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Guardias agreden a reclusas en cárcel de Bogotá
Las guardianas del Inpec en la Reclusión de Mujeres del Buen Pastor abusan de su autoridad implementando un régimen más estricto del que corresponde. Castigos, agresiones físicas y traslados a quienes defienden sus derechos humanos como prisioneras. Denuncia de Cristina Barrantes.
María Cristina Barrantes López / Domingo 3 de abril de 2016
 

El día 22 de Marzo de 2016 en horas de salida a talleres, la compañera Gloria Salamanca, quien padece de alteraciones mentales debido a la muerte de uno de sus hijos, se cansó de que las dragoneantes de la compañía que se encontraban encargadas del pabellón 9 y 1 la ultrajaran y menospreciaran de forma verbal, llegado al punto que le gritaba que se quitaran ese uniforme, ya que sin eso ellas eran igual.

En la salida de talleres Gloria agredió a la pabellonera y fue conducida a golpes y ultrajes hacia la UTE (Unidad de Tratamiento Especial). Horas más tarde, en un operativo o requisa de rutina, la interna que vive en la celda 13 del patio 9, fue agredida por la dragoneante debido a que le encontraron un cargador de celular. La interna respondió su agresión mordiendo a la guardia, pero inmediatamente llegó más guardia y la sacaron a golpes y empujones. Las compañeras del patio 9 chiflaron y gritaron que no fueran abusivas; de un momento a otro el patio se llenó de guardias y mientras la compañera gritaba pidiendo auxilio a todas las internas del patio 9 nos encerraron. Se llevaron los palos, las cortinas, pisotearon la ropa y agredieron físicamente a las señoras. Empezamos a dictar los números de teléfono de los diferentes entes de control y vigilancia de las cárceles.

Así trascurrió el resto de la tarde y la noche. Al día siguiente nos abrieron normalmente. Yo acostumbro a hacer rutina de ejercicios y en el área donde los hago queda el televisor de todo el patio. Eran las 5 y 30 am, el televisor estaba apagado y yo me dirigí a la guardia a pedir permiso para que prendieran el televisor, pero para sorpresa mía, había un representante de la Dirección General del Inpec que se dirigía a los calabozos o la UTE. La dragoneante Ivet me miró y me dijo que me entrara; yo le digo a la representante de Derechos humanos que necesito que averigüe por el estado de las compañeras. Ella me contestó de forma alterada que estaba mamada de que la hijueputearan. Yo le digo que solamente quería que preguntara por las compañeras, y ella responde afirmativamente. Se pone su toalla y se dirige al baño como si no fuera con ella. Yo me disguste, y mis compañeras ya me habían dicho de los atropellos cometidos por parte de la guardia, pero como no tengo el cartón de representante de Derechos humanos y quien lo tiene le importa poco lo que suceda con sus compañeras, yo empecé a gritar por todo el patio que afuera había un representante de derechos humanos, que quien considerara que sus derechos habían sido vulnerados, que fuera y hablara, porque a la encargada de derechos humanos le queda grande. Ella soltó su toalla y jabón y se dirigió furiosa hacia mi “¿porque dice que no sirvo para nada?” yo le digo: porque cuando más la necesitan y tiene que dar cara, usted se hace la que no es con usted. Ella me responde que no le queda tiempo, yo le digo, si le queda grande renuncie, porque así no nos sirve. Ella se dirige a la guardia y la sacan, sostiene un dialogo con el representante de la Dirección General.

Por otro lado habían más de 20 internas solicitando hablar con el representante, las pabelloneras hacían su mayor esfuerzo para evitar este dialogo pero el señor de la Dirección General pidió que lo dejaran ingresar. Él nos reunió y se dirigió a nosotras, voy a escuchar a 5 internas. Mis compañeras me escogieron a mí y a 4 más, yo expuse las problemáticas, que desde mi punto de vista, estaban siendo utilizadas como mecanismo de abuso y vulneración de nuestros derechos.

