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La soledad del uribismo en Nariño
José Obdulio fue sorprendido por un mitin y plantón de protesta liderado por la Caravana de Mujeres Tejiendo Paz y Reconciliación.
WebSur Tejiendo Territorios / Sábado 22 de octubre de 2016
 

En la Casona de Taminango, en un auditorio que asustaba por la gran ausencia del público, se presentó el senador y ficha clave de las oscuras componendas del uribismo José Obdulio Gaviria.

Cuando los nariñenses les exigimos que le pidan perdón al país por tanta mentira y suciedad y que le respondan a los llamados de la Justicia por los supuestos nexos con narcotraficantes, paramilitares y redes de corrupción, ahora resulta que les salimos a deber. Vino el senador a analizar los impactos del paro agrario en Nariño, como quien dice: tras de cotudos, con paperas, los señores de la guerra.

Pero la valentía y dignidad del pueblo nariñense no podrán ser doblegadas ni mancilladas. La Caravana de Mujeres Tejiendo Paz y Reconciliación, acompañadas y apoyadas por diversos sectores, entre ellos Mujeres Nariñenses por la Paz, Confluencia de Mujeres, Asodamas, Corpalabra, la Unión Patriótica, el Partido Comunista, Marcha Patriótica, ciudadanos y ciudadanas sin partidos y sectores de Minga Nariñense por la Paz, les dieron su merecida bienvenida de protesta y exigencia de respeto al derecho a la paz de los nariñenses.

Esta iniciativa fue liderada y convocada por la Caravana de Mujeres Tejiendo Paz y Reconciliación. Ellas intervinieron a través de Dilcia Benítez, quien leyó la carta que dirigieron al senador Álvaro Uribe y que le pidieron al senador José Obdulio servir de emisario. Algunos de los apartes de la carta son:

Las mujeres de Nariño Tejiendo Paz y Reconciliación nos dirigimos a usted con toda la firmeza y sinceridad, diciéndole que para alcanzar la dignidad de las mujeres es trascendental la implementación de los acuerdos alcanzados en La Habana especialmente por la incorporación de enfoque de género.

Cabe aclarar que el enfoque de género es supremamente valioso para las reivindicaciones de las mujeres y de la comunidad LGBTI. En este sentido, rechazamos el mal llamado “ideología de género”, término que no existe y que fue usado para confundir a la sociedad colombiana.

Valoramos profundamente que las voces de las mujeres hayan sido tenidas en cuenta en un proceso de paz, como el acceso y formalización de la propiedad rural en igualdad de condiciones; la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y personas con identidad sexual diversa del sector rural; la promoción de la participación de las mujeres en espacios de representación, toma de decisiones y resolución de conflictos; las medidas de prevención y protección que atiendan los riesgos específicos de las mujeres; el acceso a la verdad, a la justicia y a las garantías de no repetición; el reconocimiento público, no estigmatización y difusión de la labor realizada por mujeres como sujetas políticas, y a la gestión institucional para el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y movimientos LGTBI para su participación política y social, y sistemas de información desagregados.

Teniendo en cuenta lo anterior solicitamos que reflexione profundamente su papel jugado en Colombia y replantee sus posiciones especialmente en el tema de la paz. En principio lo invitamos que se ponga en el lugar de las víctimas del conflicto armado, de las comunidades campesinas, indígenas y negras, de las mujeres, los jóvenes y la población infantil que están en medio del conflicto, para que entienda todo lo que significa este acuerdo de paz. Le recordamos que para que no haya impunidad debe conocerse la verdad de quien o quienes y como financiaron el conflicto armado y que los terratenientes que adquirieron tierras por medio de la violencia deben devolverlas a sus legítimos dueños.

Mujeres Tejiendo Paz y Reconciliación por su parte, seguiremos en pie de lucha abrazando los acuerdos firmados, promoviendo desde la calle procesos participativos de acciones colectivas orientadas a la construcción de la paz con justicia social.

Al final el senador José Obdulio no fue capaz de pronunciar ni una palabra, se levantó del recinto acompañado por la reconocida uribistas Sonia Navia y salieron por la puerta de atrás como deben salir quienes le han hecho tanto daño al país.

Una vez más se demostró que en Nariño los guerreristas, los mentirosos y los promotores del paramilitarismo no tienen cabida ni apoyo.