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Lucha y resistencia campesina en las comunidades del sector del río Güéjar y las comunidades del Bajo Ariari
Javier David Pachón / Viernes 7 de diciembre de 2007
 

La población campesina que colonizó esta zona llegó como producto de la violencia bipartidista del país y que se agudizaría con la ejecución del líder popular Jorge Eliécer Gaitán. Los campesinos han trabajado la tierra y la agricultura como actividad principal del sector y se constituyó como fuente primaria de desarrollo de la población. Sin embargo, la ausencia característica del gobierno y la falta de inversión social hacen que la economía de la zona colapse debido a la dejada construcción de la malla vial y por la falta de un acueducto que satisficiera las necesidades de los pobladores. La pobreza se ha consumido a la población y como respuesta al estado socioeconómico del sector, el cultivo de la hoja de coca se hizo más frecuente en diferentes familias que adoptaron esta actividad como una herramienta para combatir el hambre y la pobreza.

Como el sector estuvo dentro de la zona de despeje en los diálogos de paz del gobierno de Andrés Pastrana, al momento de la ruptura de diálogos con las FARC, el aparato militar y del gobierno entraron al sector de manera represiva para desde entonces señalar y hostigar a la población con frecuentes asesinatos selectivos. A partir de ahí la población ha estado sumida en una ola de terrorismo de estado y bajo la mira paramilitar de diferentes grupos que circulan en la zona.

La acción paramilitar y las continuas agresiones por parte del estado contra las comunidades del Bajo Ariari y el sector del río Güéjar han venido violentando la integridad de las comunidades del Meta hace varios años. Entre campesinos del sector y líderes de la comunidad que han hecho resistencia a las políticas paramilitares del gobierno y han hecho frente a la violencia terrorista de las “Águilas Negras”, se han dado resultados favorables en pro de la comunidad. La judicializacion de diferentes militares de distintos rangos es uno de los logros obtenidos por la acción comunitaria de quienes se han atrevido a señalar a los culpables de masacres y ejecuciones extrajudiciales que han venido sucediendo en diferentes partes del sector.

La presencia del grupo paramilitar las “Águilas Negras” en la zona perjudica los procesos de desarrollo de las comunidades. Este grupo ha contado en diferentes ocasiones con la colaboración o intervención del ejército y con su complicidad para cometer asesinatos de forma masiva y despiadada. Mujeres, niños, ancianos y jóvenes han sido víctimas de los continuos ataques y de las constantes acusaciones que los sindican como guerrilleros y colaboradores de los mismos.

Un factor que impide el desarrollo económico de la zona es la constante e innecesaria fumigación de las tierras que poco a poco se vuelven infértiles. La inseguridad alimentaria, los escasos recursos y otros factores inciden en la pobre economía de las comunidades. Ante estos problemas y por la falta de seguridad social, los campesinos del sector han decidido organizarse y contrarrestar la acción terrorista del estado y del paramilitarismo. Las comunidades se han organizado de manera pacífica y contundente apara entorpecer y derrotar los planes injustos del gobierno.

Los campesinos han salido a denunciar los diferentes atropellos, las acciones terroristas de las “Águilas Negras”. Su voz ha sido escuchada por la comunidad internacional y se ha logrado que se ponga en la mira de la justicia a diferentes personajes involucrados en acciones paramilitares contra la población. Así se ha logrado que la violencia que estaba siendo cada vez más frecuente en asesinatos masivos, torturas y desapariciones se hagan más escasos y que los responsables sean acusados por la ley y la justicia. Sin embargo, los líderes campesinos y todos aquellos campesinos que se han atrevido a irrumpir en el silencio de la injusticia, han sido víctimas de constantes amenazas que aseguran con acabar con sus vidas si no dejan de denunciar las ejecuciones del Ejército Nacional y sus presuntos ayudantes, las “Águilas Negras”.

El pueblo del sector se ha movilizado en diferentes marchas y protestas contra el Gobierno Nacional y departamental, para que haga presencia no de manera clandestina y cínica con la representación de los paramilitares, sino para que intervenga en las acciones militares y conozca los casos de la realidad violenta que invade a los habitantes del sector. En rondas de resistencia civil, en organizaciones comunitarias y muchas otras formas, los campesinos de esta zona se han hecho sentir en distintos momentos que han dado a conocer la situación a nivel nacional e internacional.

Agrogüéjar, una asociación campesina que como misión tiene la agricultura orgánica, la recuperación de las tierras fumigadas, entre otros, ha conseguido que los campesinos se involucren al movimiento que le hace frente al Plan Patriota como mecanismo estatal que atropella con la soberanía del pueblo. Uno de los objetivos es que los campesinos emprendan y desarrollen conocimientos que colaboren en los procesos de recuperación de las tierras para la producción de alimentos y luchar contra el hambre, producto de las fumigaciones que destruyen los pocos cultivos que del trabajo de los campesinos han sido fruto. Con todas estas acciones, y sumadas las denuncias públicas, las acciones humanitarias, las rondas de resistencia y las movilizaciones campesinas, han logrado que su voz y su trabajo sean más fuertes que los disparos cobardes de aquellos que atacan a la población detrás de máscaras que encubren las caras de los culpables del desplazamiento, del hambre y de las injusticias a las que son sometidos nuestros compañeros del Meta.

