversiva, en aras de construir la paz en Colombia, que significa la paz en la región. Es aquí donde ha comenzado la internacionalización, no de la guerra, sino de la paz en nuestro país.

Esto se ve reflejado en la derrota política vivida por el Gobierno colombiano, quien no consiguió que se señalara a las FARC como organización terrorista en el marco de la cumbre del Grupo de Río:

Reiteramos nuestro firme compromiso de combatir las amenazas a la seguridad de todos sus Estados, provenientes de la acción de grupos irregulares o de organizaciones criminales, en particular de aquellas vinculadas a actividades del narcotráfico. Colombia considera a esas organizaciones criminales como terroristas [16].

Esta última línea, demuestra la posición contraria entre los países participantes en Santo Domingo y Colombia. Y permite visualizar a futuro la participación (necesaria) de los países latinoamericanos en la solución política y negociada al conflicto colombiano. Vale decir que de la intervención oportuna de los países suramericanos como facilitadores y garantes de un proceso de paz, dependerán las condiciones de paz para la región, entendiendo que sin la participación de los países, especialmente los fronterizos, Colombia puede llegar a ser el laboratorio de prueba de heterogéneas maneras de intervención militar, y punta de lanza de la intervención norteamericana en los asuntos internos de los estados suramericanas, existiendo una gran probabilidad de que los sectores más recalcitrantes en Washington endurezcan un escenario adicional de la “guerra contra el terrorismo” en América del Sur.

Fuentes.

Ayerbe, Luis Fernando, O ocidente e o “Resto”. A América Latina e o Caribe, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior. Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

Bonilla, Adrián, “Percepciones de la amenaza a la seguridad nacional de los países andinos: regionalización del conflicto colombiano y narcotráfico” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

Comunicado No. 080. Comunicado del Ministerio de Defensa. En: http://web.presidencia.gov.co/comunicados/2008/marzo/80.html Fecha de Consulta: 5 de marzo de 2008.

Comunicado No. 081. Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: http://web.presidencia.gov.co/comunicados/2008/marzo/81.html Fecha de Consulta: 5 de marzo de 2008.

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Del arenal, Celestino, Introducción a las relaciones internacionales, Madrid: Tecnos, 1993.

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La República, “Latinoamérica rechaza la invasión colombiana de Ecuador y Uribe se queda solo junto a Bush” en Rebelión. En: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64154 Fecha de Consulta: 24 de marzo de 2008.

Moncayo, Héctor-León. “El plan Colombia y la política exterior de Estados Unidos” en El Plan Colombia y la intensificación de la guerra. Aspectos globales y locales, Estrada, Jairo (comp.), Universidad Nacional de Colombia Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Bogotá, 2002. pp. 151 – 153.

Nogueira, João, “Ética, terror e soberania: questões para a teoria de Relações Internacionais” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

Tickner Arlene, “La soledad de Colombia”, en Cambio, Número 766, 6 a 12 de marzo de 2008. p. 33.

Tokatlian, Juan, “Colombia: más inseguridad humana, menos seguridad regional” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

Tokatlian, Juan y Leal Buitrago, Francisco (comp.), Orden mundial y seguridad. Nuevos desafíos para Colombia y América Latina, Bogotá: Tercer Mundo Editores, Sociedad Internacional para el Desarrollo, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional, 1994.

Tokatlian, Juan y Pardo Rodrigo, Política exterior colombiana. ¿De la subordinación a la autonomía?, Bogotá, Tercer Mundo Editores, Ediciones Uniandes, 1989.

Vasquez, John, El poder de la política del poder, México, DF: Ediciones Gernika, 1991

[1Algunos medios de comunicación, así como las FARC – EP, han señalado la participación del Comando Sur de los EEUU en el ataque contra el campamento de Reyes, debido al tipo de arsenal militar utilizado y la logística del ataque. Al respecto ver: “El ejército ecuatoriano revela que el campamento de las FARC fue atacado por bombas similares a las utilizadas por EEUU en Iraq”, en Rebelión. En: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64991 Fecha de Consulta: 24 de marzo de 2008. El gobierno colombiano no se ha pronunciado sobre los reiterados señalamientos de la participación norteamericana.

