Hace dos años el país vivió en cada una de las principales ciudades, las grandes movilizaciones campesinas que rechazaban los tratados de libre comercio y la ausencia de una política de inversión social que garantizara el desarrollo del agro.

Después de dos años de negociación entre el gobierno nacional y las organizaciones campesinas colombianas como la Cumbre Agraria Étnica y Popular y Dignidad Campesina, no se vislumbran acciones concretas ni decisiones que garanticen el cumplimiento de los acuerdos, en función de las mejoras y garantías para el campo colombiano.

Ante esta situación, el sector campesino, decidió llamar a la movilización nacional con el objetivo de instar al gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, a garantizar los acuerdos pactados con las comunidades y a frenar todo proyecto que vaya en detrimento de la realidad agropecuaria.

El pasado 30 de agosto en el marco de estas jornadas de indignación, la Subcomisión Nacional de Derechos Humanos, denunció diversos hostigamientos por parte de miembros de la fuerza pública nacional, en varios puntos del país.

En el municipio de Ocaña, departamento de Norte de Santander, la delegación de 37 campesinos pertenecientes a la Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat, fueron abordados en el terminal, y detenidos por agentes de policía. Después de impedir la movilidad del vehículo, realizar requisas, solicitaron la documentación de los marchantes y tomaron fotografías a sus documentos. Posterior a esta acción, que se denunció como de atropello a los marchantes, les dejaron seguir. En el departamento del Tolima, campesinos e indígenas padecieron la misma situación.

El Coliseo Cubierto el Campin, fue destinado como punto de encuentro y hospedaje de los marchantes. Según la comisión, agentes de policía que se movilizaban en el vehículo institucional OEU949 llegaron al lugar. Uno de ellos, identificado con el número 73076 procedió a tomar fotografías con un celular sobre la humanidad de los campesinos, indígenas y afro descendientes que se encontraban en el coliseo. Al existir el reclamo por parte de la comisión de DD.HH., los uniformados manifestaron recibir órdenes. En diversas ocasiones los mismos policías, intentaron ingresar al coliseo con el pretexto de usar los baños.

Para el movimiento campesino es muy delicado que después de los atropellos, detenciones arbitrarias y montajes judiciales de los que han sido víctimas, la fuerza pública, les hostigue y reseñe sus documentos de identidad. La comisión de DD.HH., en el mismo comunicado, exige al gobierno nacional las garantías para el desarrollo de la protesta social y se frene toda acción que impida el total desarrollo de las actividades propuestas por el campesinado.