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Miembro del Gaula torturó a campesino en Neiva
 

El día 12 de marzo de 2015, en horas de la mañana se presentaron fuertes combates entre miembros del Ejército Nacional adscritos al Batallón Tenerife y las FARC-EP, en inmediaciones del corregimiento de Aipecito, zona rural del municipio de Neiva, tras los cuales agentes del Estado generaron graves consecuencias humanitarias sobre la población civil.

El joven campesino Lázaro Arley Medina González, de la vereda el Triunfo, siendo las 8:30am después de cesado los combates, salió de su finca La Marina hacia un cultivo de lulo de su propiedad ubicado dentro de la misma vereda, cuando fue interceptado por un hombre de civil armado con una pistola, el cual se movilizaba en una moto negra, portando un casco rojo, el cual se acercó al campesino y lo acusó de haber hecho dos disparos y haberse tirado el operativo, frente a lo cual se negó Lazaro, y le mostró que solo llevaba los implementos para fumigar su cultivo de lulo. Tras esto, el sujeto amenazó de muerte a Lázaro y lo hizo tender al suelo. Posteriormente descargó el proveedor de su arma muy cerca a la cabeza de la víctima y puso un nuevo proveedor, continuó acusándolo, lo hacía levantar y tender nuevamente al suelo en repetidas ocasiones,, lo hizo acurrucarse dentro de una cuneta de la vía que conduce a Aipecito y nuevamente realizó tres disparos cerca de la humanidad de Lazaro. Esto continuó hasta que un hermano y un trabajador de la finca de la víctima identificaron la moto del habitante de la vereda el triunfo tumbada en la carretera, se acercaron al agresor y le pidieron explicaciones de la situación. Él amenazó con matarlos y les dijo que se fueran, tras lo cual ellos trajeron 25 personas de la comunidad. En ese momento llegaron varios miembros del Ejército, el agresor les dijo “miren a este fugitivo que me hizo dos tiros, vayan rastreen la zona”… Un mando militar ordenó que requisaran a Lazaro y que si no le encontraban nada lo soltaran. Al final el sujeto lo identificamos como miembro del Gaula Militar. Siendo este un hecho que puede configurarse como detención arbitraria y tortura cometida por este agente del estado.

Durante los enfrentamientos resultaron dos combatientes muertos uno del grupo insurgente y otro miembro de la fuerza pública. En el proceso de traslado para recoger los cuerpos, miembros del Ejército mostraron, en medio del centro poblado de Aipecito, los muertos e invitaron a la gente de la comunidad a que los miraran, entre ellos niños y niñas que resultaron con afectaciones psicológicas frente a las escenas que fueron llamados a observar.

Durante los mismos hechos relatados miembros del Ejército Nacional, insultaron a la población y le exigieron borrar los murales relacionados con el Movimiento Social y Político Marcha Patriotica, y la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila ATCH, afirmando que eran estructuras de la guerrilla.