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La utopía del cierre de la frontera agrícola
Sergio Borda León / Miércoles 15 de agosto de 2018
 

Admiro al ya expresidente Santos, pero el ejercicio de delimitar la frontera Agrícola no puede detener la deforestación, es una idea completamente absurda.

Puede realmente ser un ejercicio muy riguroso técnicamente, pero fue una propuesta desde el escritorio que no reconoce las comunidades locales, ni las dinámicas de los conflictos, reconozco que su equipo e instituciones hicieron el mejor esfuerzo para impulsar la mejor propuesta para el sector rural, los empresarios del campo, los campesinos y el medio ambiente. Sin embargo, espero estar equivocado y no lo tenga que ver en 30 años, ni mi hijo, ni los nietos, que la deforestación continúa y el Estado colombiano no puede hacer nada para detenerla, ni con el ejército, ni con la policía, ni con las instituciones ambientales, ni con el modelo de desarrollo rural que parece bastante innovador. Es el mismo de siempre, y con las estrategias de conservación institucional, que de igual manera parecen seguir en lo mismo de hace 60 años desde la Ley 2 de 1959.

Seguimos recorriendo los mismos caminos y cometiendo los mismos errores, y aun así parece que nos preocupan nuestros recursos naturales y nuestra ruralidad. Pero nada pasa de cientos de marcos normativos que se incumplen secuencialmente. Y en estos escenarios de Paz, reconocemos y aceptamos las ideas entre los que pensamos diferente y entre todos podemos llegar a un consenso y apostarle a la construcción de una propuesta real para el cierre de la frontera agrícola, sin embargo tal como usted señala en su intervención de la primera Zidres, esta fue una propuesta de muchas instituciones, sin embargo no se contó con la opinión de los campesinos, ni la de otros grupos poblacionales, que viven cerca a esos ecosistemas, que debieron sufrir la violencia y la poca integración con el Estado, que por medio de su organización social no han suplantado al Estado, sino que por el contrario construyen el Estado para solucionar sus problemas, ese mismo Estado Colombiano, al que pertenecemos usted y yo y todos nuestro familiares.

Finalmente, reitero que espero estar equivocado. Realmente considero que nunca el Estado colombiano, podrá detener la deforestación si no construye estrategias con los grupos poblacionales que históricamente han sido excluidos de estas estrategias de conservación, ¿y por qué ellos?kok} Porque ellos son la representación del Estado donde las instituciones no pueden llegar. Aclarando, que eso de involucrar a las comunidades locales en la conservación, tampoco es una estrategia innovadora, porque muchas otras naciones lo hacen y les da resultados, pero nunca se ha hecho para nuestro país.