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Memoria, rebeldía y verdad. Homenaje a Manuel Gustavo Chacón
Unión Sindical Obrera / Martes 16 de enero de 2018
 

“No es un ejercicio solo para Recordarlo o traerlo a la memoria. No, es plasmar un sentir, un vivir de las últimas tres décadas sin su presencia física, pero que su amor, su ternura, su cariño y su coraje como ejemplo, nos ha acompañado siempre. Él no va adelante ni atrás de nosotros, va al lado, llevándonos de su mano”. Es lo que siente Maria Elisa, su compañera, y sus hijos Manuel, Marco y Araly, su hija.

Recordamos a nuestro querido Manual Gustavo Chacón Sarmiento,
dirigente de la USO, a treinta años de haber sido asesinado, en una trama urdida por varias instituciones del Estado colombiano. Hoy su crímen continúa en la impunidad y así continuará, mientras los asesinos sigan siendo sus jueces. También este año celebraremos los 95 años de la creación de la USO, en el transcurso del cual ratificaremos nuestra vocación de lucha junto al pueblo y en defensa de nuestro Pliego de Peticiones.

Manuel Gustavo Chacón Sarmiento fue un rebelde nato. Y llegó a serlo por su humanismo y toma de conciencia de las realidades que sufrían y aún sufren los más pobres del puerto petrolero de Barrancabermeja. Sus apuestas iban más allá de las reivindicaciones sociales o de la negociación de un pliego de peticiones, con la importancia que estas se merecen. Y cuando se madura esta rebeldía, se llega a ese escalón tan alto, que es preferible “morir de pie que vivir de rodillas”. Y su rebeldía tenía causas, que se hicieron colectivas en la USO y en su organización política.

Su humanismo, lo practicaba a diario con su familia: “Están grabadas en mí, imágenes bellísimas como padre, desde el mismo momento que sabía que llegaría a nuestras vidas ese regalo de Dios, o del universo o de la vida misma. Sus hermosos ojos resplandecían llenándose de una luz especial, igual que cuando los miraba o nos miraba. No había para él cansancio o fatiga para atenderlos cuando en la noche despertaban. Muchas veces lo encontré a altas horas de la noche, o en las madrugadas en una silla mesedora tratando de dormir al niño. Cuando le reclamaba que porqué no me había despertado para yo atender al pequeñito, solo me decía que me veía dormir plácidamente y no podía atreverse a interrumpir mi sueño. Otra de las imágenes en mi memoria, es viéndolo jugar, como otro niño más, era
su caballito, jugar a lucha de almohadas y resbalándose por la casa cuando se lavaba la misma con agua y jabón, diversión a la cual yo también me unía. Lavar el carro de la USO, otro actividad de la cual disfrutábamos todos, pues el baño no solo era para el carro, era también para el grupo familiar ”. Nos
relata María Elisa.

Paz con justicia social

Hoy, a 30 años de haber sido asesinado en la ciudad de Barrancabermeja, el país se encuentra en la fase de implementación de los Acuerdos entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo, FARC-EP-, se adelanta un proceso de diálogo entre el
Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional -ELN-, acabando de concluir una tregua bilateral entre las partes, que significó alivios para la población y cese de ataques a la infraestructura petrolera.

También iniciamos un año de elecciones del Congreso de la República y de Presidente de Colombia. Campaña, que seguramente, estará saturada de mentiras y ataques contra las fuerzas democráticas, para confundir a la mayoría de quienes van a las urnas. De nuestra parte, esperamos que los sectores democráticos se unan, para derrotar a quienes quieren que el país continúe sumido en la pobreza, la injusticia, la falta de libertades y la violencia, agenciada por los poderes tradicionales en los últimos sesenta años.

Continuaremos luchando contra la impunidad

A pesar de los acuerdos de paz, la violencia institucional y paramilitar continúa. La impunidad en Colombia sigue siendo del 97% de los procesos, entre los cuales está el de Manuel. Este porcentaje sin tener en cuenta los miles de crímenes que ni siquiera han tenido un proceso judicial o sus dolientes no se han atrevido a denunciar.

Gracias a los Acuerdos de La Habana, por fin los empresarios serían obligados a responder por sus crímenes, cometidos en alianza con las fuerza pública, grupos paramilitares y autoridades civilesmunicipales y departamentales. Lamentablemente el Fiscal General de la Nación, Nestor Humberto Martínez Neira, cuota de los poderes económicos, logró que la Corte Constitucional y las Mayorías del Congreso de la República, exoneraran a todos los empresarios de Colombia, involucrados como tercerosen el conflicto, a presentarse ante la Jurisdicción Especial de Paz –JEP-. Con el peregrino argumento que a ellos “los debe juzgar la justicia ordinaria”, que nunca lo hará, pues son ellos los que nombran y corrompen a jueces y magistrados. El Acuerdo pretendía que todas las partes involucradas en el conflicto, reconocieran su participación, pidieran perdón y nos enrutáramos a una paz estable y duradera.

La USO, sus afiliados y quienes defendemos los derechos humanos, estamos dispuestos a continuar la lucha para que se haga justicia, se obtenga la verdad, se repare a las personas afectadas y no se vuelva a repetir esta tragedia vivida por las tres últimas generaciones de colombianas y colombianos.

Estamos rescatando la memoria

El Establecimiento, los poderes que controlan el mundo, insisten en hacernos creer que la memoria ha pasado de moda, es obsoleta y en consecuencia “rechazada por la conciencia social”, es decir la sociedad. A esto contribuyen los medios de comunicación del poder, que con la emisión de la noticia hoy, borran la injusticia de ayer, la masacre de mañana será anulada pasado mañana y así sucesivamente. Es un trabajo ideologizado del sistema, para que nos olvidemos, para que nos resignemos. Corremos el peligro que “…la sociedad del mañana sea una sociedad sin memoria, condenada a repetir los errores del pasado y a reconstruir agotadoramente su propia experiencia desde cero…”

Tienen un inconveniente: “…que el pensamiento rebelde no puede prescindir de la memoria…”, son compañeras de viaje permanente. Mientras la llama de la rebeldía no se pierda, mantendrá viva la de la memoria. Por ello la USO seguirá insistiendo en la recuperación de nuestra memoria.

De los Acuerdos sigue sobreviviendo la Comisión de la Verdad, que se encargará de documentar, investigar y pronunciarse sobre los crímenes cometidos en los años del conflicto político, social y armado. No emitirán fallos judiciales, pero es una de las posibilidades que tiene la USO para continuar luchando, para que se arroje la verdad, no solamente en el caso de Manuel, sino en el centenar de crímenes cometidos contra afiliados, activistas y dirigentes de este Sindicato.

Nuestro compromiso es con la paz con justicia social

El Sindicato seguirá insistiendo en la Paz con justicia social para todo el pueblo colombiano y nos comprometemos a aportar en la implementación de
los Acuerdos de La Habana, participando en los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y en el proceso de participación de la sociedad y el diálogo nacional aprobado en Quito.

Es una forma de vincularnos con el pueblo en defensa de la paz y nuestra soberanía. Continuaremos fortaleciendo el proceso de la Mesa Mineroenergética y Ambiental, un espacio ideal para iniciar intercambios sobre lo que pudiera ser una transición energética en nuestro país y la socialización del Proyecto de Ley Orgánica de Hidrocarburos.

Una de las formas consecuentes de recordar a Manuel es la de prepararnos de la mejor manera para defender el Pliego de Peticiones que se discutirá este año con la Administración de Ecopetrol. Las señales de la Empresa son negativas: No respeto de los Derechos Humanos, violaciones a la Convención
Colectiva vigente, despidos de dirigentes sindicales y trabajadores, agresiones a las acciones del sindicato; realmente un escenario de violencia Estatal en medio de un ambiente virtual de paz. No seremos inferiores al ejemplo de Manuel y tantos luchadores que en distintos momentos han hecho fuerte nuestro sindicato.

Amigo del alma

Quienes convivieron esta parte de su vida con él, pudieron saber lo que es un compañero amigable y disfrutaron su don musical y poético: “…cuando llegaba tarde en la noche con algunos de sus amigos, pasaba derechito para la cocina, a freír patacones y a asar carne, con una buena jarra de limonada. Otra de las imágenes es la que se relaciona con la composición de sus poemas. Muchas veces llegaba agotado y tomaba su flauta y empezaba a tocar sonidos que se inventaba igual que las letras las cuales iba acomodando, eso sí sin rima ni prosa, pero lo importante era expresar su sentir y estampar su alma en sus canciones”. Continúa relatándonos María Elisa.

Manuel es un ejemplo de lo que es vivir y no solo permanece, en este bello y difícil camino de nuestras vidas. Como lo recuerda su compañera de toda la vida: “Siempre he pensado y he hablado con mis hijos, que Manuel Gustavo a sus 34 años vivió más que muchos mayores de ochenta años, pues
siempre encuentran anécdotas nuevas de su padre, de personas que lo conocieron y en lugares remotos que aún después de tanto tiempo siguen apareciendo. Entonces es cuando ellos me preguntan, ¿mamá, cómo es que en tan corto tiempo mi papá pudo vivir tanto?

Es así que en homenaje a él, hemos tomado la decisión de hacer de la vida un disfrute, un goce, vivirla intensamente, a plenitud, pero a conciencia viva, con responsabilidad y el compromiso inmenso de no dejar de soñar, soñar y trabajar por hacer realidad ese pedacito de tierra donde quepamos todas y todos, ese país digno donde no existe hambre ni miedo, donde podamos expresarnos libremente y mirarnos todos a los ojos sin bajar la frente”.

Como un homenaje a Manuel, podemos recordar a las Madres de la Plaza de Mayo, en Argentina, cuando dicen: “Nuestros hijos están físicamente desaparecidos, pero viven en la lucha, en los ideales y el compromiso de los que luchan por la justicia y la liberación de sus pueblos... No puede haber
tumba para un revolucionario… Que la vida solo vale cuando la ponemos al servicio del otro”.

“Aunque ellos no estén físicamente con nosotros, vivirán eternamente en las luchas, en los sueños y las esperanzas de quienes no han perdido la ilusión de tener una sociedad más justa, más equitativa y sobre todo un país libre donde no se castigue con la muerte a quien se atreva a pensar diferente, a
quién ose soñar y trabajar incansablemente para que ese sueño sea una realidad”. Concluye María Elisa.