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Como Francia, México debe frenar cultivos cancerígenos de transnacional Monsanto: ONG
Ante la prohibición que dictaminó Francia en días recientes respecto a las semillas transgénicas, por considerarlas altamente nocivas a la salud y al medio ambiente, organizaciones civiles en Veracruz se pronunciaron en contra del manejo de maíz transgénico en el estado, así como en el país, por el temor a daños a la salud, el medio ambiente y la agricultura.
Leticia Cruz / Lunes 31 de marzo de 2014
 
Foto: Alveart via photopin cc

La Red en Defensa del Maíz se ha pronunciado en contra de la introducción, trasiego, comercialización, intercambio, experimentación, almacenaje y siembra de cualquier cultivo transgénico. Entre sus argumentos para el enérgico rechazo a los transgénicos está el daño a la salud, pues ratas que han sido alimentadas con maíz transgénico han desarrollado severos tumores cancerosos.

La siembra de maíz transgénico ya es una realidad en los estados de Sinaloa y Tamaulipas, y declaraciones como las del titular de la Sedarpa, Manuel Martínez de Leo, respecto a que en un mundo globalizado hay que entrarle a los transgénicos, hacen pensar en que autoridades tienen un interés en sembrar cultivos alterados genéticamente en laboratorios, ha referido Daniela Griego Ceballos, integrante del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), perteneciente a la Red en Defensa del Maíz.

La alerta para la siembra de transgénicos está prendida en Veracruz, “sobre todo preocupa que haya desconocimiento y falta de sensibilidad por parte de las autoridades en este tema, porque sólo se fijan en las ganancias económicas y no en los daños irreversibles que provocan las semillas alteradas”.

Temor al cáncer

Investigaciones médicas, como las del médico Eric Seralini, han advertido que el consumo de semillas transgénicas tienen alta potencialidad de causar cáncer.

“Esto desmiente las afirmaciones de Monsanto de que los transgénicos son inocuos… las semillas transgénicas son altamente cancerígenas”.

De acuerdo a experimentos científicos como los de Seralini, ratas que estuvieron sometidas al consumo de transgénicos desarrollaron tumores cancerígenos de gran masa.

La siembra de transgénicos en México provoca que muchos derivados, es decir, tortillas, pozole, tamales, tostadas, etc., es decir, alimentos muy consumidos por los mexicanos sean realizados con el maíz MON 603, el mismo grano con el que fueron alimentadas 200 ratas que desarrollaron tumores y muerte prematura luego de cuatro meses de dieta.

“Monsanto y otras transnacionales son dueñas de las semillas en diversas partes del mundo, han patentado la semilla, es un negocio que les ha redituado mucho, aunque ello implique, insistimos, el daño a la salud de quienes consuman esos productos manipulados y creados en laboratorios, y que se agudice la pobreza en el campo”, dijo en ese sentido Daniela Griego.

No obstante, las investigaciones que asocian el cáncer con el consumo de transgénicos han sido negadas por empresas y gobiernos interesados en la siembra de transgénicos, pues afirman que es mentira que las semillas transgénicas resulten peligrosas.

Cabe recordar que luego de la primera asamblea anual de la Red en Defensa del Maíz, las asociaciones civiles emitieron un comunicado para deplorar enérgicamente la siembra de cultivos alterados, particularmente el maíz, “por atacar directamente las estrategias agrícolas y de subsistencia de los pueblos y las comunidades; por atentar contra la seguridad y la soberanía alimentarias de México, por atentar contra la producción libre y autónoma de alimentos con semillas nativas nacionales libre de patentes y sin modificación transgénica. Por atentar contra la salud”.

Además de daños a la salud, los activistas temen daños ambientales como consecuencia de la siembra de transgénicos, pues al volatilizarse con el viento podrían contaminan otros cultivos y mantos acuíferos.

Que es negocio dañino

La siembra de transgénicos en Veracruz significaría entregar en bandeja de plata las tierras veracruzanas a las grandes transnacionales, por lo que las autoridades estatales e instituciones deben impedir que Monsanto y otras empresas siembren transgénicos en el estado y contaminen la siembra que sería dañina para la salud y agudizaría la pobreza, ha advertido Daniela Griego Ceballos.

“Esto significa también desplazar a los productores y campesinos, y agudizar la pobreza”.

Asimismo, las asociaciones civiles que conforman la Red en Defensa del Maíz han rechazado “el empeño de los gobiernos por imponer los cultivos transgénicos”. Por lo tanto, exigieron la integridad política, biológica y territorial de México como centro de origen de la diversidad del maíz.

