Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Pasos campesinos
Cumbre agraria, étnica y popular
La organización campesina avanza en el camino de la unidad
Hernán Camacho / Domingo 12 de enero de 2014
 
Delegados de organizaciones agrarias, sociales, indígenas y populares avanzan en los preparativos de la Cumbre Agraria, Étnica y Popular de febrero del presente año.

La movilización popular fue para este semanario el hecho del año. Pero la inconformidad no solo se manifestó en las calles, los paros y las manifestaciones; también se dieron acercamientos y diálogos fructíferos al interior del movimiento popular colombiano. Muestra de ello fueron las extraordinarias conclusiones que dejó la precumbre agraria, étnica y popular, a finales de diciembre en Bogotá.

Allí se sentaron buena parte de las organizaciones campesinas protagonistas del paro agrario nacional y de las posteriores negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos. Entre ellas la Mesa de Interlocución Agraria (MIA), el Coordinador Nacional Agrario (CNA), la Mesa de Unidad Agraria (MUA), la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), el Proceso de Comunidades Negras (PCN), Coordinadora de Movimientos Sociales de Colombia (Comosoc), y las plataformas políticas de Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos.

Hoy el sujeto campesino en Colombia pasó del ostracismo oficial al protagonismo por los cambios necesarios en esa materia. La amenaza del TLC es una realidad, los índices de pobreza y miseria en los campos aumentaron, la propiedad rural y el desarrollo agropecuario son políticas públicas del gobierno nacional y se encuentran encaminadas a fortalecer la inversión extranjera. La soberanía alimentaria del país está en peligro. Todo junto hizo que la inconformidad campesina se expresara y con contundentes movilizaciones respaldadas de manera solidaria por diversos sectores políticos democráticos.

Los incumplimientos

Para el gobierno la tormenta de agitación difícilmente terminó con las mesas de negociación dispuestas como condicionamiento para que el campesinado levantara los bloqueos de vías en 17 departamentos del país a lo largo del paro agrario nacional del 19 de agosto de 2013. Desde ese momento se han desarrollado mesas de interlocución y diálogo que dejan resultados insustanciales.

“Sí el gobierno le pusiera seriedad a las mesas de diálogo podría pasar a la historia solucionando la problemática agraria nacional con los campesinos. Quienes tenemos propuestas somos nosotros, quien sabe de las soluciones para el campo somos nosotros; sin nosotros no lo puede hacer”, le dijo a VOZ Andrés Gil, vocero de la MIA.

Para ello es la Cumbre Agraria, Étnica y Popular: sembrar las demandas en la formulación de un pliego estructural único de peticiones desde estos sectores al gobierno nacional. “Nos une la tierra y es el elemento que nos hace sujetos políticos para la historia. Esta cumbre agraria no es para dar discursos, es para ejecutar acciones concretas para la solución de nuestras inquietudes. Este es un proceso de conversaciones de meses que nos lleva a la unidad”, manifestó Gil.

Tal unidad potencia la movilización en el inicio de año y le advierten al gobierno nacional que en las calles estarán los campesinos antes de la pretendida reelección de no dar pasos en firme en las mesas de diálogo en el país: “Póngase serio con los campesinos, Presidente”. La unidad agraria puede desembocar en movilizaciones populares debido a las exigencias incumplidas en las mesas de diálogo.

Lo que se viene

El mes de febrero de 2014 será la hora cero de la Cumbre. Los días 22, 23 y 24 de ese mes se materializará el encuentro, donde se juntarán las expresiones agrarias, étnicas y populares; todo lo contrario al Pacto Agrario convocado por el Ejecutivo y al que asistieron industriales, multinacionales, empresarios del campo y parlamentarios, beneficiarios de la política agraria impuesta en el país.

“Las arduas luchas nos han hecho encontrar en nuestras diferencias pero en las mismas problemáticas y propuestas. Como los dedos de la mano son diferentes, pero se pueden apretar para torcer el modelo económico que nos agobia. Cada proceso ha mostrado la problemática pero el gobierno mostró su estrategia en la idea de diluir el movimiento campesino en cientos de mesas. Por eso la importancia de la unidad”, explicó Roberto Daza, delegado del Coordinador Nacional Agrario.

Los indígenas

Por su parte Alberto Yace, vocero de la ONIC, manifestó que a su organización como a todos los indígenas el modelo económico y la política de las locomotoras está acabando con las comunidades. Según la ONIC, desde Casa de Nariño los buscan para sumarse al Pacto Agrario de Juan Manuel Santos, y se han negado por la desconfianza y los incumplimientos del Ejecutivo a sus demandas: “Cuando hacemos una movilización aparecen los ministros y cuando instalamos las mesas para concertar mínimos acuerdos llegan los funcionarios de tercera de los ministerios. Ya le cogimos el pulso a la negociación con el gobierno”. Y reiteró, “en las mesas exigimos a los ministros, los demás no nos cumplen”.

El pulso de negociación

Las plataformas políticas llamaron la atención a no dejarse fraccionar por el gobierno, de caminar las calles en el entendido de construir sobre las coincidencias y enfrentar a la par los desafíos que de las movilizaciones sociales surjan. “No nos dejemos derrotar por la división a la que juega el gobierno”, subrayaron los campesinos que participaron en la cumbre.

En eso consiste la reciente declaración del movimiento social y político Marcha Patriótica, uno de los protagonistas más destacados en la movilización social del pasado año:

“El constituyente primario está en el debate, se moviliza y toma la palabra sobre los temas de actualidad. De lo que se trata, para lograr la paz, es de abrir las puertas de la democracia, que sea el pueblo el que gobierne y no un poder constituido injusto, violento e impopular; por eso, hoy se exige una institucionalidad verdaderamente democrática, donde prime el poder de la gente y su participación: para llegar a ese escenario es importante que el Establecimiento atienda las exigencias ciudadanas de transformación y haga alto al fuego”.