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Mujeres verificadoras del Acuerdo de Paz exigen más cumplimiento por parte del Estado
 

La Federación Democrática Internacional de Mujeres, FDIM, como parte del Componente Internacional para la verificación del Enfoque de Género en la implementación del Acuerdo Final para la Paz en Colombia, se dirige a los organismos y organizaciones internacionales, a organizaciones sociales y entidades del gobierno, a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final, CSIVI, y a la ciudadanía en general para presentar de manera preliminar y sintética elementos contenidos en el Informe Final de la II Misión de Verificación.

Es preocupante que, pasado un año de la primera verificación de nuestra misión de la FDIM, no haya habido avances significativos en la implementación y cumplimiento del enfoque de género en el acuerdo de paz.

Consideramos un riesgo para el éxito del acuerdo, que aún no se sabe qué va a pasar después del 31 de diciembre de 2018, cuando termina el subsidio a los excombatientes, y después del 31 de agosto de 2019 cuando caduquen los EspaciosTerritoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR). Por ello expresamos con gran preocupación que la sostenibilidad de la paz está en riesgo.

Demandamos se restaure la mesa de diálogo del ELN con el Gobierno, pues sólo así podremos hablar de una paz completa para Colombia.

La incorporación del enfoque de género es un elemento sustancial del acuerdo de paz en Colombia. Sin embargo, su inclusión no es suficiente si no hay una formación y una conciencia de género en los decisores de políticas públicas y los actores sociales, así como la voluntad política de poner en práctica tal enfoque y de proveer los recursos suficientes que garanticen la ejecución de las medidas.

Es imprescindible crear plataformas para el desarrollo educativo, cultural y de salud, de las personas que se encuentran en proceso de reincorporación a la vida civil. La ausencia de éstas compromete la formación de las nuevas generaciones.

Es necesaria la creación inmediata de mecanismos para la producción, comercialización y acopio de los productos que se generan en los ETCR, teniendo en cuenta que no se ha cumplido con las disposiciones enunciadas en el acuerdo.

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es el corazón del acuerdo, y los constantes ataques a la misma ponen en riesgo el cumplimiento de lo acordado. Llamamos a que se respete su independencia y autonomía.

La JEP tiene como temas centrales pasar la página del conflicto armado, que no haya impunidad y que haya seguridad jurídica. Están propiciando Casas de la Verdad en los diferentes territorios, con audiencias de escucha y metodología para la paz. Tienen un tribunal conformado por un 53% de mujeres, por lo que tienen decisiones con rostro de mujer.

El cumplimiento del Acuerdo de Paz requiere de la asignación de recursos financieros. Nos causa gran preocupación que, hasta la fecha, no exista un rubro específico en el presupuesto del Estado, destinado al cumplimiento del acuerdo de paz.

Hemos identificado que, ante el silenciamiento de los fusiles de las FARC, se ha intensificado la arremetida de las multinacionales y las políticas de economía extractivista en los territorios. De igual forma, otros agentes económicos y militares han perpetuado la dinámica guerrerista en algunas zonas, afectando principalmente la vida y la voz de las líderesas y líderes sociales y políticos. Por ello, preocupa la grave situación que están viviendo algunos territorios, con la arremetida contra los mismos, la cual se ha expresado en falsos positivos, criminalización, amenazas y asesinatos de más de 300 dirigentes desde el 2016. Vemos estos crímenes como una gran mancha del proceso de paz.

Después de la firma de los acuerdos, éstos quedan con un rango constitucional y son de obligatorio cumplimiento del Estado.

Es importante la defensa de los derechos fundamentales que están seriamente vulnerados, por lo que es indispensable garantizar el respeto a los mismos, sobre la base de la Constitución, así como de las convenciones y acuerdos internacionales. Llamamos a garantizar el cumplimiento de la Convención de los Derechos de los niños y las niñas, así como de la Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

Con relación a la implementación del acuerdo de paz, los informes que presenta el Instituto Krock, están sobre la base de cifras y porcentajes, pero no reflejan el impacto en el territorio.

Vemos con preocupación que, entre el avance en la implementación de las disposiciones generales del acuerdo y la aplicación del enfoque de género, hay una diferencia de 14 puntos.

Es significativo que la Dirección de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura no asume el vínculo de sus propuestas con el seguimiento e implementación de los acuerdos de paz y desconoce si desde el Ministerio se ha incursionado en los acuerdos. Otra preocupación tiene que ver con que está proponiendo políticas públicas para las mujeres rurales, sin consultarles a ellas.

La FDIM en diversos espacios de incidencia nacional y territorial ha exigido e insiste en la necesidad de garantías políticas para las lideresas y acciones concretas desde el Estado para su protección individual y colectiva. Existen muchas comisiones, sin embargo, siguen matando lideresas y líderes excombatientes en los territorios.

Las organizaciones de mujeres que forman parte de la FDIM en Colombia para esta nueva etapa, se han declarado resistentes e incidentes con el nuevo gobierno, al cual invitan para que reconozca el valor ético de la paz, CREATIVAS en el ejercicio de su ciudadania, pues saben que necesitan transformar las mentes y corazones guerreristas y eso se hace desde apuestas alternativas y amorosas por la construcción de la paz, pese a los riesgos mantienen su esperanza, toda vez que la exigencia de sus derechos como mujeres les ha enseñado lo largo que pueden ser los caminos por un mundo mejor para todas y todos.

Finalmente exhortamos a las instituciones del estado a profundizar los esfuerzos que se requieren para lograr la debida implementación del acuerdo de paz, en su contenido, tiempos definidos y compromisos contraídos, así como pensar una estrategia para agilizar el despliegue del estado de manera eficaz en los territorios y en las zonas priorizadas.

En tal sentido y en consecuencia con los objetivos de esta misión, hoy a dos años de la firma del acuerdo, la FDIM reafirma su apoyo al proceso de paz, a las mujeres y al pueblo colombiano