Así como ha crecido la lucha campesina en el sector, la respuesta de los sectores paraestatales también se ha agudizado. Las demandas que hacen los campesinos cada vez son más reprimidas por la fuerza militar y los paramilitares. Las ejecuciones extrajudiciales y los asesinatos masivos son las amenazas más frecuentes a las que los campesinos y sus líderes son sometidos. El desplazamiento forzoso es un hecho que se ha visto en diferentes ocasiones en el sector y que agudiza el problema de las tierras y el trabajo, porque cada vez son más las personas intimidadas con la violencia para que abandonen su lucha contra la injusticia y represión del estado.

El pasado mes de septiembre se realizó una misión de acompañamiento para que diferentes instituciones conocieran la situación de las comunidades de este sector. Una comisión de derechos humanos, instituciones representativas de organizaciones internacionales, delegados del gobierno, entre otros, fueron los personajes que constataron la difícil situación de violencia e injusticia social que viven los habitantes de las comunidades del Bajo Ariari y el río Güéjar. Se hicieron denuncias públicas contra el gobierno para que la población colombiana conociera el papel terrorista del estado y su contribución en el desarrollo de actividades paramilitares en el sector. Entre los objetivos que tenía la comisión se pueden resaltar los siguientes:

1. Hacer expresa la decisión de las organizaciones e instituciones participantes de acompañar a las comunidades del Bajo Ariari, que durante los últimos cinco años vienen padeciendo una permanente y sistemática vulneración de sus derechos humanos, del derecho humanitario, sus libertades fundamentales y sus derechos constitucionales.

2. Verificar o constatar la veracidad y alcance de las reiteradas denuncias sobre las graves, sistemáticas y persistentes violaciones a los derechos humanos y la dramática crisis humanitaria que se desprende de aquellas.

3. Constatar en terreno, de viva voz de las comunidades, las distintas formas y los distintos rostros a través de los cuales se evidencia el conflicto social y armado en esta región, y sus implicaciones y consecuencias para la población civil, los bienes civiles protegidos, los bienes y fuentes vitales protegidas por el derecho internacional humanitario.

4. Elaborar un conjunto de recomendaciones a las autoridades civiles, militares y policial, del orden local departamental y nacional, tendientes a la superación de la grave crisis de violaciones a los derechos humanos así como a la superación de la grave crisis humanitaria que padece la región.

5. Elaborar una relatoría y una memoria de la misión que permita visualizar en el ámbito local, regional nacional e internacional, la grave situación que están viviendo estas comunidades, haciendo énfasis en las vivencias y documentos visuales y testimoniales de los protagonistas. [1]

Estos objetivos de manera satisfactoria se hicieron efectivos junto a las demandas que plantearon los pobladores de las zonas que sirvieron para comprometer a las diferentes instituciones a emprender un trabajo en la reconstrucción del tejido social. El compromiso que obtuvieron los diferentes representantes de organizaciones de derechos humanos es de vital importancia para que las acciones terroristas de la política de “seguridad democrática” y del aparato militar no queden en la impunidad y sean condenados por la comunidad nacional e internacional.

Es así como los campesinos, junto con diferentes organizaciones y en diferentes formas, nos demuestran cómo responder y luchar contra las injusticias sociales que cometen el estado y sus representantes. La lucha de los líderes campesinos debe ser correspondida con la integración de los sectores de zonas urbanas para apoyar e impulsar a que la lucha por las injusticias, triunfe de manera contundente ante las campañas paramilitares del gobierno. En conclusión, el rasgo característico que resalta la lucha de las comunidades del Bajo Ariari y del río Güéjar, es el compromiso por la construcción de una Colombia justa y comprometida para conseguir la igualdad social con el aporte de ideas, de formas legítimas y puras que combaten cara a cara los atropellos y políticas represivas del estado.

Bibliografía

- Acción urgente a la opinión pública nacional e internacional. Avance del informe de la misión humanitaria y de acompañamiento a las comunidades del Bajo Ariari, departamento del Meta, Colombia.

- Acción urgente, comunidades del Bajo Ariari, departamento del Meta, Colombia, a las autoridades de estado y de gobierno colombianas, a la opinión pública nacional e internacional. Avance del informe de la misión humanitaria y de acompañamiento a las comunidades del Bajo Ariari, departamento del Meta, Colombia.

- Relatoría, misión interinstitucional humanitaria y de acompañamiento. Comunidades del Bajo Ariari con jurisdicción en los municipios de Puerto Rico, Puerto Lleras y Vista Hermosa, departamento del Meta.

- Ronda de Resistencia Civil: Comunidades del sector del Río Guejar, Bajo Ariari, Meta, por Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Bogotá, Abril 27 de 2006.

[1Relatoría, misión interinstitucional humanitaria y de acompañamiento. Comunidades del Bajo Ariari con jurisdicción en los municipios de Puerto Rico, Puerto Lleras y Vista Hermosa, departamento del Meta.