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Se reanudan fumigaciones en la frontera con Ecuador
Agencia Prensa Rural / Viernes 15 de diciembre de 2006
 

Desde la semana pasada las autoridades colombianas reanudaron las fumigaciones con glifosato en zona de frontera con Ecuador, en los departamentos de Nariño y Putumayo, al sur del país.

Esta decisión incumple el acuerdo firmado el 7 de diciembre de 2005 por los gobiernos de ambos países, cuando la canciller colombiana Carolina Barco se comprometió con su homólogo ecuatoriano a que se suspenderían las fumigaciones en la zona de frontera (en una franja de 10 kilómetros), a la vez que se preparaba un estudio conjunto sobre el impacto que trae la mezcla venenosa usada en las aspersiones sobre la salud humana y el medio ambiente.

La actual canciller colombiana, la cuestionada Consuelo Araújo, negó arbitrariamente la existencia del acuerdo y afirmó que la suspensión de las fumigaciones había sido una concesión unilateral. Así mismo, la Policía Antinarcóticos y portavoces ministeriales justificaron la reanudación de las fumigaciones con el supuesto incremento de los cultivos de coca en los últimos meses. Pero las autoridades omiten el incremento que se ha presentado en otras zonas del país, donde hay un marcado predominio paramilitar, y donde estos cultivos son de carácter empresarial, manejados por bandas mafiosas en estrecha relación con los poderes políticos locales.

Contrariando los innumerables casos de problemas de salud surgidos a raíz de las fumigaciones, tanto en Colombia como en Ecuador, el gobierno de Uribe insiste en que está probado técnica y científicamente que el glifosato es “inocuo” para la salud humana y para el medio ambiente. Pero la realidad ha sido que desde el inicio de las fumigaciones del Plan Colombia en el año 2001, en Putumayo y en varias regiones del país han sido asperjados cultivos de alimentos, fuentes de agua, selva virgen y viviendas, lo que ha traído la destrucción de la economía campesina, la aparición de enfermedades y graves impactos ambientales.

Por su parte, la cancillería ecuatoriana entregó una nota de protesta en la que se exige al gobierno colombiano que se suspendan las aspersiones con glifosato. La reanudación de las fumigaciones aéreas fue considerada como una muestra de hostilidad del gobierno colombiano hacia el hermano país. Tanto Alfredo Palacio, actual mandatario ecuatoriano, como Rafael Correa, presidente electo, rechazan las fumigaciones. También fue llamado a consultas el embajador ecuatoriano en Colombia, Alejandro Suárez, como señal de protesta por la decisión del gobierno de Uribe.

Así mismo, varias organizaciones sociales de ambos países han recordado los graves efectos sobre la naturaleza y los seres humanos que trae el herbicida, al igual que la imperiosa necesidad de suspender las fumigaciones con glifosato, que ha sido prohibido en muchos países y ha sido catalogado como "arma química".