Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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En la Colombia profunda también se construye academia
Nace semillero de investigación “Ingenio sin Fronteras” en el corazón del Magdalena Medio
Leonardo León / Lunes 24 de diciembre de 2018
 

Miembros de la Universidad Nacional, junto a la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra -ACVC-, crearon el semillero de investigación: “Ingenio Sin Fronteras” en la vereda Puerto Matilde de Yondó, Antioquia.

En esta vereda del Magdalena Medio, conocida como el corazón de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) del Valle del río Cimitarra, un grupo de estudiantes, egresados y trabajadores de la Universidad Nacional de Colombia, junto a miembros de las comunidades de la región, fundaron el semillero que pretende estrechar lazos y construir conocimiento entre universitarios y campesinos. Esta iniciativa se desarrolló en el marco del proyecto de extensión solidaria Emisoras Comunitarias de Bajo Costo, entre el 15 y 18 de diciembre. Durante estos días, alrededor de 60 personas, entre visitantes y anfitriones, realizaron una serie de actividades y talleres en la aldea comunitaria de Puerto Matilde.

Comienza el viaje

La jornada inició temprano el 14 de diciembre cuando el bus salió de la Ciudad Universitaria en Bogotá, con jóvenes llenos de ilusiones, cajas de mercado y materiales para los talleres. En el largo recorrido hasta Barrancabermeja, dialogando se terminaron de conocer los viajeros, quienes provenían de procesos distintos pero estrechamente relacionados: la Cátedra Ingenio, Ciencia, Tecnología y Sociedad; el Grupo de Investigación en Tecnologías e Innovación para el Desarrollo Comunitario (GITIDC); el Semillero de Innovación Social y Laboratorios Sociales de Ciencia y Tecnología; así como personas que han participado en el proyecto Emisoras Comunitarias de Bajo Costo. Estudiantes, profesores, egresados y trabajadores de la institución universitaria.

Taller de construcción de bomba de agua. Foto: Juan David Reina

El 15 de diciembre continuó el viaje hasta Puerto Matilde. Luego de tomar el bus hasta Yondó, tras pasar la noche en Barrancabermeja, se trasbordó a una chiva y dos camionetas acondicionadas para la deteriorada infraestructura vial que tristemente es común en la Colombia profunda. Después de tres horas de recorrido, aún faltaba un tramo en lancha por el río Cimitarra. Al llegar a la aldea comunitaria, se realizó la reunión de presentación, donde la ACVC dio la bienvenida y se explicó el extenso cronograma planeado, que contemplaba distintas actividades de intercambio de saberes entre los universitarios y el campesinado, así como el reconocimiento del territorio y la trayectoria organizativa de la región con el fin de ir construyendo confianzas y tejiendo redes.

Guiados por integrantes de la comunidad, se conoció la trilladora comunitaria de arroz, se dialogó con los líderes campesinos de la zona y se visitó la finca de la ACVC donde se desarrolla el proyecto de cría de búfalos, que ha sido ejemplo nacional como mecanismo sostenible de sustitución de cultivos de uso ilícito. Además se observó la fábrica de lácteos y los proyectos de agroecología que incluyen uso de energías alternativas. Al final de la jornada se inició, junto a jóvenes de Barrancabermeja, la pintada de un mural sobre la importancia de la protección de la biodiversidad; mural que quedará para la historia plasmado en la casa de la salud de la vereda.

Intercambio de saberes

Las actividades del 16 de diciembre iniciaron con el desarrollo de una puesta en escena para el programa piloto de radio, sobre el tema de memoria histórica, a cargo de jóvenes de la comunidad que estarán al frente de la emisora. Esto con el objetivo de tener un panorama claro sobre las necesidades de formación técnica. Después comenzó una larga serie de talleres en paralelo. Talleres, por ejemplo como construcción en madera, que fue aprovechado para hacer la infraestructura donde se exhibirían los hallazgos arqueológicos que tienen en la vereda; además de la fabricación de una bomba de extracción de agua y de hilos a partir de un cortador realizado con de botellas pet. Además se realizaron actividades científicas para niños sobre biodiversidad, elaboración de plastilina casera, cohetería, electrónica básica, microscopios y filtros de agua. El día culminó con un show de títeres y payasos a cargo de jóvenes muralistas de Barrancabermeja.

Taller de memoria histórica. Foto: Juan David Reina

El 17, además de continuar los talleres mencionados, se realizó el acto central de lanzamiento del semillero Ingenio Sin Fronteras, en el que líderes campesinos y universitarios construyeron conjuntamente las líneas de investigación y los principios rectores del grupo. Asimismo se presentó la Red Colombiana de Ingeniería y Desarrollo Social, cuyo segundo encuentro nacional será a mitad de 2019 en Cali, y el Segundo Congreso Internacional de Tecnologías Apropiadas, que se llevará a cabo en septiembre de 2019 en Barrancabermeja y para el cual existe el compromiso de aportar insumos. Igualmente se llevó a cabo el espacio de reflexión acerca de otras ciencias, tecnologías e innovación. Esto permitirá fortalecer aún más la construcción de academia crítica para la transformación social. En la noche hubo una integración con miembros de la comunidad, alrededor de una fogata con cuentos, historias y baile.

El último día en Puerto Matilde inició con una caminata hacia la finca donde los estudiantes hicieron trabajo comunitario en la biofábrica (un proceso sostenible completo, en el que todo se aprovecha), para vivir por un momento lo que es la cotidianidad de un campesino de la región y hacer un aporte al sostenimiento de los proyectos productivos. Luego se visitó una caída de agua que queda al final de un camino por el que corre una quebrada conocida como 30 cruces, por el número de veces que hay que pasar por medio del agua.

Volviendo a la cotidianidad, los jóvenes no volverán a ser los de antes

Luego del almuerzo y la jornada de aseo, los jóvenes de la universidad regresaron de nuevo por río, trocha y carretera hasta el puerto petrolero. En Barrancabermeja se hizo un corto balance y se reafirmaron los compromisos con el semillero y la construcción de un escenario donde, por medio del diálogo de saberes, se aporte a la solución de los grandes problemas que sufre esa Colombia olvidada por el poder y por la academia misma.

El bus que partió el 19 hacia Bogotá se llenó de experiencias, aprendizajes y sueños que serán materializados en el camino que queda por andar. Los días compartidos crearon lazos y seguramente en la mente de los participantes se gestaron motivaciones por construir país. Además, los corazones tendrán presentes una Colombia profunda que debe ser cuidada y trabajada en conjunto para una vida digna. el 2019,

Lo que viene es la consolidación del semillero de investigación Ingenio Sin Fronteras, a partir de los insumos que se construyeron en el viaje y los que se tenían desde antes. El semillero espera trabajar en las líneas de: co-diseño e innovación; alternativas pedagógicas; salud y bienestar; proyectos productivos; territorio y ambiente; implementación de los acuerdos con enfoque de ciencias y tecnologías; y divulgación y difusión. De igual manera se viene la continuidad de los proyectos en curso, en especial el de la emisora comunitaria; y el diseño de nuevas actividades que contribuyan a que este tipo de acciones dejen de ser marginales para convertirse en hegemónicas, pues hay vida académica y saber científico más allá del mercado.

Llegada a Bogotá. Foto: Juan David Reina.

Fotos: Juan David Reina