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Las Farc cuestionan el nombramiento de Lizarralde en medio de la mayor crisis del campo colombiano
Agencia Prensa Rural / Lunes 9 de septiembre de 2013
 

En el comunicado de inicio del 14 ciclo de conversaciones, la guerrila de las FARC se preguntan ¿Puede ser el señor
Lizarralde el ministro adecuado que resolverá los múltiples problemas
planteados por los campesinos que sobre todo claman por la tierra que el
mismo ministro se ha apropiado indebidamente en escenarios como el
Vichada? ¿Puede ser este el funcionario idóneo para tratar los problemas
derivados de la imposición de los TLC? ¿Qué garantías para la reforma
agraria, podría brindar un ministro que se ha opuesto encarnizadamente a
las zonas de reserva campesina?

Las Farc también cuestionaron el renombramiento del Ministro de Defensa Pinzón a quien acusan de reprimir duramente las protestas campesinas.

El siguiente es el texto del comunicado dado a conocer por las FARC el día de hoy.


Comunicado al iniciar el décimo catorce ciclo de diálogos

Delegación de paz FARC EP

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, septiembre 9 de 2013

Alcanzar un Acuerdo de Paz es, sin duda, necesidad fundamental de los
colombianos. Pero un Acuerdo de tal naturaleza, no es posible si
definitivamente no se asume que son las normas jurídicas las que se
deben someter a la necesidad de esa paz y no al contrario.

Esta verdad implica asumir políticas de máximo interés social y no de
coyuntura, sobre todo si estamos próximos a adentrarnos en el escabroso
camino que significan los procesos electorales en Colombia.

Toda Colombia necesita de la paz, entonces, para qué atravesarle
ruindades a un proceso como el de la Habana. Los problemas que tienen
inconforme al pueblo más humilde, y reclamando justicia en las calles,
no pueden ser enfrentados con medidas de represión militarista, que ya
han causado 17 muertos, cerca de 850 heridos, y más de medio millar de
personas judicializadas en desarrollo de la criminalización de la
protesta ciudadana, en un momento en que precisamente se debate en la
Mesa de Diálogos, sobre el asunto de las garantías de oposición política
que deben tener los partidos y movimientos políticos, como también los
movimientos sociales a los que tradicionalmente se les desconoce estos y
otros derechos fundamentales.

A la insurgencia se le pide confiar en el gobierno, y proceder a cambiar
las armas por las urnas electorales. Se nos pide confianza en las
instituciones mientras se dispara contra el pueblo inerme utilizando al
escuadrón asesino del ESMAD. No se puede esperar más el desmantelamiento
de esta máquina de muerte.

Colombia urge la paz, pero la paz se debe construir desde ya cesando
esa infame represión desatada contra los de abajo y garantizándole sus
derechos civiles; entre ellos el derecho a la protesta y a la oposición
política.

Ya particularmente para el desenvolvimiento de la Mesa, creemos que
ahora urge volver al orden de la Agenda, atendiendo a lo que está
pactado desde los inicios del diálogo, lo cual ninguna de las partes
puede pretender variar, tal como en ocasiones ha ocurrido por acción
unilateral del gobierno, como cuando se echaron a andar mecanismos
inicuos referidos a un marco jurídico para la paz que, obviamente, para
nosotros no cuenta, o como cuando se ha abordado la definición de
procedimientos de refrendación sin considerar la opinión de las FARC-EP,
como ya es de público conocimiento.

No obstante, y debido a que al tema del referendo se le ha dado un
inusitado impulso en los medios de comunicación y en el Congreso de
Colombia, sin descuidar nosotros el punto de participación política que
es el que corresponde discutir, estamos pendientes de la visita de la
Comisión de Senadores, Representantes a la Cámara y jefes de partidos
políticos, entre los que se ha dicho que se incluirá a la martirizada
Unión Patriótica. Por invitación de las FARC-EP vienen los mencionados
hasta la sede de las conversaciones a tratar lo concerniente a los
mecanismos de refrendación que están en cuestión y aspectos del segundo
punto de la agenda cuyo estudio está pendiente, entre los que podría
incluirse lo que alude al estatuto de la oposición

Públicamente, con los medios presentes y en tiempo real, el país debe
conocer de estos temas a plenitud, como ya ocurrió con el gobierno en el
capitolio en Bogotá. Luego en una sesión conjunta de ambas delegaciones
de paz se deberá contar, incluso, con una exposición integral de parte
de los representantes del gobierno en la mesa, de lo que es la propuesta
que de manera recortada presentaron al país sobre el tema del referendo,
pues es un deber de lealtad que Colombia conozca cuáles son las
pretensiones del Presidente y su gobierno. Nada queremos a espaldas del
pueblo, más cuando estamos convencidos de que no parece nada prudente,
sensato, ni legítimo, ligar los asuntos de la paz al proceso electoral.

Muchas otras cosas prácticas habrá que hacer por la paz. Por ejemplo,
pensar en mejorarla situación del ministerio de agricultura, el cual
ahora tiene que soportar sin necesidad la presencia de un protagonista y
representante del círculo de latifundistas que han acumulado tierras
baldías mediante trucos y simulaciones jurídicas. ¿Puede ser el señor
Lizarralde el ministro adecuado que resolverá los múltiples problemas
planteados por los campesinos que sobre todo claman por la tierra que el
mismo ministro se ha apropiado indebidamente en escenarios como el
Vichada? ¿Puede ser este el funcionario idóneo para tratar los problemas
derivados de la imposición de los TLC? ¿Qué garantías para la reforma
agraria, podría brindar un ministro que se ha opuesto encarnizadamente a
las zonas de reserva campesina?

Mientras el país está que arde, no podemos alargar el tiempo
preguntándonos ¿cuándo van a bajar el precio de la gasolina? Congelarlo
por unas semanas no es la solución; la medida debe ser la de bajarlo de
manera significativa y por un largo término que beneficie a los usuarios.

¿Hasta dónde se seguirá acrecentando la deuda social? No se pueden
seguir postergando las soluciones para los de abajo mientras se
incrementan los gastos de guerra y se ratifica como ministro de la
Defensa a Juan Carlos Pinzón, parlanchín que sataniza la protesta y
ordena al ejército su aplastamiento a sangre y fuego.

¿Hasta cuándo se va a demorar la reforma a la justicia? ¿Hasta cuándo
vamos a soportar la ausencia de su independencia orgánica? ¿Acaso
resolver este entuerto será la tarea del otrora Fiscal del proceso
8.000, o por el contrario, será la de aplicar la ley de justicia y paz?

Y finalmente, por ahora, si en verdad deseamos que se escuche el clamor
de todas las víctimas del conflicto, sin hacer uso utilitarista y
demonizante del perdón y del dolor ajeno, ¿hasta cuándo el gobierno va a
demorar la conformación de la Comisión de Revisión y Esclarecimiento de
la verdad de la Historia del Conflicto Interno Colombiano que han
solicitado las FARC-EP?

*DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP*