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Memoria de la UP en el Urabá
“Ojalá el Estado deje de perseguir a los luchadores del pueblo”
Diálogo con Iván Arenas, exconcejal de Turbo (Antioquia)
Hernán Durango / Domingo 24 de septiembre de 2017
 
Iván Arenas

“Ojalá el Estado deje de perseguir a los luchadores del pueblo”, es el clamor de don Iván Arenas, dirigente del municipio de Turbo (Antioquia), quien durante las décadas que vivió en el corregimiento El Tres, de Turbo, fue presidente de la Junta de Acción Comunal y representante en el cabildo municipal hasta 1993, época en la que le tocó desplazarse forzosamente por intentos de asesinato por parte de grupos paramilitares al servicio de los sectores reaccionarios y en el marco de la política del terrorismo del Estado colombiano que aplicó el genocidio contra el partido de izquierda Unión Patriótica (UP) y el Partido Comunista Colombiano (PCC).

A los compañeros de la región de Urabá les dice que estén tranquilos y que él sabe que en estos tiempos que se vienen de tranquilidad por el fin del conflicto armado, tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y las FARC, la cosas van a mejorar para las gentes más laboriosas.

“Soy un convencido de que mejorará la situación y todos debemos aportar nuestro granito de arena para que la situación cambie a favor de los más humildes”, afirma Iván Arenas.

Oriundo del municipio Valparaíso, suroeste antioqueño, dice que se trasladó de su región para Urabá en 1964, se instaló en El Tres, trabajó en la bananera La Esperanza, una de las primeras empresas en el área, y después comerciaba con plátano y naranjas. Estando en la región conoció a su esposa, mujer de estirpe boyacense que había sido contratada por los holandeses propietarios de la Empresa Coldesa, cerca de El Tres.

“Eran unos tiempos muy sanos, pero después se impuso el plomo. En ocasiones nos tocaba recoger los muertos en el sector, la comunidad llamaba y la Policía no iba, la violencia era dura y la gente de Urabá sufría mucho por la guerra que estremecía el país”, asegura.

Don Iván Arenas fue elegido concejal en 1978 por la Unión Nacional de Oposición, también lo fue del Frente Democrático y de la UP hasta 1993, con gran apoyo popular, destacándose en el desempeño al lado del también concejal Sofronio de Jesús Hernández, comerciante y empresario de la ciudad que llegó a ser diputado de Antioquia por la UP, asesinado vilmente por esbirros paramilitares de las AUC en Panamá el 22 de abril de 1995.

Relata que Sofronio Hernández era un líder indiscutible de los comerciantes y el empresariado de la zona, siempre se distinguió en la defensa de los intereses de su gremio y de la ciudad. Muy carismático y ayudaba a los necesitados.

Agrega:

“Como yo era presidente de la Junta de Acción Comunal de El Tres, Sofronio me invitó a que nos uniéramos, y así lo hice y muchos líderes de este municipio también se unieron para buscar las soluciones a problemas tan graves como la falta de servicios óptimos de salud, ya que no había puestos de salud y existía un hospital urbano insuficiente y muy abandonado; construcción de vías terciarias, pavimentación de la carretera principal, alcantarillado, educación, deporte, agua potable, la paz y la seguridad, ya que la región de Urabá siempre fue muy azotada por el conflicto armado con la insurgencia de las FARC, EPL, ELN, paramilitares, abusos y atropellos de la Policía y el Ejercito contra los habitantes en sus operaciones”.

En el diálogo ameno en la ciudad de Medellín nos cuenta con voz entrecortada sus experiencias en el trabajo de la mano con dirigentes populares como Isidoro Mazo, fundador del comité regional del PCC y la UP en Urabá; Doña Mery, líder comunal del corregimiento El Tres; y Sérvulo Aguirre, que era un empleado muy servicial; Isabel Chavita Torres, Luis Eduardo Cubides, Huber Quintero, Ángel Simón Mosquera, exconcejales de la UP asesinados y con líderes liberales como Regino Cerén Pacheco y Darío Moreno, exconcejales con quienes hacíamos acuerdos para beneficio y desarrollo de la ciudad. Destaca como un hombre muy dinámico en la ciudad a Candelario Pérez de la Rosa, secretario del concejo de este municipio, también asesinado por sicarios del paramilitarismo.

Conoció muy de cerca a Bernardo Jaramillo Ossa, quien estaba en la región y les orientaba, siempre en coordinación con Nelson Campo Núñez, Mercedes Úsuga y otros integrantes de las direcciones políticas del PCC y la UP.

“Todo el tiempo que ocupé curul en el concejo de Turbo lo hice con mucha entrega y dedicación para resolver las problemáticas de mi corregimiento y de todo el territorio turbeño. Para mí el desplazamiento forzado por las amenazas e intentos de asesinarme fue muy duro. Me salvé por el aviso de otros habitantes que me alertaron un sábado de la presencia de sujetos armados que la gente señalaba de ser de los Comandos Populares, relacionados con el grupo político Esperanza, Paz y Libertad, reinsertados del desmovilizado EPL, o paramilitares de las AUC en el sector La Tachuela, los cuales esperaban el momento para asaltar mi pequeño negocio y atentar contra mi vida”.

“Al ser informado de esa situación salí como pude y con la ropa que tenía hacia el casco urbano de Turbo. Allá me protegieron unos amigos comerciantes. En días posteriores me trasladaron a Medellín. Creo que estuve muy de buenas que no me pasó nada en ese momento”, señala.

Destaca que la experiencia del trabajo en Turbo y en los municipios de Urabá con la UP y el PCC tiene que ver con las políticas de alianzas y acuerdos que se establecían con los demás sectores y partidos políticos, con cuyos dirigentes o voceros se definían las coincidencias y sobre esas bases se avanzaba para elegir alcaldes y un concejo municipal. También afirma que la UP y el PCC siempre actuaron en defensa de los intereses y los derechos de la clase trabajadora de las fincas bananeras y de los campesinos productores y trabajadores de las zonas rurales de la Serranía de Abibe, lo que hizo muy fuerte la influencia en la ciudadanía, la activa organización y la presencia en las administraciones públicas de todos los municipios del Urabá antioqueño y chocoano.

Don Iván Arenas mantiene un envidiable estado de salud, a sus 82 años de edad agradece el apoyo y la solidaridad que le brindaron todos sus familiares y amistades, sus compañeros del partido UP y el PCC, tanto en Medellín como en Barranquilla. Llama a los habitantes de Turbo y de la región de Urabá, región agroindustrial del departamento de Antioquia, para que no desmayen ni se detengan en el trabajo por un país mejor en paz y con bienestar para los trabajadores del campo y de la ciudad.