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Plan Colombia: Un fracaso a voces
Yamila Blanco / Viernes 7 de noviembre de 2008
 

La Oficina General de Contabilidad del Congreso (GAO por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reconoció este jueves el fracaso del Plan Colombia, implementado por el gobierno estadounidense desde 1999 en ese país andino.

Según el documento, solicitado por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el vicepresidente electo Joe Biden, el objetivo de reducir el cultivo, procesamiento y distribución de drogas ilegales en un 50% durante seis años no se logró completamente.

Desde el 2000 al 2006, los cultivos de amapola y la producción de heroína se redujeron un 50%, mientras que los cultivos de coca y los niveles de producción de cocaína se incrementaron un 15% y 4% respectivamente, dice el informe.

El texto de la GAO recomienda desarrollar un plan de nacionalización integral de programas dentro del Plan Colombia, lo que significa entregar responsabilidades y financiación de operaciones militares y no militares.

Lucha antinarcótica

El Plan Colombia se formuló como una estrategia para desactivar el círculo narcotráfico - violencia - economía y contrarrestar sus repercusiones adversas sobre el crecimiento, el bienestar de la población más vulnerable y la institucionalidad del estado.

La iniciativa, diseñada desde la Casa Blanca y puesta en marcha en el país latinoamericano desde el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), fue recogida y fortalecida por la política de “seguridad democrática” del actual presidente colombiano Álvaro Uribe.

Se estructuró en cuatro componentes: combate contra el narcotráfico; recuperación económica y social; fortalecimiento social y desarrollo institucional y negociación política con organizaciones armadas.

El plan tenía un presupuesto de 7.500 millones de dólares, de los cuales un 51% se dedicaría desarrollo institucional y social, un 32% para combatir el narcotráfico, un 16% para revitalización social y económica y un 0,8% para apoyar los procesos de negociación política con los grupos guerrilleros.

Sólo durante el 2008 Colombia ha recibido 543 millones de dólares para esa iniciativa, lo que elevó cerca de cinco mil millones el monto desembolsado desde que fue implementado en 1999.

Efectos colaterales

El informe de la GAO señala que la lucha antidrogas ha fracasado, aunque reconoce que está estancada la oferta bruta de toneladas de cocaína en 600 desde el año 2000.

Eso es un número muy alto teniendo en cuenta que el plan había prometido reducir para el 2006 a 300 toneladas de cocaína la oferta bruta, a los que había que reducirles un 30 ó 40 % de sustancias decomisadas por interceptación.

Sin embargo, según la experta en temas relacionados con el narcotráfico Aura Puyana, el Plan Colombia tiene varias aristas y por lo tanto distintos impactos.

“Ese plan también había prometido evitar el desborde del conflicto interno armado hacia las fronteras. Sin embargo, nunca antes han estado esas zonas más tensas, especialmente la frontera con Ecuador y con Venezuela”, indicó la experta.

Ecuador ha roto sus relaciones con Colombia desde marzo de este año luego de que el ejército colombiano bombardeara territorio ecuatoriano como parte de su campaña de lucha contra el terrorismo.

En ese ataque a un supuesto campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), murieron 25 personas.

Desplazados

Puyana recordó que existen actualmente cuatro millones y medio de desplazados en Colombia, de los cuales una buena parte obedece a las fumigaciones y a las presiones militares del Plan.

“El gobierno norteamericano tiene que hacer una evaluación mucho más integral. Durante la implementación de ese proyecto los problemas de la población se han incrementado en el aspecto laboral, sindical, territorial y humano”, dijo.

Muchos campesinos y campesinas han sido desplazados de sus tierras mediante las fumigaciones aéreas, que no sólo afectan a la mata de coca, sino también a cualquier otro cultivo presente en la zona, lo que obliga a los pobladores del lugar a emigrar hacia otras zonas donde puedan cosechar su siembra.

Además, las personas que vivían en zonas que eran fumigadas padecían diferentes enfermedades en la piel, en los pulmones y hasta sufrieron malformaciones de los niños y niñas recién nacidas, por lo que también se veían obligados a abandonar el lugar.

Derechos humanos

Para los defensores y defensoras de los derechos humanos esta información de la GAO ratifica lo que las fuerzas sociales vienen señalando desde hace años y es que el Plan Colombia tiene impactos desfavorables en la sociedad.

Puyana señaló que durante los últimos 18 meses se ha conocido una ejecución extrajudicial por día.

El dirigente de la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) que tiene su eje de acción en el Magdalena Medio colombiano (centro), Mauricio Ramos, indicó que los movimientos sociales han denunciado desde 1998 que el Plan no traería una solución al problema del narcotráfico.

“A un campesino le es más rentable cultivar la hoja de coca que el maíz, por lo que el problema del narcotráfico esta íntimamente relacionado con la pobreza que se vive en Colombia y eso no se combate con balas”, explicó.

El activista social resaltó que el problema de las drogas se podría haber combatido de una manera mucho más efectiva si los 7.500 millones de dólares presupuestados inicialmente para la batalla militarizada contra los narcóticos se hubiesen destinado a la sustitución mediante programas sociales de cultivos ilegales.

Tras el fracaso oficial del Plan Colombia aún queda un interrogante en el aire: si la lucha contra las drogas ha sido perdida, ¿quiénes fueron los ganadores en esta guerra?

Si tomamos en cuenta que los luchadores sociales campesinos han sido estigmatizados, asesinados, empobrecidos y desplazados durante los últimos 10 años en el sureño país, podemos darnos cuenta fácilmente de quiénes han sido los perjudicados sin demasiado esfuerzo.