Cuando quieren apagan el único televisor que hay, sin permitir hacer uso del derecho a la información. En el patio 9 se puede decir que la mitad de las internas, o sea entre 100 y 150, son practicantes de algún deporte. La dragoneante encargada del área de deportes nos quita el balón y nos dice que somos unas gaminas desagradecidas. También le hicimos ver al encargado de la Dirección General el trato al que quieren someter a un patio que se “tilda” de castigo, pero que en realidad hay buenas conductas, mujeres que han ingresado por primera vez, delitos leves, mujeres embarazadas y de la tercera edad.

Después de exponer nuestros descontentos y desacuerdos, las directivas realizaron una reunión que duro entre 2 y 3 horas. Al regresar al patio # 9, todos los cuadros de mando, incluida la directora Ana Sofía Hidalgo, nos hace saber de forma verbal la nueva decisión tomada.

A partir del día 23 de Marzo del año en curso, las internas del patio 9 estarán en el patio desde las 7.00 am, hasta las 4.00 pm con las celdas cerradas. Yo, María Cristina Barrantes, pedí la palabra y me dirigí a ella afirmándole que en el código esta estipulado que el Buen Pastor es una cárcel de mediana seguridad y que en dicho patio habían diferentes perfiles de internas. La directora ignoró nuestros puntos de vista y nos expresó que si a ella se le apetecía hacer reglamentos, tenia la total facultad para hacerlos.

Nuestro patio está sometido al abandono, pues solo hay un inodoro bueno para 300 internas, 5 duchas, sus techos tienen avanzadas grietas donde hay filtraciones de agua, que cuando llueve, fuertemente llega hasta las celdas del primer piso. Es decir que si nos dejan todo el día en el patio, en día de fuertes lluvias, nuestras camas, útiles de aseo y demás cosas personal quedarán expuestas al agua.

Para la internas del patio no hay dotación adecuada de balones para hacer uso de la cancha y para avanzar en nuestros procedimientos de resocialización y buen uso del tiempo libre.

Por otra parte el 23 de Marzo de 2016, el patio 9 en muestra de nuestra inconformidad ante lo decretado, hicimos silencio e iniciamos una huelga de hambre y de brazos caídos, la cual dirigía yo, pues me siento con la facultad de hacer valer los derechos de mis compañeras de forma legal como lo reza la constitución. La guardia y las directivas llamaron al grupo antimotines los cuales me apresaron violentamente y me encerraron en la UTE junto con dos compañeras; nos gasearon y nos mantuvieron con las manos atrás hasta las 2.00 am. Amanecimos tiradas en el piso, yo tengo artrosis, neumonía y asma, pero a ellas no les importa.

Las compañeras que quedaron en el patio también fueron atacadas por el grupo antimotines, las gasearon, golpearon y les pusieron corriente, entre ellas una mujer de la tercera edad.

Todo esto porque quisimos mostrar nuestra inconformidad de forma colectiva y pacífica, como lo pueden corroborar en los videos de la cámara del patio y tomados por el personal de la guardia PJ, y de los cuales solicito se me hagan llegar una copia para efectos de mi defensa.

Yo, María Cristina Barrantes López me cosí la boca el 26 de Marzo de 2016 en apoyo y muestra de mi desacuerdo ante lo decretado, pues es arbitrario e ilegal ya que la dirección General del Inpec ha dado su aprobación y existe una Tutela ganada hace 10 años, en donde se tumbó esta pretensión. Continúo mi huelga de hambre. También claro que somos seres humanos dignos de un buen trato ya que venimos fue a pagar una causa.

María Cristina Barrantes López
TD 55738/ NUI 2485 Patio 9/ Celda 6

Actualización sobre Cristina Barrantes:

El día jueves 31 de marzo del año en curso se negó el ingreso a su representante legal.

Ese mismo día sale una resolución de la cual no se entrega copia, y con la que tiene lugar el traslado de Cristina Barrantes al Complejo Coped Pedregal (en Medellín).

Al momento no ha podido establecerse comunicación con Cristina.

Fuente: Grupo Anarquista Bifurcación