Si el gobierno de Veracruz no se pronuncia en contra de la siembra de transgénicos en las tierras fértiles del estado, se endosaría el campo a las transnacionales, entregándoles la tierra, las semillas y los recursos naturales, lo cual además del empobrecimiento a los campesinos y productores, implicaría la contaminación de la salud, ha advertido MAIZ.

Datos revelados por Greenpeace indican que el 80 por ciento del maíz que México está importando (comprando) a los Estados Unidos, es transgénico.

Monsanto, de la soya y el maíz transgénico

Hay que recordar que agrupaciones veracruzanas, entre ellas el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), han deplorado que instancias gubernamentales avalen que en territorio veracruzano se siembre soya transgénica y maíz de la transnacional Monsanto.

“Sabemos que Monsanto ha patrocinado diversas investigaciones y con lo cual el resultado se ve favorecido, por lo que tenían que ser universidades y colectivos quienes realizaran estos estudios; y que otros actores vean las afectaciones que tendrán”, expuso en fechas recientes Francia Gutiérrez, integrante del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas.

En el caso de la soya transgénica, su siembra se ha aprobado ya en cinco entidades, sin embargo, en Yucatán se han logrado amparar contra ello.

¿Para alimentar a todos?

Aunque los discursos en defensa de los transgénicos argumentan que con la manipulación de semillas en laboratorio se ayuda a erradicar el hambre, el Movimiento Agrario Indígena Zapatista ha enfatizado que es innecesaria la siembra de maíz y otras semillas transgénicas porque el campo veracruzano es lo suficientemente fértil, y sólo necesita impulso para su fortalecimiento.

En cambio, las consecuencias que se han visto en otros países por la siembra de transgénicos han sido graves. Una de ellas es la contaminación de las semillas nativas.

“Son pretextos eso de manipular el maíz para sembrarlo y mejorar el abastecimiento y el contenido nutricional, eso es pura falsedad, los intereses son económicos, es cuestión de negocios. La siembra de semillas manipuladas genéticamente en laboratorios (transgénicas) envenena la tierra, tanto en la que se siembra como otros cultivos cercanos”.

Daniela Griego Ceballos resaltó que el gobierno veracruzano no debe permitir la siembra de transgénicos, sino garantizar la producción y abastecimiento de las semillas nativas y de las tierras veracruzanas.

“Las semillas nativas como el maíz las han cuidado los indígenas desde hace miles de años, y la siembra de transgénicos podría contaminarlas y volverlas dañinas, lo cual implicaría poner en riesgo el patrimonio alimentario”.

Biodiesel, interés detrás de transgénicos

La producción de biodiesel es uno de los motivos principales por el que empresas transnacionales, con la complicidad de autoridades, pretenden sembrar semillas transgénicas en tierras veracruzanas, aun con riesgo de sacrificar al agro y al medio ambiente estatal, ya que resultaría un jugoso negocio para ellos (empresas y autoridades).

Griego Ceballos ha referido que en ocasiones la siembra de transgénicos se disfraza con el discurso de que es “experimental”, por ello, tanto Sedarpa como Sagarpa deben rendir informe al respecto, pues el interés de fondo de que se siembren transgénicos en Veracruz podría ser la producción de biodiesel.

“Obviamente ese es el primer paso (lo experimental) y el siguiente paso sería liberar el permiso para concretar la siembra de semillas transgénicas en territorio veracruzano. Es un asunto fuerte, tiene que ver con la patente de la semilla y la venta de la semilla y la producción de biodiesel. El asunto de fondo podría ser la producción de biodiesel, entonces las autoridades podrían estar siendo cómplices de un asunto mayor”.

El biodiésel es un biocombustible líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales, con o sin uso previo, mediante procesos industriales y que se aplica en la preparación de sustitutos totales o parciales del petrodiésel o gasóleo obtenido del petróleo.

Francia ya prohibió transgénicos

El ministerio francés de Agricultura prohibió en días recientes, por decreto, la comercialización, utilización y cultivo de maíz genéticamente modificado MON 810, producido por el grupo estadunidense Monsanto.

Aunque estaba ya previsto que una proposición de ley que prohíbe el cultivo de maíz transgénico fuera debatida en el parlamento francés, el próximo 10 de abril, el ministerio de Agricultura consideró que había "urgencia", "debido a la cercanía del inicio del periodo de siembra".

El decreto francés refiere que "según datos científicos fiables, y muy recientes investigaciones internacionales, el cultivo de semillas de maíz MON 810... presentaría graves riesgos para el medio ambiente, así como un riesgo de propagación de organismos dañinos convertidos en resistentes".