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Se conmemoran 19 años de la Masacre de Remedios
Anhelos de paz, justicia, verdad y garantías de no repetición.
 

Organización campesina del Magdalena Medio que construye la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra. Premio Nacional de Paz en 2010.

Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño.

Corporación para la defensa y promoción de los derechos humanos.

La región del Nordeste Antioqueño recibió con buena disposición, entusiasmo y esperanza la llegada de la Unión Patriótica (UP), un movimiento político distinto a los tradicionales, a los que ya estaban acostumbrados, y que se ajustaba a los sueños más elementales de cualquier ser humano: vivir dignamente en una nación, con respeto a los derechos de todos y en un ambiente de paz con justicia social. Para la época, tal y como aún ocurre hoy, pese a la enorme riqueza de esta región, sus habitantes sufrían de altos niveles de necesidades básicas insatisfechas y del olvido del Estado.

En ese momento, la esperanza de cambio fue opacada, como en varias regiones del país, por las alianzas criminales entre políticos, grupos paramilitares y miembros de la Fuerza Pública, que no se hicieron esperar y pusieron como objetivo militar y de exterminio a todo aquel que se mostrara como militante o simpatizante de la UP; hechos que hoy conocemos como el genocidio por motivos políticos contra la Unión Patriótica.

En este contexto, el 2 de agosto de 1997 en Remedios, Antioquia, fueron asesinadas siete personas, entre las que se encontraban Carlos Enrique Rojo Uribe, militante de la Unión Patriótica y ex alcalde de Remedios; el profesor Luis Alberto Lopera Múnera, miembro del Comité de Derechos Humanos y presidente de la Junta Cívica de dicha población; Ofelia Rivera Cárdenas de Trujillo, también integrante de la Junta; Alberto de Jesús Silva Maya, empleado del Inderena; Rosa Angélica Mejía Sánchez, Efraín Antonio Pérez Trujillo y Jairo de Jesús Pérez.

Por estos hechos, el pasado 12 de julio del presente año, un fiscal de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y DIH de Medellín dictó medida de aseguramiento en centro carcelario contra Adriana Astrid Londoño Barrera, alias La Nana, integrante del grupo paramilitar Autodefensas del Nordeste Antioqueño e implicada en la masacre.

Tras 19 años de ocurrida la masacre y en el marco de los actuales diálogos de paz, resaltamos la importancia de la memoria histórica y colectiva por su aporte en la búsqueda de justicia y del esclarecimiento de los hechos e insistimos en que conocer la verdad es fundamental para que hayan reales garantías de no repetición de violaciones a los derechos humanos.

Reiteramos nuestro respaldo a la salida negociada al conflicto armado y nuestro total compromiso con la construcción de una paz estable y duradera, con verdad y garantías de no repetición de violaciones a los derechos humanos ni infracciones al Derecho Internacional Humanitario, donde la reconciliación se convierta en un escenario de reconstrucción del tejido social.

“Somos un acumulado de resistencias que se niega a la guerra, que renace en la esperanza y la reconciliación; que sueña con una Colombia en paz, con equidad, inclusión, solidaridad y justicia social”