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Bucaramanga
Espacio Trabajadores y Paz apoya los acuerdos de La Habana
Espacio Trabajadores y Paz / Miércoles 24 de agosto de 2016
 

El sueño del ser humano y de cualquier sociedad es vivir en paz. En este momento histórico, tal vez único en estos tiempos, es de imperativo ético, moral y político de profundo amor por nuestro país y por la vida, por ello es nuestra responsabilidad apropiarnos de esta oportunidad para respaldar con un SI los acuerdos entre las FARC-EP y el gobierno colombiano.

Desde hace décadas, el pueblo colombiano ha sufrido un conflicto armado, siendo causa del mismo, una serie de aspectos sociales, políticos, económicos, ideológicos y culturales que han sido ocultados o tergiversados al conjunto de la sociedad y presentados por los medios de comunicación, como un conflicto aparte de lo que nos acontece cotidianamente a todos y todas. Las profundas desigualdades, la exclusión política y económica, la extranjerización y monopolización de la tierra, la hegemonía del control político por parte de la oligarquía obediente a los mandatos extranjeros y opresora frente a su propio pueblo, la corrupción política y administrativa, la penetración en todas las capas de la sociedad del narcotráfico y el paramilitarismo; la mercantilización de nuestros recursos al mercado extranjero, mientras nuestro pueblo sufre hambre, pobreza y exclusión, la utilización de toda la estructura del Estado para favorecer a una élite y para reprimir a las clases explotadas; la permanente injerencia por parte de EE.UU y Europa en las decisiones políticas y económicas, son básicamente, las causas de nuestro conflicto. Todas estas problemáticas, consecuencia de sucesión de gobiernos que defienden a una minoría oligárquica, en favor de intereses transnacionales dándole la espalda a las necesidades y obligaciones que tienen con nuestro pueblo, es una clara muestra de ausencia de democracia y del desconocimiento del principio establecido en la Constitución Política de Colombia de un Estado Social de Derecho, son a grosso modo las causas del conflicto armado que hemos padecido y que ha provocado la muerte de al menos 300.000 personas y que genera un gasto militar exorbitante, presupuesto que podría ser invertido en planes con fines de desarrollo humano, como educación, salud, vivienda, cultura, etc. De allí, que con esta guerra interna, los únicos beneficiados han sido los países y empresas armamentistas, los monopolios nacional y transnacional y el narcotráfico manejado por las altas esferas económicas, políticas y financieras, mientras los muertos los pone el pueblo humilde colombiano.

Hoy día, se ha profundizado la problemática en términos de más pobreza, injusticia social y pérdida de soberanía nacional, manifiesta en varios aspectos como la firma de los Tratados de Libre Comercio que funcionan como constituciones económicas que violan sistemáticamente los principios fundamentales, contemplados en la Constitución, y que vulneran la soberanía y seguridad alimentaria, fomentan la quiebra del agro y de la industria nacional, la privatización de los servicios públicos y de las empresas estatales, la concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra, y un marco jurídico que protege los intereses de las multinacionales , la explotación minera a cielo abierto que conlleva a impactos medio ambientales y humanos desastrosos, la mercantilización de la salud, el agua, la educación, además la desregulación laboral que ha llevado a los/las trabajadores/as a un estado de semiesclavitud en pleno siglo XXI; de igual manera, vemos cada año la fuga de cerebros, por falta de oportunidades, que desangra nuestro enorme potencial humano, y un largo etcétera de efectos negativos en contra de nuestra soberanía, que además genera una dependencia absoluta en materia económica, que impide nuestro propio desarrollo.

Por estas razones y muchas más, es nuestro deber y compromiso histórico respaldar con un SI los acuerdos de La Habana, entendiéndose, como un punto de partida para continuar con las luchas populares, ya que solo con unidad, organización y firmeza, lograremos la autodeterminación de nuestro pueblo y podremos avanzar en la toma de decisiones políticas que vayan en el sentido de nuestras lógicas, que construiremos todos y todas, para hacer de Colombia un país decente, lejos de las prácticas excluyentes y oprobiosas que hasta ahora nos han gobernado. Nuestra invitación desde el espacio “Trabajadores/as y Paz”, a arropar los acuerdos y a luchar por nuestros derechos, por nuestra soberanía, por nuestros recursos, por nuestra tierra, por nuestra identidad, por la transformación de la sociedad, por una PAZ CON JUSTICIA SOCIAL.

ESPACIO TRABAJADORES Y PAZ

Bucaramanga, agosto 17 2016.