Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño
:: Antioquia, Colombia ::
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Cahucopana y la ACVC juntas en la lucha por la defensa de los derechos de los campesinos
Retornamos a nuestras tierras, de las que no nos dejaremos desplazar
 

El pasado sábado 17 de mayo las comunidades campesinas del Nordeste Antioqueño y Sur de Bolivar que se encontraban en campamento de refugio humanitario en la Universidad de la Paz en Barrancabermeja iniciaron el retorno a sus tierras después de transcurrir tres meses donde sufrieron las inclemencias de la ciudad y el abandono de las autoridades estatales, viviendo en hacinamiento y pasando necesidades alimentarías y sanitarias. Los campesinos vieron llegar el día que tanto esperaron: aquel momento donde se reencontraran con sus tierras, sus animales y los pocos cultivos que hayan podido mantenerse mientras su ausencia. Pero lo que más anhelaban era encontrarse con parte de su familia que por dadas las condiciones no se pudieron sumar a ellos para formar parte del campamento de refugio humanitario.

Fue un proceso dispendioso por el que pasaron los campesinos, entre ellos mujeres niños y hombres que, como civiles, no hacen parte del conflicto armado, pero que se ven afectados porque son señalados, asesinados, judicializados y viven con la incertidumbre de perder lo poco que tienen en su campo. Por eso, se ven en la necesidad de buscar activamente soluciones para salvaguardar sus vidas.

Durante todo este periodo de refugio, el campesinado enfrentó muchas desavenencias que junto con los lideres de la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) y de Cahucopana luchaban por ser escuchados, y para que el estado colombiano volteara su mirada pero no para acusarlos o quitarle sus tierras, sino para que se enterara de la crisis humanitaria de la región y tomara acciones concretas para solucionarla.

Fueron varias las reuniones en las que la ACVC y Cahucopana estuvieron acompañadas por diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos, donde se realizaron diferentes peticiones al estado colombiano, entre ellas nombrar un defensor rural que haga presencia permanente en la región con el fin de verificar la situación de derechos humanos, el reconocimiento político y garantías de protección a las organizaciones campesinas, levantamiento de la suspensión de la zona de reserva campesina, alternativas a las fumigaciones, inversión social que genere condiciones de vida digna para el campesinado del Magdalena Medio, y el acompañamiento permanente a las comunidades campesinas.

Viendo que se empiezan a generas estos acuerdos y garantías, tomamos la decisión de retornar a nuestras tierras, pero esperamos que sean cumplidos estos acuerdos y así no tener que volver a sacrificarnos, pues no importa pasar por toda clase de dificultades en un próximo éxodo campesino para continuar en la defensa de nuestro territorio y de una vida digna.

Como organizaciones campesinas nos sentimos con fuerzas de seguir luchando por nuestros derechos, nos alegra el poder retornar a nuestras tierras, de donde nunca hemos querido salir y de donde no permitiremos que nos desplacen. Agradecemos a todas las organizaciones acompañantes en este proceso, su gran voluntad de trabajo y disposición. Agradecemos la voluntad de los alcaldes municipales y esperamos les den la facultad de proceder.