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Hostigamientos por parte del ejército a Juventud Rebelde
Juventud Rebelde / Lunes 10 de agosto de 2015
 

Juventud Rebelde es un proceso juvenil que surge por la necesidad de encontrar un espacio de interlocución y representación juvenil que estuviera a la altura de organizar y preparar política e ideológicamente a los jóvenes colombianos para que seamos constructores de la nueva Colombia en paz con justicia social.

En ese marco hemos venido desarrollando diferentes escuelas de formación política en los diferentes departamentos, como es el caso de la primera escuela de formación política del nororiente colombiano por los cuatro mártires del Catatumbo: Édison franco, Leonel Jácome, Hermides palacios y Diomar Angarita, que se realizó en la vereda Honduras del municipio de Rionegro, departamento de Santander, en el marco de la cual se presentaron algunas hostilidades por parte del ejército nacional como fue el caso sucedido el día 26 de julio, cuando se desplazaba del corregimiento de San Pablo, municipio de Teorama, hacia la ciudad de Bucaramanga, nuestro compañero Guillermo Quintero. En la base militar de La Esmeralda del municipio de convención, fue parado a las 12: 40 por el cabo primero Tapasco, quien se encontraba a cargo del puesto de control militar. El cabo Tapasco, que inicialmente no se quiso identificar, “dio la orden a los soldados que lo acompañaban que pusieran conos delante de la camioneta y que si intentábamos arrancar el vehículo nos pararan de cualquier manera”, luego de este anuncio el cabo Tapasco procedió a llamar el coronel encargado de la base militar. Al momento de bajar el coronel, quien llegó bastante ofuscado, sin identificarse y hablando en un tono de voz bastante alto, nos gritaba que apagáramos el vehículo y nos bajáramos. Ante esto, el protegido le preguntó que con quien tenía el gusto, por lo que contestó el coronel que él era Francisco Herrera, mando encargado de la base militar. Ante esta petición, nuevamente como ya se le había dicho al cabo Tapasco, nosotros abriríamos el vehículo en la estación de policía del municipio de Convención. Por esta razón el coronel manifestó en un tono irrespetuoso que a él no le importaba que fueran de ASCAMCAT y que así le dieran de baja, hacía el procedimiento de abrir el vehículo. De igual manera le dijo a sus tropas: “este carro no se mueve de aquí”. Ante esta orden, los soldados que estaban allí apuntaron hacia el vehículo, generando intimidación a los ocupantes. De igual manera insinuó que movíamos cosas ilegales dentro del vehículo y por eso no lo abríamos. Cabe resaltar que este coronel estaba tan ofuscado que no le quiso contestar el teléfono al General de la segunda división, al Señor Brigadier General Jerez.

En este mismo sentido, el día 6 de agosto a las 10 de la mañana entró el ejército al caserío La Esperanza, ubicándose alrededor de la escuela y el poblado. El mismo día, en horas de la tarde, llegaron los compañeros de Juventud Rebelde para dar inicio al primer encuentro de Juventud Rebelde Agroguejar Cafre.

Los campesinos de la zona dicen que el ejército estuvo realizando registros en horas de la noche ese mismo día, el día 7 de agosto a las 10 de la mañana entraron nuevamente al caserío haciendo estratagema de compra, pero así mismo se iban ubicando en las esquinas de las casas a la vez que preguntaban que qupe era Juventud Rebelde. A partir de las 9 de la noche entraron nuevamente a la vereda y patrullaron toda la noche y entraron al sitio del evento intimidando con su presencia a los participantes. El día de ayer nuevamente entraron a la vereda a las 9 de la mañana, llegaron tomando fotos a los participantes del evento. Al ver esta situación, algunos compañeros interlocutaron con los miembros del ejército exigiéndoles que se retiraran y que no podían tomar fotos.

A esta situación se le suma que el día 3 de agosto estuvo la aviación bombardeando y ametrallando alrededor de una finca a las diez de la noche en el sitio conocido como La Taguara de la vereda la Esperanza del municipio de Puerto Rico, Meta donde también sucedió en la noche de anteayer. La población campesina se encuentra intimidada porque esa misma actitud tomó el ejército hace un año cuando llegaron a llevarse a los líderes de la vereda.

Juventud Rebelde rechaza esta persecución contra los defensores de derechos humanos y líderes sociales, a la vez que enciende las alarmas por el inicio de una persecución en contra de los jóvenes líderes de nuestro movimiento Juventud Rebelde.