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Candidatura de Aída es confianza
La iniciativa política y la reorganización de la UP son los mandatos del V Congreso upeísta
Hernán Camacho / Miércoles 4 de diciembre de 2013
 
Ómer Calderón

La Unión Patriótica (UP) se alista para emprender cruzadas políticas que logren reagrupar en pleno su militancia, impulsar cambios sociales planteados en su plataforma política y contribuir de manera fundamental en la paz de Colombia. Ómer Calderón, dirigente de la UP, hace parte de la Junta Patriótica Nacional elegida en el V Congreso. Habló con VOZ sobre el futuro inmediato de la UP y la iniciativa política de la organización ante el debate electoral de 2014.

–Desde el momento en que los notificaron de la devolución de la personería jurídica se iniciaron los preparativos del V Congreso. Con el recorrido que ustedes emprendieron por las regiones y la expectativa que se despertó, ¿calculaban el éxito del encuentro upeísta?

–Desde que Reiniciar inició el proceso de organizar a las víctimas, familiares y sobrevivientes de la UP, en el año 2002, se ha estado pensando en un evento nacional de reencuentro de la UP como movimiento político. Sin embargo, las condiciones políticas no se habían dado, porque la mayoría de sus integrantes y simpatizantes estaban concentrados en otros proyectos políticos como el Polo, primero, y luego en la Marcha Patriótica.

La idea de volver a estructurar la UP se retomó desde el año 2011, a propósito de la convocatoria que hicimos a ex representantes a corporaciones públicas, ex funcionarios públicos de la UP y ex alcaldes a seminarios para tratar el tema de reparación política colectiva a la UP, en el marco del caso que por genocidio contra la UP cursa en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se realizaron tres encuentros regionales: uno en Armenia, otro en Cartagena y otro en Bogotá.

En esos encuentros se expresó con fuerza la idea de dar cuerpo orgánico a la UP. En esa perspectiva, realizamos en marzo de este año el III Pleno de la Junta Patriótica Nacional, que llamó a la realización del Congreso. En ese evento se observaba ya el entusiasmo por agitar de nuevo las banderas de la UP. Por eso calculamos que el congreso sería de aproximadamente 800 delegados. Pero la alta moral upeísta en todo el país superó ese guarismo, porque el congreso registró 1.278 delegados de todo el territorio nacional.

–Ya hablando del Congreso, le pregunto: ¿Cómo fueron los debates de la militancia, cuáles eran los temas que les preocupaba y si las conclusiones satisfacen esas preocupaciones?

–Los debates preparatorios del congreso giraron en torno a diversos temas, destacándose los temas de la lucha por la paz, la unidad de las fuerzas democráticas, la reorganización de la UP y la participación en las actuales elecciones. En todo el país las discusiones se dieron con altura, fraternidad y realismo.

Los resultados de la construcción colectiva de la política de la UP se reflejaron en las conclusiones del congreso: apoyo a la búsqueda de una solución política al conflicto político, social y armado que vive el país; un llamamiento de diversas fuerzas partícipes del congreso a avanzar en la construcción de un frente amplio por la paz, la democracia y la dignidad humana; la participación con listas amplias, de convergencia y unitarias en las elecciones parlamentarias; y el lanzamiento de la candidatura presidencial de Aída Avella como propuesta de unidad de las fuerzas de izquierda, democráticas, progresistas y revolucionarias.

Finalmente el congreso orientó impulsar la reorganización de la UP como un movimiento amplio, democrático y de convergencia.

–El nombre de Aída Avella, candidata presidencial, abre un nuevo escenario político. ¿Esa campaña presidencial será otro importante momento para que la UP reencuentre a su militancia y recobre la iniciativa política del pasado?

–Sin duda. Algunos piensan que la candidatura de Aída fraccionará más el electorado de izquierda. Pero, en realidad, lo que se vislumbra es la recuperación electoral de millares de colombianos que se habían marginado de la vida política como consecuencia de la decepción y desesperanza causada por el genocidio contra la UP. La persecución sistemática y continua del Establecimiento contra las fuerzas alternativas que ejercieron gobierno no solo afectó a la UP y su entorno político, sino al país en su conjunto. La discriminación y segregación de un proyecto político afectó todo el sistema político.

Por eso, la candidatura de Aída concita la atención de esa franja electoral que puede recuperar su confianza en las instituciones electorales, en la media en que la participación de la UP tenga garantías suficientes, y que el gobierno se disponga en realidad a propiciar una apertura democrática, como se ha comprometido en el proceso de paz que se adelanta en La Habana.

–La UP hizo en su Congreso un llamado de unidad a las fuerzas políticas y democráticas del país. ¿Han respondido al llamado?

–El congreso de la UP tuvo un impacto positivo en la política de unidad de las fuerzas democráticas y de izquierda. De una parte, asumiendo un compromiso unitario, se pronunciaron a favor de la formación de un amplio frente por la paz y la democracia los movimientos y partidos Unión Patriótica, Poder Ciudadano, Vamos por los Derechos, Marcha Patriótica, País Común, Partido Comunista, Movimiento por la Constituyente Popular, Revolución de la Esperanza, Presentes por el Socialismo, Polo al Sur, Hijos e Hijas por la Identidad la Justicia contra el Olvido y el Silencio, Democracia, Paz y Dignidad y el movimiento Libres por Colombia.

Con ellos y otras organizaciones, desde el día siguiente del congreso se han mantenido conversaciones tendientes a generar consensos para una estrategia electoral compartida y una proyección unitaria en la movilización social por condiciones de vida digna y el derecho a la participación política.

–Colombia es el mismo país carente de garantías para la oposición. ¿Cuál es el llamado que le hiciera el V Congreso al gobierno nacional para la participación política real de la UP?

–El tema de las garantías de participación política, además de ser una bandera de lucha de la UP, cuenta con un escenario de negociación con el gobierno. En efecto, el 14 de noviembre la UP y el Gobierno nacional acordaron la constitución de un Comité de Garantías a la UP, integrado por el gobierno, representado por los ministerios del Interior y de Justicia, y por nuestra parte integrada por la UP, el PC y Reiniciar. La agenda de este comité gira sobre garantías de participación electoral, acciones afirmativas de acceso a medios de comunicación y acciones afirmativas de igualdad material en el proceso electoral.

El tema de garantías de participación electoral tiene como propósito encontrar una fórmula legal para que la UP conserve su personería jurídica independientemente de los resultados electorales, así como que en la conformación del congreso se consideren los resultados electorales con las normas electorales vigentes al momento de la pérdida de la personería jurídica en el año 2002.

En este punto, se estudiarán todos los casos donde en anteriores ocasiones se presentaron obstáculos a la participación del electorado en varias regiones del país, y también se buscará realizar una campaña de inscripción de cédulas y nuevas cedulaciones en aquellas regiones donde tiene presencia histórica la UP.

El tema de medios de comunicación se desplegará con una campaña tendiente a desestigmatizar a la UP, y el punto de las garantías materiales tiene que ver con las condiciones de funcionamiento de la UP que el gobierno se compromete a garantizar.

Así, el llamado que hizo el congreso es a luchar por garantías de participación, para lo cual contamos, entre otros, con el espacio de interlocución antes señalado, pero por sobre todo, el Congreso convocó a retomar el campo electoral como un ámbito de lucha política de primer orden, llamando a la movilización de todos los colombianos y colombianas identificados en avanzar hacia un nuevo país, en paz, democracia y con justicia social.

Militantes de la UP en el V Congreso 2013.