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Campesinos de Palestina denuncian robo y daño a sus olivares
 

El lunes 6 de octubre, aproximadamente 15 familias fueron a sus tierras cerca del asentamiento israelí de Elon More y descubrieron que muchos de sus árboles producían pocas aceitunas: la cosecha había sido robada por los colonos.

La aldea había recibido garantías de parte de la Oficina de Coordinación del Distrito, del gobierno israelí, de que tendría seguridad para los campesinos en el área alrededor del asentamiento, que es considerada oficialmente un "Ärea C" (bajo administración y control de seguridad israelí), a pesar de que esas tierras pertenencen a la aldea palestina. La puerta del área sería abierta a las 7 am, pero los campesinos sólo pudieron ingresar después de las 7:45 am.

A los activistas internacionales que acompañaban a los campesinos al campo se les impidió pasar y fueron informados por el ejército de que dicha área era una "zona militar cerrada para los internacionales". De hecho, el área fue declarada como "zona militar cerrada" desde la noche anterior hasta el 31 de diciembre. Prohibir el acceso a los internacionales que acompañan a los campesinos es una táctica común. Sin embargo, el área realmente considerada como "zona militar cerrada" era más cerca del asentamiento, y después de dos horas los internacionales pudieron acompañar a los campesinos en el terreno.

Durante este tiempo, muchos campesinos habían empezado a regresar a sus tierras tras descubrir que había muy pocas aceitunas. El campesino de Salim, Abdul Hardi Jabur tiene 0,6 hectáreas de tierra cerca al asentamiento. Volvió a la aldea tras una hora con un total de unas cien aceitunas. El año pasado había podido cosechar 16 bultos de 60 Kg de aceitunas en la misma área. Otros campesinos experimentaron problemas similares. Abdul dijo: "los colonos se robaron nuestras aceitunas y trajeron obreros de fuera del asentamiento para eso".

Este no es un problema aislado en la región de Nablus o en la Cisjordania. Durante las últimas cosechas tanto Tell como Sarra también tuvieron problemas con los colonos que robaron la cosecha, y muchas aldeas, entre ellas Salim, han sufrido quemas de grandes áreas de tierra con olivares, por parte de los colonos. Este año los problemas se han exacerbado, ya que a muchos campesinos no se les ha permitido el acceso a sus tierras para cuidar los olivares durante el año, lo cual es vital para asegurar una buena cosecha. Hace sólo cuatro años, la aldea plantó mil nuevos olivos. Sin embargo, debido al limitado acceso a los terrenos, sólo cien han sobrevivido. También hay señales evidentes de daños a muchos árboles cuyas ramas han sido cortadas con motosierras. Los campesinos creen que este año sólo cosecharán el 20% de lo recogido el año pasado.

Mientras el gobierno israelí ha declarado públicamente que la expansión de los asentamientos ha cesado, la táctica empleada por los colonos de dañar los árboles, la tierra y robar las cosechas, hace inútiles las fincas. Esto, combinado con el uso, por parte del ejército israelí, del sistema ilegal de "permisos" negándole a los palestinos el acceso a sus tierras, efectivamente anexa éstas a los asentamientos, una historia que se repite a través de la Cisjordania.

Las aldeas de Qusin, Deir Sharaf, Burin, Kufr Qalil y Awarta en el distrito de Nablus pudieron cosechar sus aceitunas sin incidentes el lunes 6 de octubre, mientras que varias aldeas de la región de Salfit experimentaron dificultades y acosos de los soldados israelíes al tratar de ingresar a sus tierras y en el momento de la recolección.