Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Víctimas del paramilitarismo, rodeadas por Fuerza Pública durante acto en Medellín
Agencia de Prensa IPC / Martes 3 de junio de 2008
 

Como una clara demostración de que en Colombia no existe una democracia plena, calificaron los participantes del acto simbólico Sin dignidad y libertad para los pueblos no hay democracia, organizado por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), la actitud asumida este martes 3 de junio por la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Medellín, al restringir la realización de una marcha que buscaba asentarse en el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor, donde se realizaban las últimas sesiones de la XXXVIII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La caravana, que partió promediando las 3 de la tarde desde la Plazoleta de la Dignidad del Centro Administrativo La Alpujarra, tenía como fin protestar pacíficamente ante los delegados de los países miembros de la OEA por lo que consideran “el desconocimiento por parte del Estado colombiano de los derechos de las víctimas del paramilitarismo a la verdad, la justicia y a la reparación, así como los problemas que enfrenta hoy la democracia”.

Al llegar a las inmediaciones del Parque de los Pies Descalzos un piquete de miembros del Escuadrón Movil Antidisturbios de la Policía Nacional (Esmad) impidió el paso de los marchantes, quienes tuvieron que conformarse con cantar sus arengas y exhibir sus carteles en un costado de la Avenida del Ferrocarril, una de las arterias viales más importantes de la capital antioqueña.

Aunque no se presentaron disturbios y la actividad transcurrió en calma, los organizadores no ocultaron su malestar por el hecho que muchos no dudaron en calificar como “una clara demostración de las restricciones a la democracia que existe en Colombia”.

“A uno le sorprende la actitud del Secretario de Gobierno de Medellín, quien dice que a él no lo llamen para dar solución. Ahí pueden ver los señores de la OEA la clase de democracia que tenemos”, declaró Luis Fernando Quijano, presidente de Corporación para el Desarrollo Social (Corpades), organización que participó de la marcha.

Iván Cepeda, vocero del Movice, señaló que lo sucedido en las calles de Medellín ratifica una vez más que “el Gobierno no está interesado en escuchar a las víctimas de la violencia paramilitar y por eso le niega espacios de participación, de protesta y de interlocución con otras instancias. Se quiere enseñar una realidad aparente, de que las cosas están muy bien y por eso pasan estas cosas”, declaró Cepeda.

Si bien la propia Secretaría de Gobierno había concedido los permisos para dicha actividad en reunión efectuada el pasado 23 de mayo, y ratificada en oficio enviado a los organizadores el 29 de mayo, para el día siguiente 30 de mayo, el subsecretario de Orden Civil, Carlos Andrés Pérez, informó que por orden presidencial quedaban suspendidas todo tipo de manifestaciones públicas, concentraciones o movilizaciones durante los días que durara la Asamblea de la OEA.

A pesar del malestar que generó la decisión, las organizaciones sociales convocantes decidieron realizar el acto simbólico, que alteró por unos cuantos minutos el tráfico en el céntrico sector y despertó la curiosidad de transeúntes y asistentes a la Asamblea que pasaron por el sitio.

Protestas de todo tipo

Según algunos de los organizadores, el temor que generó una posible represión por parte de la Fuerza Pública menguó la participación de otros movimientos sociales, quienes tenían preparado diversas actividades culturales de carácter simbólico para exhibir esta otra realidad que aqueja a un sector importante de la población de Medellín. No obstante, el centenar de asistentes que respondieron el llamado del Movice duplicaron su creatividad y sus voces buscando que las mismas llegaran al sitio de encuentro de los países de la OEA.

Un puñado de jóvenes pertenecientes a la Red Juvenil de Medellín, organización que promueve la objeción por conciencia al servicio militar obligatorio, llamó la atención tanto de asistentes como de curiosos por la vistosidad de sus disfraces y por los grandes carteles que portaron, en los cuales formulaban fuertes críticas al organismos multilateral.

“Quiero protestar porque siento que la OEA y todas las naciones que están hoy presentes en Medellín reproducen unos falsos valores en la juventud y no tienen en cuenta nuestros verdaderos problemas como son la represión, la falta de oportunidades para estudiar y trabajar”, dijo Juan Camilo, uno de los jóvenes manifestantes, quien además expresó su inconformidad por el manejo que tuvo el tema de los jóvenes durante el encuentro del organismo multilateral cuyo tema central fue precisamente Juventud y los Valores Democráticos.

“Supuestamente la juventud era el tema de la Asamblea, pero lo que hicieron fue discutir proyectos que los mismos gobiernos desarrollaron y la voz de nosotros no fue escuchada, no tuvieron en cuenta nuestras iniciativas y la declaración de Medellín no responde a nuestras expectativas”, agregó.

Y así como la actividad convocó a jóvenes para exigir mayor participación en los espacios de toma de decisiones, para otros la motivación nació de la “situación de exclusión que a diario se ve en la calles de la ciudad y que contrasta con la opulencia observada en la realización del magno evento”.

“Medellín no es la ciudad modelo que se quiere mostrar. Aquí se ejerce un control paraestatal, aún hay mucha exclusión, el hambre y la miseria aumentan, los desconectados de los servicios públicos son numerosos y nos parece grave que se gasten más de 3.500 millones en la realización de esta Asamblea cuando hay tanta gente en la miseria en nuestros barrios”, expresó a su vez Alejandro Sierra, miembro del Movice.

Pero sin duda la voz más enérgica fue la del activista Iván Cepeda, quien rebatió públicamente las palabras pronunciadas por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, durante el acto de instalación de la Asamblea llevado a cabo la noche del 1ro. de junio.

“Que pena con el señor Presidente, pero nosotros consideramos que aquí no hay una democracia atacada, hay un Gobierno que viola sistemáticamente los derechos humanos de las minorías. No se puede justificar, como él lo hizo ante los países de la OEA, un genocidio como el de la Unión Patriótica (UP), diciendo que combinaron todas las formas de lucha y qué pena con el Presidente, pero creo que mintió al decir que en Colombia ya no existía paramilitarismo”, expuso el activista de manera enérgica.