Asociación Campesina del Catatumbo
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Nueva ejecución extrajudicial en el Catatumbo
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat / Miércoles 2 de julio de 2008
 

Mientras las autoridades del Norte de Santander dicen que el Catatumbo es un remanso de paz y que nada pasa, el Ejército Nacional sigue asesinando a campesinos justificando que son guerrilleros dados de baja, cuando han sacado a campesinos de sus casas delante de sus familiares y horas después los pasan como muertos. Así es el último hecho denunciado por los campesinos en la región del Catatumbo.

El lunes 23 de junio, tropas de la Brigada Móvil No. 15 llegaron a la vereda San Jacinto, corregimiento de San Juancito (Teorama), y allanaron la humilde morada de Alirio Alfonso Sánchez Salcedo, identificado con CC 13.370.226 de Convención, de 60 años de edad, sin ninguna orden judicial ni consentimiento de la familia Sánchez.

El jueves 26 de junio a las ocho de la mañana, salieron de la casa Alcira Velásquez y una de sus hijas hacia la vereda Guasiles a cargar el celular. Cuando venía de regreso a las 9:30 am, la señora escuchó unos disparos cerca de su casa. Apresuró su paso para ir con su esposo. Los militares no la dejaron pasar porque supuestamente había un enfrentamiento con la insurgencia.

A las once de la mañana finalmente la dejan pasar y a 400 m más o menos, ella pudo observar que había un cuerpo tapado. Cuando entró a su casa, su esposo ya no estaba. Alcira reunió a la comunidad de San Jacinto para emprender la búsqueda. Le preguntaron a los militares qué sabían del señor y ellos negaron totalmente saber algo. Sin embargo dijeron que “la guerrilla los había atacado’’. El viernes 27 de junio en horas de la mañana llego la Fiscalía a hacer el levantamiento.

La esposa de Alfonso describió cómo estaba vestido, y le confirmaron que efectivamente esas eran las prendas que tiene el supuesto guerrillero dado de baja. Esta información la confirma la familia cuando el cuerpo es llevado a Ocaña y allí dos de sus familiares hacen el reconocimiento.

Solicitamos a los organismos de control, a la comunidad internacional y a las organizaciones defensores de derechos humanos que vigilen muy atentamente de las acciones de las Fuerzas Militares.