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Con logros parciales se levantó paro de corteros de caña
Con cooperativas continuará esclavitud en ingenios
Es claro que en los ingenios azucareros se violan los derechos laborales con el visto bueno del ministro de Protección Social que pasó a ser el ministro de la protección empresarial. La política del gobierno de Uribe Vélez es antipopular y fomenta los atropellos a los trabajadores.
Juan Carlos Hurtado Fonseca / Miércoles 12 de noviembre de 2008
 

Durante más de 50 días se realizó el cese de actividades de miles de corteros de caña que pedían una contratación directa a los 13 ingenios azucareros del Cauca y el Valle del Cauca, agremiados en Asocaña.

La confrontación se dio de manera muy desigual: por un lado, los corteros con sus familias y el apoyo de muchas organizaciones sociales y millones de colombianos; y por otra parte, el poderío de los ingenios, el Ministerio de la Protección Social y las cooperativas de trabajo asociado.

Con chantajes, represión y la complicidad de algunos dirigentes sindicales que no fueron solidarios, el gobierno y Asocaña desgastaron el movimiento y nunca aceptaron negociar un pliego integral con un solo grupo de trabajadores. Pero la manifestación sirvió para que por primera vez los trabajadores se unieran en una asamblea, presentaran un pliego unificado y los empresarios se vieran obligados a discutir los puntos. Los ingenios se negaron a negociar el pliego, pero hubo acuerdos gracias a la mediación de la Iglesia.

Aunque por ahora no se consiguió tumbar el modelo uribista de intermediación laboral con cooperativas, se obtuvo que se quitaran muchas multas que eran el pretexto para robar el salario de los trabajadores. De ahora en adelante los ingenios asumirán los costos de las herramientas de trabajo y tienen la obligación de dar la dotación; se reubicará a los trabajadores incapacitados; la tarifa se incrementará con el objetivo de que ningún cortero gane por debajo del salario mínimo y se reduzca el tiempo de la jornada laboral, entre otros puntos.

En palabras de Jorge Gamboa, asesor de los corteros por parte del Ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), «los logros conseguidos por los trabajadores son un buen inicio para ir dignificando el trabajo y sirvieron para la denuncia nacional e internacional de violación de derechos humanos, de convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en los ingenios azucareros. La OIT no hizo presencia para verificar la forma inhumana como se labora en estos monocultivos. Fue evidente que no hay derecho a la contratación colectiva, a la organización de los trabajadores, presentación de pliego y a negociación. Fueron derechos violados con el visto bueno del ministro de la Protección Social».

Con respecto a los objetivos de fondo de este tipo de movilizaciones, Gamboa aseguró: «Es difícil tumbar el modelo de contratación a través de un procesos de protesta, para tumbarlo se necesita de unidad política en todo el país, porque es algo que forma parte de la política de Uribe».

Para algunos dirigentes del paro no hubo la suficiente solidaridad por parte de la sociedad civil organizada, aunque reconocen que sí la hubo por parte de organizaciones políticas como el Polo y organizaciones sindicales como la CUT.

«Lamentable, no se vio la solidaridad de la CGT, no participó en el paro del 23 que era en solidaridad con ellos y movilizó trabajadores en contra del cese de actividades de los corteros de la caña. Le hago el llamado a Julio Roberto para que rechacemos las CTA, los contratos sindicales y que revisemos ese tipo de políticas sindicales. Es un llamado a la unidad y a la solidaridad», concluyó Gamboa.