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No nos van a arrebatar la esperanza de una paz estable y duradera
 

La Asociación Campesina de San José de Apartadó y la comunidad en general nos sentimos muy preocupados por el tratamiento inhumano que están recibiendo aquellos hombres y mujeres que han creído en el Estado colombiano y en el proceso de reincorporación a la vida civil y legal pactado en la mesa de La Habana. Nos preocupa de sobremanera las repercusiones, dificultades o crisis entre las partes que están generando la ineficacia en la implementación de los acuerdos, las repercusiones que esto pueda tener sobre las agendas, los logros alcanzados hasta el momento para la paz completa y los avances en el proceso de negociación entre la guerrilla del ELN y el Estado colombiano.

Mientras el paramilitarismo avanza fuertemente por nuestros campos sin que sea combatido por el Gobierno nacional, son descuidadas las mínimas garantías a la seguridad y la vida de las comunidades y de los habitantes de las Zonas Veredales de Transición y Normalización. Es contradictorio que aquellos hombres y mujeres que hoy hacen camino a la legalidad no sean tratados en virtud de lo ético, del carácter humano, del trato digno que cualquier persona merece.

Pero lejos de que la línea presidencial conserve acciones para ese trato digno de estas personas, sentimos el deterioro y la degradación con que la burocracia arrastra a consecuencias nefastas hacia una población en vía al desarme que hoy intenta abrirse pasos con las mejores muestras de voluntad, de creer en la paz y la reconciliación.

Rechazamos los hechos ocurridos la semana anterior, cuando mientras era trasladado de urgencia hacia algún centro asistencial desde la Zona Vereda de Transición y Normalización bajo un delicado cuadro clínico de hepatis, fue capturado con fines de extradición un integrante de la guerrilla de las FACR-EP de nombre Julio Enrique Lemos Moreno. Consideramos necesario que dentro de los parámetros de los derechos humanos se le debe prestar inmediata atención a su situación en salud y respetar los protocolos contemplados en los acuerdos.

Si bien las condiciones en alimentación, alojamiento, higiene, de salud recuerdan aquellos reprochables campos de concentración del fascismo mazi, allí incluso conviven mujeres gestantes. Si no se atiende de manera oportuna esta crisis de carácter humanitario se seguirán presentando este tipo de emergencias e incluso brote de enfermedades o epidemias al interior de las ZVTN.

Invitamos a todos los colombianos a continuar por el camino del espíritu de los acuerdos, del perdón, la reconciliación que necesita el país y a que sigamos demostrando nuestras capacidades por abrazar esta paz que tanto merecemos.

Hacemos un llamado a la comunidad nacional, internacional, a los países garantes, a los demócratas a que de la mano de la sociedad civil defendamos lo pactado, esa esperanza de la paz que nos fue prometida por las partes que se sentaron a acordar el fin de las acciones de guerra.

Así mismo, hacemos un llamado a las partes para que esta crisis sea superada dándole prioridad y respeto al diálogo, los mecanismos, los protocolos establecidos y a la Comisión de Seguimiento Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final CSIVI establecidos para la búsqueda de la paz estable y duradera.

Insistimos al Gobierno Nacional en la obligación del tratamiento digno, al cumplimiento de los derechos humanos para todos, a respetar este sentir de los que hemos padecido la guerra. Solo la paz nos hará una mejor nación.