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“Detrás del paro de los cortadores de caña no hay fuerzas oscuras, sólo el hambre y la esclavitud” dijo Piedad Córdoba
Piedad Córdoba / Viernes 26 de septiembre de 2008 / Português do Brasil
 

El paro de los corteros de caña que cumple su segunda semana encuentra su explicación en el hambre y la esclavitud a la que son sometidos más de 18 mil trabajadores en los ingenios azucareros del norte del Cauca y el Valle del Cauca, así lo aseguró la senadora Piedad Córdoba al visitar a los tres corteros que desde el pasado lunes adelantan una huelga de hambre en la Plaza de Bolívar de la capital colombiana.

En su diálogo con la legisladora, los tres delegados de los corteros aseguraron que además de tener que adelantar jornadas de trabajo de más de 15 horas diarias, la remuneración mensual que perciben no supera los 350 mil pesos mensuales, y no cuentan con ningún tipo de seguridad social.

“Esto es una infamia, no es posible que en pleno siglo 21 se encuentren trabajadores en tales condiciones, discrepo de lo que señalan algunos funcionarios del alto gobierno. Detrás del paro de los corteros de caña no hay fuerzas oscuras, detrás de ellos está el hambre y la esclavitud que los avasalla”, dijo Piedad Córdoba.

La senadora de dijo además que no entiende como el país no abre los ojos ante las paupérrimas condiciones en que estos compatriotas tienen que ganarse el sustento y aseguró que “posiblemente el fiscal y los ministros aseguran que detrás de la protesta hay fuerzas oscuras porque todos los corteros son negros y el color de su piel los convierte en sospechosos”.

La protesta de los trabajadores azucareros del Valle del Cauca y del suroccidente del país busca la mejoría de sus condiciones laborales y salariales, toda vez que en la actualidad carecen de contrato laboral, seguridad social en salud, prestaciones sociales y padecen el desconocimiento de los más elementales derechos de los que goza un trabajador en cualquier parte del mundo.

Finalmente Piedad invitó al país a abrir el debate sobre la nueva expresión de la esclavitud, que se aprovecha de la necesidad de la gente para explotarla a través de las cooperativas de trabajo asociado.