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Los campesinos somos sujetos de la conservación
Respuesta a la columna de Manuel Rodríguez Becerra "Parques en peligro".
Parques Con Campesinos / Martes 9 de mayo de 2017
 
Foto: Prometheus Films Antioquia via photopin (license)

Respuesta de la delegación campesina en la Mesa de Concertación Nacional con Parques Nacionales Naturales para la Formulación de la Política Pública de solución de conflictos territoriales en Sistemas de Parques Nacionales Naturales, a la columna del señor Manuel Rodríguez Becerra del domingo 7 de mayo en el diario El Tiempo.

En su columna del domingo 7 de mayo de 2017 en el periódico El Tiempo, Manuel Rodríguez Becerra se refirió al proyecto de decreto ley “por el cual se dictan medidas tendientes a solucionar los conflictos por ocupación, uso y tenencia que se presentan con el asentamiento de comunidades campesinas en áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales”. Respecto a ella nos permitimos hacer las siguientes aclaraciones:

1. Como parte del Acuerdo para la Prosperidad 079 de 2012 el Gobierno nacional, las instituciones encargadas y delegados de las comunidades campesinas que habitan las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) instalaron “la Mesa de Concertación Nacional entre organizaciones campesinas e instituciones para la formulación y gestión de la política pública participativa para la solución de conflictos territoriales en áreas protegidas del SPNN”. La Mesa es pues el espacio creado para la solución a los conflictos territoriales surgidos por el traslape de territorios campesinos -que no sucede lo mismo con la de comunidades indígenas y afrodescendientes, que cuentan con regímenes especiales de manejo- en estas áreas.

Sin embargo, como parte de las propuestas que el Gobierno nacional está presentando en el marco de la implementación normativa del acuerdo de paz, se encuentra la de Parques Nacionales Naturales (PNN), que de manera unilateral elaboró desconociendo el carácter vinculante de la Mesa de Concertación para buscar la solución al conflicto territorial entre campesinos y PNN. Debemos aclarar que la versión referida en la columna de El Tiempo no es la de PNN sino que es una versión preliminar de nuestra propuesta, que nos vimos obligados a adelantar debido al desconocimiento de los postulados del Acuerdo para la Prosperidad, del Acuerdo de Voluntades y del Acuerdo de Paz.

2. Efectivamente los Parques Nacionales Naturales no han estado exentos de conflictos territoriales. Sin embargo, es preciso puntualizar que los campesinos ya habitaban estas áreas, pero fruto de unilateralidad en la declaración de estas áreas por parte de la institucionalidad sin ningún tipo de consentimiento, concertación, participación ni reconocimiento a los derechos de las comunidades allí asentadas, la violencia política, el despojo, el desplazamiento forzado, o de programas institucionales como el programa de colonización dirigida o la construcción de vías ha materializado un desordenamiento territorial y ambiental en el país, así como una concepción del territorio, la normatividad y la toma de decisiones centralizada ha desconocido los territorios campesinos y su cultura.

El problema es, pues, más complejo. Se trata de invocar el principio de igualdad y de diversidad cultural de la nación, y buscar que la institucionalidad reconozca a quienes habitaban allí y a quienes llegaron expulsados de otros lugares, víctimas de la violencia, y se vieron obligados vivir en estas áreas.

Se trata de transformar las formas en las que la institucionalidad centralizada decreta una apropiación jurídica de los territorios sin buscar consentimiento, concertación ni participación de las comunidades, negando así sus derechos y generando situaciones de conflictividad que hasta el día de hoy están sin resolver. El reconocimiento del campesinado como sujeto ambiental -núcleo de la propuesta decreto- es nuestra principal apuesta para una adecuada armonización entre dichas políticas y un cierre efectivo de la frontera agrícola, como podemos dar cuenta en algunos de nuestros territorios.

3. Las comunidades campesinas que estamos en estos territorios hemos sido parte fundamental en la conservación, no sólo de los Parques Nacionales, también de las áreas rurales, que han sido sustento de nuestra cultura y economía campesina. Esto regulado con normas comunitarias y ambientales, las cuales dan cuenta de múltiples experiencias de defensa del territorio. La participación nuestra implica la democratización de la conservación de las áreas protegidas, de la mano de las comunidades que habitan estas áreas y sus saberes propios, que hemos aprendido a convivir con los ecosistemas y sabemos que la producción no es posible si no se combina con conservación.

