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En el agro se sienten ‘pasos de animal grande’
Este fin de semana, 5.000 campesinos, afros e indígenas de todo el país confluyen en Bogotá para definir sus peticiones y un plan de protesta
Álvaro Sierra Restrepo / Sábado 15 de marzo de 2014
 

Mientras una reunión del presidente Juan Manuel Santos con algunos sectores campesinos a mediados de esta semana procuró dejar la impresión de que el campo está bajo control, otras organizaciones ultiman los preparativos de un encuentro multitudinario que se puede convertir en antesala de nuevas protestas del mundo rural. Sus líderes afirman que 30.000 manifestantes se tomarán la capital el lunes, para que no quede duda de que sus demandas ‘tienen pueblo’.

Semana.com habló con cuatro dirigentes de los sectores que estuvieron detrás de las grandes protestas en el campo que paralizaron el país y pusieron en jaque al gobierno el año pasado. José Santos, del Proceso de Comunidades Negras (PCN), que reúne comunidades afro del Pacífico, el Magdalena Medio y el Caribe; Robert Daza, de la Coordinadora Nacional Agraria y el Congreso de los Pueblos; Alberto Yace, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), y Andrés Gil, de la Mesa de Interlocución y Acuerdos (MIA) y dirigente de la Marcha Patriótica, explicaron por qué están en desacuerdo con el Pacto Agrario que propone el gobierno y denunciaron que la mayoría de los compromisos que se hicieron al levantar los paros, no se han cumplido.

“El pacto agrario son las corbatas contra las ruanas”, afirman. Los cuatro explicaron que la cumbre que se reunirá en Bogotá este fin de semana es la culminación de un proceso en el que sus organizaciones, que hasta ahora han trabajado separadamente, van a confluir en un pliego unificado de demandas.

Cuentan que se han hecho 19 encuentros regionales en los que se ha constatado que, luego de los paros, las mesas de conversación entre el gobierno y quienes promovieron las protestas agrarias, del Catatumbo al Cauca, no tienen “decisión ni intención política de llegar a acuerdos”.

El proceso, que incluye a otras tres organizaciones, ha delineado puntos de coincidencia para redactar una plataforma unificada de reivindicaciones. Y tiene como finalidad, entre otros, poner fin a enfrentamientos como los que se han presentado en el Cauca entre campesinos e indígenas.

“Para que nos pare bolas el gobierno, nos toca movilizarnos”. Esa es, en síntesis, la convicción que alimenta este movimiento que representa el núcleo duro de la movilización agraria y la oposición a la idea del Pacto Agrario que ha venido promoviendo el gobierno. Sus líderes dijeron a Semana.com que no han sido invitados a las reuniones que el gobierno está convocando con sectores del campo, a las cuales, según ellos, quienes asisten no son sectores representativos. “Varias de las ‘dignidades’ ni siquiera acudieron”, dicen.

Por lo visto, el pulso agrario dista de estar resuelto. Si estas organizaciones logran sesionar con 5.000 campesinos en Bogotá el fin de semana y apoyar sus decisiones con una manifestación de 30.000 personas, la estrategia del gobierno de mostrar que el campo está bajo control se verá en aprietos. Y, además de campaña por la reelección, de aquí a mayo habrá protestas.

* Tomado de Semana