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Repsol en Argentina
Sangría negra
Fabiana Arencibia / Miércoles 26 de noviembre de 2008
 

El 13 de diciembre, día del Petróleo Nacional, encontrará a nuestro país no sólo con reservas que pueden agotarse en sólo cuatro años, sino con concesiones ilegalmente prorrogadas al capital extranjero y con un plan para seguir con la explotación y exportación del oro negro.

El discurso oficial de “nacionalizar” el petróleo que acompañó a la formación de ENARSA parece llegar a su fin.

Los programas lanzados desde el gobierno, “Petroleo Plus” y “Refinación Plus”, reemplazan el plan de exploración de ENARSA por otro de explotación y exportación de las petroleras privadas, en especial de la Pan American Energy.

Ambos programas “plus” tienen como objetivo manifiesto “alentar nuevas inversiones” para aumentar la producción y la explotación petrolera. El detalle es que las áreas que abarca este plan son zonas en donde no existe riesgo empresario de exploración porque se sabe que el petróleo está allí.

Petróleo Plus es “estratégico y estructural”, afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y seguramente lo es para las compañías petroleras que, según el ministro Julio de Vido, invertirán 8.570 millones de dólares y crearán ocho mil puestos de trabajo, pero a las que como contraprestación se les garantiza incentivos fiscales (devolución de IVA, amortización anticipada del impuesto a las ganancias, mejoras en el precio de cada barril de petróleo, entre otras) que le generarán aumento de sus ingresos de hasta 20 por ciento.

Petróleo Plus es en definitiva una carta verde para la exportación de petróleo con beneficios impositivos que alcanzan especialmente a la principal exportadora de crudo del país: Pan American Energy.
Este negocio millonario es otro beneficio más para la petrolera de la British Petroleum y del grupo Bridas (de la familia Bulgheroni y firma de confianza de los Kirchner) que ya se alzó con la prórroga de la concesión por 40 años del yacimiento Cerro Dragón (el más rico de nuestro país) y con una carta de intención firmada por De Vido para avanzar en un proyecto de refinería cerca de Comodoro Rivadavia (ambos en la provincia patagónica de Chubut).

Por otra parte, en octubre de este año el gobernador neuquino Jorge Sapag, prorrogó por diez años las concesiones de los yacimientos que explota en la provincia la petrolera Repsol (ex YPF privatizada). Esta medida es ilegal además porque la propia Constitución de la provincia de Neuquen prohíbe las concesiones a empresas privadas.

“Durante ese período las empresas se llevarán 50.000 millones de dólares pagando apenas 175 millones por única vez en 14 cuotas con un miserable aumento del 3% de regalías para las arcas de la provincia”, afirmó un participante del Encuentro Nacional para la Recuperación del Petróleo y los Recursos Energéticos realizado hace pocos días en Neuquén.

En un artículo publicado por FeTERA Semanal, Damián Glanz trae datos que la Secretaría de Energía de la Nación publicó a fines del año pasado. Según los mismos, al iniciarse la gestión K el suelo de nuestro país albergaba para la ex YPF 130 millones de metros cúbicos de petróleo y 157 mil millones de metros cúbicos de gas. A fines de 2007 las reservas comprobadas de crudo de YPF bajaron a 85 millones y las de gas a 80 mil millones.

Según datos brindados por el directorio de Repsol-YPF a sus accionistas en la asamblea anual de abril pasado, de los 927 mil barriles diarios de hidrocarburos que produjo la multinacional durante el primer semestre de 2008 entre todas sus filiales, el subsuelo argentino aportó 612 mil barriles.

Sin embargo sólo un 25 por ciento de la reinversión de sus ganancias tuvieron como destino estas tierras. Repsol financió su expansión en otros países con las ganancias que obtuvo en el nuestro.

“Cuando la petrolera era estatal se perforaban 100 pozos por año y las privatizadas no pasaron nunca de 25 por año. En consecuencia, lo que hicieron las petroleras es bombear y bombear para llevarse el recurso. Y las reservas bajaron de 30 años a seis o siete”, afirma Pino Solanas.

Los gobiernos provinciales y el nacional saben muy bien lo que las 48 empresas petroleras que operan en Argentina están haciendo. Así lo reconoció el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, ante la interpelación de un accionista de la multinacional. “Usted sabe muy bien que nosotros tenemos una relación muy estrecha con todos los gobiernos provinciales. Ellos saben lo que estamos haciendo”, le dijo.