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Análisis electoral
Atraco electoral en Ituango
La recomposición del corrupto bloque de poder dominante
Asociación de Campesinos de Ituango / Miércoles 28 de octubre de 2015
 

Las elecciones regionales del pasado 25 de octubre en Colombia, especialmente en Ituango, confirmaron de manera contundente que la única conclusión que se puede sacar de estas es que serían utilizadas por la clase dominante para recomponer el bloque de poder contrainsurgente dominante en Colombia.

Dos anuncios sombríos lo anticiparon:
Uno: el documento escrito por los 21 gremios de Colombia y presentado con bombos y platillos al presidente Juan Manuel Santos dándole un apoyo envenenado al proceso de paz de La Habana, pero a la vez, presentando un proceso de paz completamente diferente al actual.
Dos: el mensaje encriptado del presidente Santos enviado a los medios de comunicación adictos a él poco ante las elecciones en el que decía que “los alcaldes y gobernadores elegidos serán los encargados de administrar el Post conflicto”.

Este mensajito forzó a los politiqueros, clientelistas y contratistas, interesados en “la feria de contratos para la paz” (que conlleva la palabra oficial “post conflicto”) para realizar unas elecciones típicas colombianas plagadas de todo tipo de delitos electorales, especialmente la trashumancia de votos, la falsificación de documentos electorales, la compra multimillonaria de votos. En el caso de Ituango tan repugnantes fechorías electorales se manifestaron en que decenas de personas cuando fueron a depositar su voto aparecía que otros ya habían votado con su cédula, a muchos campesinos algunos jurados comprados y deshonestos sólo les entregaron tres tarjetones, ciertos delegados de la Registraduría en corregimientos y veredas descaradamente marcaban tarjetones por el candidato liberal y no por el que le decía el campesino analfabeto, en algunas urnas después del conteo de votos aparecían votos del conservatismo, cambio radical o de la “U” debajo de la misma; algunos jurados simulaban firmar tarjetones pero lo que hacían era marcarlos por el candidato que de esta manera salió “ganador”, emisarios del sector más delincuencial de Ituango compraron abierta y descaradamente la conciencia de las personas más humildes a quienes les daban cien mil, ciento cincuenta mil y hasta doscientos mil pesos dependiendo del número de votantes que les llevaran; algunos candidatos al concejo por la U, el conservatismo o Cambio Radical en la vereda o corregimiento donde estaban las mesas aparecían con equis cantidad de votos y luego aparecían con 40 o 50 votos menos; la parcialidad manifiesta de la fuerza pública, denuncian los campesinos que los llevaban engañados a votar a una urna que había en la misma sede liberal, entre otros muchos casos. Todo esto ocurrió con la complicidad descarada de los “triunfadores electorales” quienes desde sus posiciones privilegiadas de mercaderes de la miseria y de concejales que se han perpetuado por años sin aportarle nada al pueblo y han cometido contra el pueblo ituanguino el más vergonzante fraude electoral.

El ventajismo económico, la guerra sucia mediática a través de las redes sociales y por medio de pasquines amenazantes, la corrupción, la compra millonaria descarada y cínica de votos -todo el mundo tiene la absoluta seguridad de que esos ríos de dinero no provinieron de binguitos o rifitas, sino de “oscura procedencia” como lo denunciaron en un boletín titulado “Comunicado oficial – Liberales por la paz de Ituango” del 23 de agosto de 2015 firmado por “Liberales de base de Ituango”-, porque no todos los liberales se dejaron involucrar en tan macabro fraude electoral, entre ellos hay gente buena que ha expresado al campesinado y su Asociación la más noble y patriótica solidaridad al tiempo que expresan la vergüenza por la actitud perversa de sus copartidarios, fueron las prácticas pactadas y aceptadas por los que a nombre de Dios y la democracia se proclaman victoriosos, no por representar un partido liberal moderno con ideas, programas, organización y ética definidas, sino resultado de oscuras maniobras y amiguismos amañados entre grupúsculos clientelistas, burócratas de profesión y contratistas usureros, todos interesados en pelechar los raudales de dinero en dólares y euros que Juan Manuel Santos ha prometido vendrán de EEUU y Europa una vez “se firme la Paz”.

La indignación del campesinado en general se ha expresado furiosamente, manifiestan estar en pie de lucha, la moral es alta, 1.185 votos del Partido Conservador, 652 de Cambio Radical y 640 de la “U”, para un total de 2.477 votos limpios y los 1.887 del señor Javier Parias son una muestra irrefutable e incuestionable de una fuerza social (campesina, popular, indígena, comerciantes, maestros, intelectuales, religiosos, etc) que convocan al pueblo ituanguino al más honesto y transparente bloque de poder que colocará la causa social como principio fundamental, en favor de la paz con justicia social, y en contra de la corrupción, la exclusión y el sectarismo político.

La Asociación de Campesinos de Ituango y la Mesa Comunal manifiesta a sus afiliados, amigos y simpatizantes que hoy más que nunca las masas campesinas claman por justicia y verdad y que se harán sentir en las calles, en la protesta pacífica y civilista, que siempre será mejor un recinto de expresión democrática y que será vigilante para que los recursos que provengan del presupuesto, de las regalías de Hidroituango, del proceso de paz y otros se inviertan en bienestar y prosperidad en general del pueblo ituanguino y no se queden en las cuentas bancarias de quienes siempre se han embolsillado el erario público.

El ambiente en el país y en Ituango es de paz, por eso el llamamiento es a la unidad, a la coexistencia pacífica, al pluralismo político, a la reconciliación y la tolerancia, por eso se rechazan los gritos de guerra que desde un grupo reducido, infame, de vulgares provocadores celebran cínicamente el vergonzoso fraude electoral.

Se extiende una mano fraterna de paz con justicia social, pero los brazos también están firmes para la resistencia y la movilización de masas.