Una nueva amenaza de muerte de los grupos fascistas que actúan con plena impunidad en Colombia, llegó el 8 de junio a los teléfonos celulares a través de mensaje de texto, a los compañeros Gustavo Benjumea R. y Dairo Mosquera C., miembros de la Dirección Nacional de Funtramiexco y de la Dirección Nacional de nuestra filial Sintramienergética, quienes ejercen su actividad sindical en el Cesar y Magdalena. Dicha amenaza fue emitida a través del número de celular 3126242997, en las horas de la mañana y esta vez, no lo hicieron a nombre de las Águilas Negras, como la amenaza que llego el pasado 11 de mayo.

Según el Mayor Sergio Saavedra de la Policía del Cesar, desestimó la amenaza que hicieron el 11 de mayo anterior, afirmando que “…el panfleto carece de todas las características como el tipo de letra, el vocabulario, entre otros aspectos para indicar que corresponde a un grupo subversivo…”, según lo publicó el Periódico El Pilón de Valledupar, el pasado 13 de mayo. Estos hechos de amenaza tienen como propósito de infundir pánico, zozobra y malestar en la Organización Sindical, en los Dirigentes, Trabajadores y sus Familias, porque su objetivo es defender a las empresas y al Estado, así éstas cometan las más abominables violaciones a los derechos laborales y humanos de los trabajadores, mientras tanto, el Gobierno actúa con oídos sordos, ojos ciego, con total insensibilidad inhumana, porque no hace el menor esfuerzo para investigar estos hechos de violencia psicológica y aún mucho más, cuando se trata de crímenes de dirigentes y activistas sindicales, como los que hemos padecido en el departamento del Cesar, donde han sido asesinados presidentes, vicepresidente y activistas sindicales y un sinnúmero de amenazas.

Estamos seguros que si estos crímenes e intimidaciones, se hicieran a los ricos y a los agentes del Estado, se desplegaría un pie de fuerza de los Organismos de inteligencia y militares, para darle sociego a la “gente de bien”, pero como en este caso, se trata de humildes trabajadores, campesinos y comunidades empobrecidas y excluidas, para eso no está el Estado y el Gobierno, ¿cómo se puede construir la paz en esas condiciones?, ¿cómo puede llamarse Colombia un país democrático y un Estado de derecho?, ya que para el pueblo y los trabajadores solo hay obligaciones y para las empresas nacionales, trasnacionales y el gobierno solo hay derechos, mientras el presidente y sus ministros se rasgan las vestiduras, manifestando que protegerán a todos los Colombianos, pero esta retorica se queda en la demagogia y la mentira.

De nuevo le pedimos a los Organismos de Control del Estado, para que, de una vez por todas, muestran algún grado de sensibilidad humana para garantizar el derecho de actividad sindical, sin la incertidumbre de que los trabajadores, sus dirigentes sindicales y populares, sean fusilados por ejercer el derecho de Organización, Contratación y Huelga. Asi mismo agradecemos a las organizaciones sindicales, populares, partidos progresistas, personalidades demócratas, ONG de derechos humanos, su valiosa solidaridad que nos han brindado y nos puedan brindar, en esta noche oscura de la cual esperamos su amanecer.

Por último, responsabilizamos al Gobierno y al Estado, de lo que le pueda suceder a nuestros Compañeros de lucha y hermanos de clase, como sucedió en las condenas al Estado por los viles asesinatos de nuestros compañeros Balmore Locarno, Victor Hugo Orcasita y Gustavo Soler, entre otros.