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¿Por qué borraron el Che en la UN?
Agencia Prensa Rural / Jueves 20 de octubre de 2016
 

El miércoles 19 de octubre en horas de la madrugada, en la Universidad Nacional sede Bogotá, fue borrado de la fachada del auditorio León de Greiff, la imagen histórica del rostro del Che Guevara. Aunque no se sabe a ciencia cierta quién lo hizo, ya se habían realizado intentos anteriores de saboteo. Unos supuestos estudiantes, con ideario marcado por posturas ultraconservadoras, pretenden despojar el carácter crítico de la Universidad.

El Che ha acompañado durante décadas las diversas manifestaciones políticas y culturales que se realizan en la plaza central de la universidad. Por allí han pasado muchos de los dirigentes sociales del país y este lugar es un ícono del pensamiento crítico y revolucionario de Colombia.

¿Qué significa atacar este emblema? Nada más que otro acto de intolerancia con el que el país tiende cada vez más hacia el pasado. La comunidad académica de la Universidad Nacional, que se caracteriza por su libertad de cátedra, desde hace algunos años ha tendido a desconocer el carácter de las luchas sociales del país: algunos estudiantes dicen que es porque cada vez menos personas de extracción popular pueden acceder a este centro de enseñanza y las clases medias y altas están ocupando estas vacantes.

Un estudiante de Derecho manifestó “cada vez son más los estudiantes adinerados que entran a la U y como ellos lo tienen todo, pues no sienten la necesidades de la población colombiana, no entienden a la universidad como centro de debate y construcción de país”. Así mismo, en palabras de Juan Vargas estudiante de Ciencia política: "La tal neutralidad de algunos consciente e inconscientemente se fundamenta en principios de censura y legitimación del orden existente, como también corresponden a una agenda política de la derecha en la educación, que por cierto cada vez es más mediocre, esto evidenciado en el nivel de las discusiones de los […] estudiantes de la mejor universidad del país"

Estos testimonios demuestran el inconformismo por la pasividad de muchos de los estudiantes del centro académico donde antes se discutía con más ahínco los problemas de los colombianos.

El problema ahora no es ¿Quién va pintar de nuevo al Che? como preguntan en los diarios nacionales; el hecho es que arbitrariamente y contra los deseos de los estudiantes se borró parte de la historia de la universidad que ha sido construida socialmente. De lo anterior no se entiende cómo la seguridad privada del ente académico no percibió que en horas de la noche o madrugada instalaron andamios y pintaron de blanco la fachada del auditorio. Constituyendo además un acto de ilegalidad pues el auditorio principal del centro educativo fue declarado Patrimonio Cultural -incluyendo la imagen del Che- y es deber de la comunidad educativa propender por su conservación -incluyendo la imagen del Che-.

Más allá del dilema de la pintura, está la interiorización de la figura que está pintada: pintarla y defenderla deben ser actos consecuentes con el ideario de lucha y solidaridad que pregonó Ernesto Guevara.

Cabe recordar que algunos profesores y directivas de la UN hicieron de caja de resonancia sobre el caso de Miguel Ángel Beltrán, profesor de sociología, quien fue perseguido políticamente por defender el pensamiento crítico. Algunos de sus compañeros llegaron a descalificarlo y perseguirlo, sin embargo la justicia falló a su favor y quienes lo acosaron ahora callan porque no tenían argumentos. Así mismo se espera que pongan la cara quienes blanquearon el rostro de la rebeldía juvenil.