[2La totalidad de las víctimas del ataque no eran guerrilleros, pues en éste también cayeron estudiantes universitarios de diferentes nacionalidades, entre estas mexicanos, que se encontraban entrevistando a Raúl Reyes, según afirman como parte de diferentes proyectos investigativos.

[3Comunicado No. 080. Comunicado del Ministerio de Defensa. En: http://web.presidencia.gov.co/comunicados/2008/marzo/80.html Fecha de Consulta: 5 de marzo de 2008.

[4Comunicado No. 081. Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: http://web.presidencia.gov.co/comunicados/2008/marzo/81.html Fecha de Consulta: 5 de marzo de 2008.

[5La República, “Latinoamérica rechaza la invasión colombiana de Ecuador y Uribe se queda solo junto a Bush” en Rebelión. En: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64154 Fecha de Consulta: 24 de marzo de 2008.

[6Moncayo, Héctor-León. “El plan Colombia y la política exterior de Estados Unidos” en El Plan Colombia y la intensificación de la guerra. Aspectos globales y locales, Estrada, Jairo (comp.), Universidad Nacional de Colombia Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Bogotá, 2002. pp. 151 – 153.

[7Para diferentes autores el paradigma realista consta de tres supuestos: el primero, es que los estados – naciones son los actores más importantes para comprender las relaciones internacionales; el segundo, es que existe una definida distinción entre la política interna y la internacional; y el tercero es que las relaciones internacionales constituyen una lucha por el poder y la paz, aunque se entiende que “no todas las acciones que una nación realiza con respecto a otra nación son de naturaleza política […] cuando una nación se involucra en política internacional está realizando uno entre muchos tipos de actividades en las cuales una nación puede participar en la escena internacional”. Vasquez, John, El poder de la política del poder, México, DF, Ediciones Gernika, 1991. pp. 50 – 52. Ver también: Del Arenal, Celestino, Introducción a las relaciones internacionales, Madrid, Tecnos, 2002. p. 29.

[8Sobre los intereses norteamericanos en seguridad se puede consultar: “Interesses nacionais e metas estratégicas” y “Unilateralismo versus multilateralismo: a doutrina Bush” en Ayerbe, Luis Fernando, O ocidente e o “Resto”. A América Latina e o Caribe, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior. Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

[9Bonilla, Adrián, “Percepciones de la amenaza a la seguridad nacional de los países andinos: regionalización del conflicto colombiano y narcotráfico” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004. Sobre la influencia estadounidense en la política internacional suramericana también se puede consultar: Cavagnani, Geraldo Lesbat, “América del Sur: Algunos elementos para la definición de la seguridad nacional” En: Leal Buitrago, Francisco y Toklatian, Juan Gabriel (comp.), Orden mundial y seguridad. Nuevos desafíos para Colombia y América Latina, Bogotá: Tercer Mundo Editores, Sociedad Internacional para el Desarrollo, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional, 1994. pp. 49 – 76.

[10Nogueira, João, “Ética, terror e soberania: questões para a teoria de Relações Internacionais” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

[11Tickner Arlene, “La soledad de Colombia”, en Cambio, Número 766, 6 a 12 de marzo de 2008. p. 33.

[12Tokatlian, Juan, “Colombia: más inseguridad humana, menos seguridad regional” en Gómez, José Maria (comp.), América Latina y el (des)orden global neoliberal. Hegemonia, contrahegemonia, perspectivas, CLACSO (Buenos Aires, Argentina), Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las publicaciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales 2003 – 2004 [CD-ROM]: Windows 95 o superior, Buenos Aires, Argentina: CLACSO, Universidad de Colima. Cenedic, 2004.

[13Ídem.

[14“Si bien en Colombia ha existido un extenso desarrollo del derecho internacional y en la praxis exterior de los gobiernos se ha destacado un fuerte legalismo como sostén de la actuación mundial colombiana, consideramos que en el área propia de las relaciones internacionales y su estudio ha sido muy poco lo que se ha avanzado”. Tokatlian, Juan, y Pardo Rodrigo, Política exterior colombiana. ¿De la subordinación a la autonomía?, Bogotá, Tercer Mundo Editores, Ediciones Uniandes, 1989. p. 65.

[15Declaración del Grupo de Río, En: http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=123415 Fecha de Consulta: 19 de marzo de 2008.

[16Ídem.