La detención arbitraria ocurrió en Palmarito, corregimiento de la zona rural de Cúcuta, Norte de Santander. Esta zona es limítrofe con la región del Catatumbo y las comunidades allá residentes vienen siendo acompañadas por la Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat.

La Comunidad de Palmarito, víctima del desplazamiento masivo por parte de los grupos neoparamilitares hace tan solo 4 meses, vuelve a verse involucrada en una nueva situación violenta, esta vez protagonizada por el ejército nacional en el marco de la represión contra los cultivos de coca.

Aproximadamente a las 9:30 de la mañana, el ejército, hizo presencia violenta en una de las fincas cocaleras que existen en la zona, maltratando a 5 campesinos que se encontraban haciendo labores de mantenimiento y limpia de la finca. Los campesinos intentaron oponerse al accionar del ejército hasta que se ha desencadenado una persecución para detener a los muchachos, sin ningún motivo aparente. La fuerza pública comenzó a disparar a los campesinos que huían de la represión, sin que ninguno de ellos haya sido reportado como herido por arma de fuego.

En el operativo arbitrario y desproporcionado la fuerza pública logró detener al jóven campesino Eliecer Lozano, identificado con cédula número 1094160323, al cual mantuvieron retenido en las proximidades del lugar de los hechos.
La comunidad de Palmarito actuó acudiendo masivamente a reclamar la libertad de su vecino, que se encontraba en situación de detención ilegal y sin que se conocieran los cargos que se le atribuian.

La situación del campo colombiano en la frontera colombo venezolana viene siendo crítica desde hace años debido al abandono estatal y la falta de política agraria por parte del estado, situación que ha llevado al cultivo de coca como única alternativa económica.

Las comunidades campesinas de Norte de Santander, incluso las que se encuentran en las inmediaciones de las ciudades, ya no pueden mantenerse con los productos de pancoger que los ayudaban a mantener su precaria economía. Desde hace varios años la economía de la coca, y con ella el narcotráfico, han ingresado en la zona ante la hipócrita sorpresa de las autoridades políticas y militares. En este momento, como sucede en el Catatumbo, no hay alternativa a los cultivos de coca en el área metropolitana de Cúcuta, a tan solo una hora y media de una gran ciudad y con la carretera relativamente cercana.

Ascamcat ha llamado al estado Colombiano a respetar la Mesa de Interlocución y Acuerdo del Catatumbo y a que abandone la política de represión y erradicaciones violentas, hasta que se llegue a un acuerdo de sustitución gradual, voluntaria y estructural en ese espacio de negociación.