En muchas regiones esto se ha realizado en ausencia de la institucionalidad, por ello en un proceso de implementación de paz territorial lo mínimo es poder reconocer las prácticas que hemos desarrollado en pro de la conservación del ambiente, y dejar de lado la estigmatización del campesinado.

4. En ningún caso aceptamos que se nos señale de haber sido obligados a asentarnos en áreas del SPNN con “auspicios y autorización de las FARC”; si se revisa con detenimiento la historia de violencia y de exclusión contra las comunidades campesinas se encontrará con múltiples factores que han llevado a que se habiten estas áreas: el conflicto armado, ausencia de alternativas económicas, desplazamiento forzado, concentración de la tierra, latifundios improductivos, despojo, poca o nula respuesta estatal frente a nuestras demandas en tierras y asistencia social.

5. Los cultivos declarados de uso ilícito y la actividad ganadera han sido algunas de las pocas alternativas que hemos encontrado las comunidades campesinas ante la falta de políticas que propicien y fortalezcan la economía campesina. Es responsabilidad del Gobierno nacional la solución al problema estructural de la tierra, no de grupos insurgentes que hicieron presencia en nuestros territorios. Nuestra propuesta contempla las posibilidades de sustitución de estos cultivos en armonía con el punto 1 y punto 4 del acuerdo de paz.

6. Con respecto a la compra de predios, se prevé que en los casos en los que las familias campesinas quieran salir de las áreas del SPNN, esto con la aceptación y el estudio individual técnico-jurídico, a cambio de un predio en condiciones iguales o mejores para su desarrollo cultural, social y económico, pero desafortunadamente la institucionalidad no ha tenido una respuesta efectiva frente a todos los casos que vienen solicitando esta alternativa que está contemplada en la ley y que han llevado a una serie de acuerdos incumplidos que en algunos casos tienen más de 20 años.

7. En razón de dicha ineficacia y entendiendo la construcción social e histórica que han hecho de su territorio dichas comunidades, nuestra propuesta desarrolla mecanismos para la permanencia digna de las familias. Eso posibilita que las familias campesinas adelanten actividades agropecuarias, con sistemas agrarios sostenibles para la conservación, que garanticen la soberanía alimentaria de las comunidades y la diversidad biológica de las áreas. Esto no es incompatible si se implementan estrategias agroecológicas y otras mencionadas en el acuerdo de paz, que garanticen no solamente los objetivos de conservación, sino también la diversidad cultural de las poblaciones rurales.

Por último invitamos a conversar sobre nuestra propuesta de Decreto Ley para que con el conocimiento de nuestras realidades y propuestas, no basados en desinformación, podamos aportar conjuntamente al Sistema Nacional Ambiental y al Sistema de Áreas Protegidas, en la idea de que somos parte de la naturaleza y podemos coexistir a través de las prácticas adecuadas, mejorar la gestión ambiental, descentralizar la toma de decisiones con base en el conocimiento que las comunidades locales tenemos del territorio, y con ello se pueda ordenar ambientalmente, pero sobre todo concebir la participación no como actos formales de socialización, sino con un enfoque democrático donde las comunidades se hacen participes en el mejoramiento de sus condiciones de vida, el buen vivir y la conservación de estas áreas importantes para la humanidad.

PD: Solicitamos una vez más a PNN estudiar el acuerdo de paz en lo que concierne a los puntos relacionados con el espíritu de la mesa; la reubicación de las familias, compra de predios, la clarificación de la tenencia, entre otras medidas, hacen parte del proceso con las comunidades, esto contempla su aceptación, concertación y participación, pues han sido vulnerados todos sus derechos al territorio, a la propiedad, sociales, culturales y económicos. Por tal motivo las medidas de fuerza que promueva la institucionalidad llevan a agudizar estos conflictos.

La solución está en la armonización de los derechos fundamentales de las comunidades campesinas y el derecho al ambiente sano, dentro de estos se encuentra: parques con campesinos, economía sostenible, entre otras. Nuestra propuesta reconoce a los campesinos como sujetos y protagonistas de la conservación.

Atte,

Delegación campesina en la Mesa de Concertación Nacional- MNC- con Parques Nacionales Naturales –PNN- para la Formulación de la Política Pública de solución de conflictos territoriales en áreas protegidas