Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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La ACVC y la protección comunitaria del medio ambiente
 

El valle del río Cimitarra es una zona de frontera agrícola interior, refugio del campesinado que históricamente ha sido victimizado y perseguido por la estrategia violenta y excluyente que desde el estado se ha impulsado para garantizar los intereses económicos y políticos de los poderosos. Los primeros colonizadores de esta zona fueron fundamentalmente los campesinos, que por estar organizados política y socialmente y tener una propuesta para la transformación del país, se convirtieron en el objetivo fundamental de esta estrategia.

Uno de los primeros núcleos de campesinos perseguidos se estableció en la parte alta de la zona y provenía de Puerto Boyacá y Puerto Berrío, donde estaban afiliados a las ligas campesinas y habían hecho parte del proyecto político de izquierda conocido como la Unión Nacional de Oposición. La organización y la solidaridad estaban arraigadas en todas sus acciones, el desplazamiento y asentamiento de estos colonos se orientó bajo estos dos principios. La ocupación del territorio se hizo de manera planificada, definiendo colectivamente los criterios para el uso de la tierra y fijando normas de protección ambiental que permitieran el cuidado y uso racional de nuestros recursos naturales.

Obligados a establecer mecanismos de resistencia económica, política y social, podemos asegurar que desde entonces estamos construyendo conciencia y práctica ambientales sostenibles, pues esta tierra, este aire y todo lo que hay en ellos ha alimentado nuestra vida y con ella las fuerzas para lograr hacerla más digna.

Existe desde esos primeros años, establecida por nosotros los campesinos, la delimitación que separa el territorio que se usufructúa del baldío, estableciéndose una amplia zona de reserva forestal y faunística. La caza de animales como la guagua o boruga, el chigüiro, la pava, el ñeque, está permitida sólo para el consumo, estableciéndose épocas de veda en los ciclos de reproducción de estos. No se permite la comercialización de sus carnes y está prohibida totalmente la caza de la danta, el venado, el paujil, el oso de anteojos, el tigre, la babilla, el caimán y el manatí.

La zona de reserva campesina del valle del río Cimitarra no nace ni se sostiene de su declaración legal y oficial. Se constituye de hecho, producto del acumulado histórico de luchas y reivindicaciones en un proceso de organización comunitaria que ha jugado un papel cohesionador dialéctico y dinámico en la resistencia de sus pobladores, siendo determinantes las políticas que este poder comunitario ha construido para garantizar la protección y el aprovechamiento racional y sostenible de sus recursos naturales.

El primer campamento ecológico por la defensa de la babilla y la tortuga en el valle del río Cimitarra hace parte de una serie de iniciativas que buscan articular esfuerzos con organizaciones, grupos y personas que nos ayuden a identificar elementos y desarrollar propuestas que fortalezcan y profundicen los niveles de conocimiento y conciencia de la comunidad en su intercambio con el medio ambiente.